Profesor del IESE

A veces, más de lo que sería conveniente, sus protagonistas hacen de la política un espectáculo. Su objetivo es llamar la atención. El momento culminante de ese espectáculo son los periodos electorales. En ellos se trata de conseguir epatar a la ciudadanía para conseguir su voto. Después de conseguido ese voto la política debería dedicarse a la gestión de lo público. Es el momento de dejar de atraer votos para pensar en el bien de los ciudadanos en general. Un profesor de Harvard, además gerente de campañas electorales tanto con republicanos como demócratas, decía: "El objetivo del político es conseguir el poder a través de las elecciones para convertirse en gobernante; el objetivo del gobernante es gestionar para todos los ciudadanos, le hayan votado o no".

Las generaciones actuales ya no se acuerdan de un humorista de los años 70 y80. Actuaba en TVE. Se llamaba Joe Rígoli y tenía un personaje: Felipito Tacatum. Al final de cada programa se acercaba a la pantalla y con un gesto hilarante decía: “Yo sigo”. Parecía que la dirección del programa le iba a despedir, pero no. Capítulo tras capítulo se mantenía. En realidad, eran prórrogas simuladas.

El engendro del Gobierno Frankenstein inicia su andadura con algunos tornillos flojos, aunque la votación de sus decretos no haya sido tan adversa como se preveía. Su creador tendrá que ajustarlos para que pueda realizar sus funciones adecuadamente.

Mago con dos caras. A la vez presidente y jefe de la oposición. Confirma la existencia de dos Españas, la que el dice que representa y la retrógrada reaccionaria secuestrada por la extrema derecha. No quiere ser el presidente de todos. Sólo de su coalición. El resto hay que arrinconarlo, aunque gobierne en gran parte de las autonomías y ayuntamientos.

En la novela de Robert Louis Stevenson (1886) el Doctor Jekyll tenía buenas intenciones. Pretendía separar el lado maléfico de la persona, aislándolo. Pero el brebaje que inventa produce lo contrario. El mal se apodera de la personalidad del pacífico doctor convirtiéndolo en Mr. Hyde. Un asesino en serie. Y cada vez que se tomaba la pócima más cruel se volvía.

Jura Constitución Princesa de Asturias

Como diputado constituyente mi firma consta en el facsímil de la Constitución de 1978 cuyo contenido va a jurar la heredera del Trono. Me hubiera gustado asistir al acontecimiento. Pero la presidenta del Congreso no se acuerda de quienes en aquellas fechas sentimos la llamada para participar en la política de una España ilusionada con una nueva etapa de concordia y esperanza. Y, probablemente, no encuentra lugar para estos nostálgicos que ahora las nuevas generaciones consideran lejanos y, en algunos casos, equivocados.

Escribo este artículo después del discurso del candidato presidencial, antes de la intervención de los demás grupos parlamentarios. Creo que el rifirrafe posterior tampoco tendrá mucha importancia, dado que se sabe el resultado. Por eso el candidato a la investidura hizo un discurso completo. Repasó toda su propuesta política. Desde la A a la Z, sin guardarse ninguna bala en la cartuchera.

Lo anunciábamos la misma noche del 23J en El Economista, los resultados electorales abrían camino para que Sánchez renovase su presidencia.

Análisis del 23-J

Qué ha pasado con los estudios demoscópicos? La sorpresa que los españoles han dado a los expertos es morrocotuda. Con estos resultados Sánchez puede seguir gobernando. Su apuesta ha sido la ganadora. Se les puede decir a los de la derecha, como en el Tenorio, que: "los muertos que vos matáis gozan de buena salud".

El 28M, España se juega la distribución del poder autonómico (excepto en Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía, Castilla-León). También el poder municipal de ayuntamientos y diputaciones provinciales (incluyendo las Juntas Forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava). Es mucho. Presupuestos considerables, influencia económica y social, puestos de trabajo y, sobre todo, la posibilidad de legislar y regular. Se juega mucho, mucho, mucho. Pero también se juega algo más sutil, pero no menos importante. Se juega en el imaginario del electorado la posible tendencia ante las próximas elecciones generales.