La empinada escalada del euríbor está tardando en trasladarse al precio de los créditos a pesar del fuerte encarecimiento observado en el escaparate de las entidades financieras. Según el Banco de España, los préstamos firmados entre enero y septiembre para adquisición de vivienda apenas habían repercutido un 34% del aumento registrado por el euríbor para entonces y el impacto se limita al 16% en el conjunto de la cartera o saldo vivo hipotecario (este último dato sube apenas al 25% en el stock financiado a las empresas).