Tras el golpe de la pandemia, y de unos años un tanto dubitativos, las materias primas parecen haber cogido la senda del rally, y el optimismo de los inversores por ellas es el más alto de la historia, según datos de Bank of America.
Tras el golpe de la pandemia, y de unos años un tanto dubitativos, las materias primas parecen haber cogido la senda del rally, y el optimismo de los inversores por ellas es el más alto de la historia, según datos de Bank of America.
Una de las preguntas que muchos ahorradores se hacen al comenzar a invertir es si es mejor optar por las acciones y ser ellos mismos los que decidan cómo y dónde ponen a trabajar su dinero, o si por el contrario es mejor optar por un fondo de inversión y que sea un gestor el que tome esas decisiones. Ambas opciones son válidas, pero lo cierto es que dependiendo del tipo de inversor puede convenir más una u otra, ya que son dos alternativas muy diferentes tanto desde el punto de vista financiero como fiscal.
Los fondos de inversión ganan cada vez más peso entre nuevos inversores. Los bajos tipos de interés que imperan en Europa continúan penalizando a los ahorradores más conservadores, ya que el ahorro en productos como depósitos o cuentas bancarias les empieza a costar dinero, bien por la escasa rentabilidad frente a la inflación o bien por la aplicación de nuevas comisiones.
El Dow Jones supera los 31.000 puntos, el S&P está a punto de llegar a los 4.000, los bonos también se encuentran en niveles de máximos históricos... Incluso el bitcoin está rozando los 50.000 dólares cuando hace justo un año no llegaba a los 10.000. Salvo el Ibex 35, todos parecen estar sumidos en una gran fiesta. Y los datos, de momento, no parecen frenar a los inversores
En enero, la inflación de la eurozona se disparó 1,2 puntos, hasta el 0,9% interanual debido, en gran medida, al aumento de los tipos del IVA en Alemania. En España, en concreto, la tasa de variación anual del IPC fue del 0,6%, 11 décimas superior a la del mes anterior. Y según las previsiones de algunos expertos, es probable que a finales de año se supere la tasa de inflación del 2% fijada por el BCE.
Hasta hace pocos años, la idea de poner tan solo 500 euros en los mercados era inusual. Primero, porque las altas comisiones apenas compensaban la operación y, segundo, porque en muchas ocasiones los mínimos de inversión del producto a contratar tampoco lo permitían.
La bajada de los precios y de la demanda por los efectos de la pandemia devuelven el atractivo a la inversión en vivienda. Comprar una casa es la aspiración de muchos españoles. Bien cuando se es joven y se busca una primera vivienda o cuando ya cumplidos unos años se pretende acceder a una segunda u optar a un activo de inversión. Sea cual sea el motivo, 2021 puede ser el año para embarcarse en este proyecto.
El cobro de comisiones se empieza a generalizar entre las entidades españolas. Primero se produjo la rebaja de la remuneración en productos tradicionalmente atractivos para los clientes como la Cuenta 1,2,3 de Banco Santander o, más recientemente, la Cuenta Family de CaixaBank.
El ahorrador español sigue siendo conservador. Prueba de ello es que las familias españolas mantienen casi 900.000 millones de euros en depósitos bancarios, según las últimas cifras publicadas por el Banco de España.Pero los españoles no solo son, en su mayoría, conservadores en el ahorro, también son tradicionales en la inversión. Y es que, según datos de Inverco, el 40% de los hogares de nuestro país ahorra en planes de pensiones, un producto que está destinado específicamente para la jubilación y que no resulta ventajoso para todos los perfiles de ahorrador.