El partido inaugural del pasado Mundial de fútbol femenino supuso un nuevo récord de audiencias para la televisión francesa. Más de 9,8 millones de galos siguieron en directo la victoria de su selección por 4-0, con un pico en el minuto de oro de 10,9 millones de espectadores y un share del 44,3% de cuota de pantalla. Estos datos, en sí, no dicen mucho salvo por un detalle: se trataba del partido inaugural del Mundial de fútbol femenino este mes de junio y, hasta ese momento, el récord de audiencia para un encuentro de mujeres en la televisión francesa se situaba en 4,12 millones de espectadores. Este nuevo registro, que supera en más de un 100% al anterior, sirve para ilustrar el crecimiento del deporte femenino a nivel global. Un crecimiento al que el mundo empresarial no es ajeno, pues uno de los factores que lo explican es, precisamente, el patrocinio deportivo.

Uno de los escenarios que mejor reflejan el papel que desempeñan las empresas como impulsoras del deporte profesional son los Juegos Olímpicos. No solo por la dimensión que adquieren los patrocinios globales del mayor escenario competitivo del mundo, sino especialmente por el rol que las marcas y anunciantes ocupan como apoyo para los deportistas. En nuestro país esto se refleja a través del Programa ADO, un plan ideado tras los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, con el objetivo de crear un marco en el que las empresas contribuyesen a impulsar el desarrollo y formación de los deportistas españoles de cara a la siguiente cita olímpica, que se celebraría en Barcelona en 1992. Lo que se buscaba era brindar a los atletas de élite los recursos y medios necesarios para que pudieran preparar con garantías su participación en aquellos Juegos. La fórmula elegida fue la del patrocinio conjunto. En lugar de apostar por que las marcas y anunciantes alcanzaran acuerdos de esponsorización de manera individual con los deportistas, se creó un modelo centralizado. Las empresas no se vinculaban a un atleta, sino que financiaban el programa en su conjunto. El dinero recaudado era distribuido entre los atletas olímpicos, mediante un sistema de becas basado en sus opciones de conseguir buenos resultados deportivos. De esta forma, los deportistas obtenían recursos financieros y técnicos suficientes para preparar su participación en los Juegos. Las marcas, por su parte,se beneficiaban de incentivos fiscales y del retorno que les proporcionaba figurar entre el panel de grandes mecenas del movimiento olímpico español.

II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico Endesa

Aunque la autonomía es uno de los principales condicionantes para adquirir un coche eléctrico, los datos demuestran que actualmente un vehículo eléctrico cubriría el 95% de los desplazamientos diarios de los españoles. La distancia media que recorre un trabajador en coche para desplazarse a su lugar de trabajo dentro del área metropolitana es de nueve kilómetros. En lo que respecta a trayectos periurbanos esta distancia es de 45 kilómetros. Con una autonomía media real de 220 kilómetros -previa carga nocturna-, un coche movido por baterías eléctricas cubriría los desplazamientos diarios que se requieren en una ciudad, tanto pequeña como grande. Según el director de Relaciones Institucionales de Endesa, Rafael Sánchez Durán, "hoy disponemos ya de la tecnología probada y con la posibilidad de realizar desplazamientos de mayor rango en vehículo eléctrico, por lo que lo único que falta es contar con una red de infraestructuras de recarga".

II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico

Desplazarse de casa al trabajo en un coche eléctrico cada día supone, al cabo de un año, un ahorro de 600 euros en combustible con respecto a realizar el mismo trayecto con un vehículo de combustión. Según el I Estudio de Hábitos de Transporte de Edenred, realizado en 2014, más de la mitad de los españoles acude cada día a su centro de trabajo en coche. Concretamente un 60%.

II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, el 92 por ciento de la población mundial respira aire contaminado. En 2012, según las estimaciones, 6,5 millones de muertes (11,6% de todas las muertes mundiales) estuvieron relacionadas con la contaminación del aire. A esta cifra hay que sumarle las enfermedades, tanto ocasionales como crónicas que son efecto directo de la mala calidad del aire, como bronquitis, neumonía o asma. Uno de los principales responsables de este tipo de polución es el coche. En todos los diferentes planes del aire realizados por Gobiernos e Instituciones se reconoce al tráfico como una de las principales fuentes de emisión de gases contaminante, que además genera los mayores niveles de exposición de la población urbana a los mismos, debido a que la emisión se produce muy cerca de la población y de forma muy extendida.

II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico

Cada kilómetro recorrido por un coche eléctrico evita que se emitan a la atmósfera 134,35 gramos de CO2 con respecto al mismo trayecto realizado con un vehículo de combustión. Puede parecer una cifra pequeña, pero si tomamos como referencia los 134 kilómetros que separan Burgos de Logroño, el ahorro en términos medioambientales es de 18 kilos de CO2. Este trayecto es precisamente el que han realizado hoy los prestigiosos profesionales de la gastronomía, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nágera, en la segunda etapa de la II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico, una iniciativa de Endesa con la colaboración del fabricante coreano Kia Motors.

Industria

El ciclismo es el deporte amateur más practicado en España, el que más dinero en ventas de material deportivo genera a la economía del país y el que tiene una dependencia mayor del patrocinio deportivo de las empresas para la celebración de pruebas a todos los niveles: aficionado, semiprofesional y profesional. Sobre el primero de estos factores hay dos estudios estadísticos que avalan el impacto que la industria de la bicicleta tiene en nuestro país.

Especial deportes

Si hay un deporte de élite que tiene una dependencia casi total de las aportaciones privadas de las empresas, ése es sin lugar a dudas el ciclismo. Los equipos del pelotón no tienen un gran estadio o recinto deportivo donde cobrar entradas a los espectadores. Tampoco pueden vender sus derechos televisivos a grandes operadores. Y es difícil licenciar productos vía merchandising. Además, el dinero que perciben por los resultados que consiguen sus corredores en las grandes rondas apenas les llegaría para cubrir costes operativos: gastos de desplazamiento, mecánicos, almacenaje, infraestructura, etc. Ni siquiera podrían costear los salarios de los ciclistas.

Mireia Belmonte es una de las deportistas españolas más laureadas de la historia. Cuenta en su palmarés con más de 40 medallas conquistadas en campeonatos internacionales. Entre éstas destacan un oro, dos platas y un bronce olímpicos. Además, ha sido 13 veces campeona de Europa y otras 7 del mundo (en piscina corta). Sin embargo, tras los Juegos Olímpicos celebrados el año pasado en Río de Janeiro, donde Belmonte se colgó dos medallas, confesó que había estado a punto de abandonar la práctica deportiva porque "pensaba que todo el esfuerzo no merecía la pena".

Hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, los ingresos que percibían las grandes estrellas del deporte se limitaban a los premios en metálico que recibían por sus resultados deportivos o al salario que sus clubes estipulaban a partir de los ingresos que obtenían en taquilla.