El sector de la construcción está viviendo una revolución: la industrialización. En el ámbito residencial, esto significa que cada vez más viviendas se construyen con elementos prefabricados y tecnología punta, lo que está transformando radicalmente la manera en que diseñamos y levantamos las ciudades. El resultado: construcciones más rápidas, seguras, sostenibles y de mejor calidad. En concreto, la industrialización combina estética y funcionalidad para ofrecer las mejores calidades en materiales y acabados, ofreciendo una respuesta a cualquier demanda constructiva. En otras palabras, estamos ante un cambio de paradigma que promete redefinir nuestro entorno urbano.

Vicepresidente ejecutivo de Precast Business de Molins