
El sector financiero español intensifica la batalla para captar pequeñas empresas y autónomos. Más de 110.000 clientes buscan nuevo banco desde que el pasado mes de abril ING comunicó que cerraba el negocio de empresas en España y les daba un margen de seis meses para recolocarse en una entidad competidora. La decisión del banco holandés abre una ofensiva en el sector español por vincular clientes y ganar cuota de mercado que pasa por eliminar comisiones, bonificar gastos, remunerar saldos u ofrecer descuentos en carburante.
Un grupo de accionistas históricos, algunos de ellos vinculados al clan vasco Neguri, se muestran molestos con la cúpula de la entidad por su opacidad en el desarrollo de la investigación interna sobre el caso Villarejo y su coste. Según han señalado distintos miembros de este colectivo, han preguntado en diferentes ocasiones al banco el dinero que va a tener que destinar para analizar los datos que se recaben para poder dilucidar las correspondientes responsabilidades en la causa de las escuchas ilegales que está en manos de la Audiencia Nacional.
Exresponsables del organismo admiten que conocían que el banco carecía de provisiones suficientes y podía sufrir problemas de viabilidad. Permitieron la salida a bolsa y 400.000 ahorradores perdieron su inversión
Las nuevas tecnologías dan acceso a los clientes a productos y servicios para cubrir sus necesidades en materia financiera.
El exdirector general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Antonio Carrascosa, ha hablado esta mañana con crudeza de la posibilidad de recuperar los más de 50.000 millones de euros de dinero público prestados a la banca española durante la crisis económica y, concretamente, los 23.000 millones de euros inyectados a Bankia. "Pensar que vamos a recuperar los miles de millones prestados a la banca me parece poco realista", aseguró.
El paseíllo por el juicio de Bankia de los que fueron los máximos responsables del Banco de España ha dejado latente que muchos de los primeros espadas del organismo supervisor fueron conscientes (y en distintos momentos) del riesgo que supuso en julio de 2011 sacar a bolsa la entidad que entonces presidía Rodrigo Rato. Sus declaraciones asumiendo que en ocasiones conocieron las alertas que avisaban de la inviabilidad de la entidad, la carencia de provisiones, la posible falsedad de las cuentas o la posibilidad de que se torciera el plan de negocio del banco contrastan con la decisión judicial de dejar fuera de la investigación el papel que tuvo el Banco de España en el debut bursátil de la entidad.
El Banco Santander dejará de enviar la correspondencia física a sus clientes a partir del próximo 1 de junio. La medida afectará a los usuarios que tengan un contrato de banca digital, que en el lenguaje de la entidad son aquellos que poseen las claves de acceso a la página web o la aplicación móvil. De hecho, la mayoría de los contratos que la entidad realiza en la actualidad ya se consideran digitales, independientemente de si se han efectuado a través de internet o desde una sucursal.
BBVA ha reconocido a la CNMV que no puede "asegurar que todos los directivos y empleados, más de 125.000 personas, o aquellas que hacen negocios con nosotros cumplan en todo momentos nuestros principios éticos". Esta admisión se produce después de que el banco se haya visto salpicado por el caso Villarejo, en el que podría verse implicado su expresidente ejecutivo y de honor, Francisco González (conocido como FG), entre otros máximos responsables. De esta manera, intenta desligarse del escándalo y rechazar cualquier tipo de responsabilidad en las eventuales irregularidades o delitos
Tercer juicio para Rodrigo Rato. El que fue presidente de Bankia hasta mayo de 2012 se sentará de nuevo en el banquillo de los acusados, en esta ocasión por cobrar presuntamente, junto a sus socios, comisiones por valor de 2 millones de euros por la adjudicación de contratos publicitarios de Bankia. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, ha dictado hoy la apertura de juicio oral por la trama, una pieza separada del caso Rato, que investiga el patrimonio personal del exbanquero.