El miedo al alto endeudamiento que dejó la última gran crisis comienza a disiparse entre las familias, ante las favorables condiciones de financiación que permiten los bajos tipos de interés propiciados por un entorno de amplio estímulo monetario. Por primera vez en una década, los hogares han superado los 24 años de plazo medio para la amortización de las hipotecas. A pesar de que el periodo de endeudamiento aún no ha llegado a niveles previos de la última gran crisis -en 2008 llegó a alcanzar casi los 27 años de media para el pago de los créditos inmobiliarios-, en los últimos ejercicios se ha ido produciendo un aumento del periodo de vida de los nuevos préstamos contratados hasta apuntar este año niveles máximos desde 2011, con 24,6 años de media.