Ya hay más de 2 millones de personas en el mundo y más de 7.500 en España cuya profesión es influencer, es decir, vivir de publicar contenidos en plataformas como YouTube, TikTok, Twitch, Instagram o Facebook. Este fenómeno, que comenzó hace unos años cuando YouTube decidió repartir sus ingresos publicitarios con los creadores de los vídeos en los que aparecía publicidad, ha crecido a un ritmo tan vertiginoso que actualmente existen más plataformas y oportunidades para generar ingresos que las que una persona puede aprovechar.