
El ciclismo es el deporte amateur más practicado en España, el que más dinero en ventas de material deportivo genera a la economía del país y el que tiene una dependencia mayor del patrocinio deportivo de las empresas para la celebración de pruebas a todos los niveles: aficionado, semiprofesional y profesional. Sobre el primero de estos factores hay dos estudios estadísticos que avalan el impacto que la industria de la bicicleta tiene en nuestro país.
El primero de ellos es la Encuesta de Hábitos Deportivos que cada cinco años elabora el Consejo Superior de Deportes. En su última edición -de 2015-, apunta a que el 38,7% de los españoles que practican deporte prefiere hacer ciclismo por delante de cualquier otra práctica deportiva. Este dato duplica lo que reflejaba el mismo informe cinco años atrás y confirma la tendencia alcista que viene experimentando este deporte en España en la última década.
Otro de los informes que miden el estado de salud del ciclismo en nuestro país es el Barómetro de la Bicicleta, que cuenta con la participación de la Dirección General de Tráfico. Esta encuesta estadística afirma que más de 8,5 millones de españoles utiliza la bicicleta entre diario, ya sea para realizar desplazamientos urbanos, como práctica deportiva o como forma de ocio. A esta cifra hay que añadir los más de dos millones de españoles que salen en bicicleta los fines de semana.
Una industria de 1.600 millones
La industria del ciclismo mueve en España más de 1.600 millones de euros en venta de material deportivo, lo que significa que casi 1 de cada 4 euros gastados en nuestro país para la adquisición de equipamiento y accesorios de cualquier práctica deportiva tiene relación con el deporte de la bicicleta. Son los datos que se desprenden de la cuarta edición del estudio El Sector de la Bicicleta en España, elaborado cada año por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (Ambe).
Este informe muestra los datos más significativos de la industria de este sector con el objetivo de medir cada año el comportamiento y la evolución de este mercado. Y la conclusión es que se trata de una actividad que año tras año mueve más dinero en España. Concretamente en 2017 fueron 1.623 millones de euros, lo que representa un 28% más que la cifra de ventas del sector de la bicicleta en 2013. En nuestro país se venden cada año más de 1 millón de bicicletas nuevas, de las que el 41% son para la práctica de ciclismo de montaña.
Sin embargo, se está produciendo un curioso fenómeno entre quienes adquieren una bicicleta para la práctica deportiva de competición, esto es, los más de dos millones de españoles que dedican los fines de semana a participar en marchas y pruebas, tanto federadas como no federadas; cada vez acuden más al mercado de segunda mano para comprar una bicicleta de gama superior.
"Hay un efecto de retroalimentación. Por un lado están los ciclistas que llevan tiempo practicando deporte y que suelen utilizar bicicletas de primeras marcas. Cuando adquieren una bicicleta nueva de gama superior, la que han venido usando hasta entonces la ponen en venta a través del mercado de segunda mano. Suelen ser bicis de buena calidad, bien mantenidas con mucha vida útil por delante", explica Alejandro Pons desde Tuvalum.
"Por otro lado están quienes se inician en el deporte, que buscan una bicicleta de buena calidad pero no quieren gastar mucho dinero porque es la primera vez que practican ciclismo de manera deportiva y que acuden también al mercado de segunda mano". Tuvalum es la plataforma online líder en la compraventa de bicicletas usadas a través de Internet que incluye un sistema de revisión mecánica de cada bicicleta vendida.
El papel del patrocinio
Este auge por el mountain bike y el crecimiento del mercado de bicicletas de segunda mano coincide con el aumento de las licencias federativas que se viene produciendo en los últimos años. En 2010 había 57.082 ciclistas federados en España. En 2017 ya eran 74.665. Parte de este crecimiento se explica por el acceso de la población a hábitos de vida saludables. También se sustenta en el apoyo que empresas y patrocinadores privados realizan al ciclismo aficionado.
Nuestro país cuenta con más de 3.000 clubes ciclistas federados que participan en las cerca de 5.000 pruebas no profesionales que se disputan a lo largo del año. Tanto en el caso de las marchas cicloturistas como las pruebas de mountain bike, es vital el papel del patrocinio empresarial para que puedan llevarse a cabo. En este sentido Skoda y Movistar son dos de las compañías más activas.
Ambos son patrocinadores oficiales de la Real Federación Española de Ciclismo. En el caso de Skoda, patrocina también numerosas pruebas y circuitos de ciclismo de montaña y carretera. La compañía telefónica, por su parte, es el patrocinador principal del único equipo profesional español en la máxima categoría mundial.
Movistar es la empresa española que más recursos financieros dedica al patrocinio del ciclismo profesional. El equipo Movistar Team, en el que corren ciclistas como Alejandro Valverde o Nairo Quintana, cuenta con un presupuesto anual de 17 millones de euros, de los que la compañía de telecomunicaciones cubre la mayor parte. Para esta temporada Movistar ha añadido una nueva pata a su estrategia de apoyo al ciclismo con la creación de un equipo femenino que cuenta con una dotación de 750.000 euros.
Sacrificio y espíritu de superación
Uno de los motivos por los que cada vez más empresas apuestan por el patrocinio deportivo es la posibilidad de vincular la marca a los valores de esfuerzo, sacrificio y espíritu de superación que acompañan al deporte profesional. Y entre las disciplinas que mejor transmiten estos valores destaca el triatlón, una modalidad deportiva que combina natación, ciclismo y atletismo y que cuenta con cada vez más adeptos en nuestro país…
Y en consecuencia también con más empresas patrocinadoras. España es una potencial mundial en triatlón. De las últimas diez ediciones del Campeonato del Mundo, en siete el ganador fue un español (Javier Gómez Noya en 2008, 2010, 2013, 2014 y 2015; y Mario Mola en 2016 y 2017). En 2008, cuando Gómez Noya ganó su primer Mundial, España contaba con 11.996 licencias federativas de triatlón. En 2017 ya eran 30.744.
El cinco veces campeón del mundo, que este año compite en distancia Ironman, cuenta con 13 patrocinadores oficiales, entre los que se encuentran Movistar y Banco Popular. El Grupo Santander, del que forma parte Banco Popular, es uno de los principales espónsores de triatlón en España a nivel aficionado a través del programa Santander Triathlon Series, un circuito de nueve pruebas por distintas ciudades de la geografía española dirigidas a aficionados. Desde distintas federaciones territoriales de triatlón apuntan a que este tipo de iniciativas ayudan a impulsar el crecimiento de este deporte en nuestro país, ya que en muchos casos supone la primera toma de contacto de corredores y ciclistas aficionados con esta disciplina deportiva e incentivan que acaben federándose para competir de manera regular.
Otras grandes compañías que patrocinan activamente el triatlón son Skoda, Iberdrola, Halcón Viajes y Seguros Santalucía. Estos tres últimos son patrocinadores oficiales de la Federación Española de Triatlón. Este incremento tanto del número de licencias federativas como del interés de las empresas de nuestro país por vincular su imagen a este deporte no está pasando desapercibido para los grandes organizadores internacionales de eventos relacionados con el triatlón. Es el caso de Ironman, la franquicia encargada de organizar el mayor circuito mundial de pruebas de larga distancia, que decidió incluir cuatro pruebas en nuestro país para este año: Marbella, Barcelona, Mallorca y Lanzarote.