Emprender no es solo construir una gran idea; es también aprender a transmitirla y a inspirar confianza en quienes podrían apostar por ella. Cuando llega el momento de buscar financiación, muchos se enfocan únicamente en el proyecto. Pero los inversores no invierten en ideas; invierten en personas. En quién eres tú, cómo te comunicas y qué energía proyectas como líder.