Menos gasto energético, más eficiencia en el uso de los recursos, ahorro de costes y reducción del impacto ambiental. Estos son algunos de los beneficios que ofrece el ecodiseño, una tendencia que se impone con fuerza en el desarrollo productivo para crear productos duraderos, seguros y reciclables minimizando la huella de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la concepción hasta desde su diseño hasta la producción, utilización y retirada.