Colaboradora política de elEconomista
Entrevista

Miguel Ángel Revilla Roiz (Salceda 1943) es, sin duda, el presidente más mediático del panorama autonómico nacional. Tertuliano habitual en las cadenas de televisión tiene una merecida fama de no tener pelos en la lengua, y de no casarse con nadie cuando se trata de defender a Cantabria la tierra que le vio nacer y donde ha gobernando tres mandatos.

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Cuando le preguntas, a bocajarro, cómo se siente alguien que va a pasar a la historia como el autor de los presupuestos más longevos de la democracia, sonríe y dice que nunca pensó que eso pudiera ocurrir y califica de "anomalía democrática" que un gobierno utilice las cuentas de otro ideológicamente diferente. Desde el,confinamiento apenas ha salido de la su casa en la Sierra de Guadarrama, ejerce de abuelo, da esporádicamente alguna clase puntual, atiende a los medios de comunicación y tiene tiempo libre, algo impensable en quien fuera nada menos que durante 11 años el súperministro de hacienda que más tiempo ostentó esa cartera.

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Cuando le preguntas si ella fue una de las seis pata negra del PP que supieron con antelación cómo sería la durísima intervención de Pablo Casado en la moción de censura de Vox dice sin aclararlo que su jefe de filas tiene un gran equipo. Sin embargo, dentro del partido la sitúan como una de las personas más cercanas al presidente y no solo porque sea la nueva portavoz en el Congreso, sino porque tiene un perfil de centro moderado que te viene como anillo al dedo, para esta nueva etapa del principal partido de la oposición. Se llama Concepción Gamarra Ruiz Clavijo (Logroño, 1974), pero todos la llaman Cuca. La entrevista con la vicesecretaria de política social de los populares se realiza telefónicamente, a caballo entre la Carrera de San Jerónimo -nada más concluir el pleno de moción de censura- y su despacho en la calle Génova.

Cuando a Iván Espinosa de los Monteros (Madrid, 1970) -licenciado en Económicas y Empresariales (Icade) y con un máster en The Kellogg School of Management- le preguntas, a bocajarro, si la moción de censura contra Pedro Sánchez ha sido un error que ha fortalecido al PP y otorgado a Pablo Casado la consideración definitiva de líder de la oposición, niega la mayor y dice que el PP "ha pasado de ser la derechista cobarde a ser la derechita colaboracionista". La entrevista se realiza apenas unas horas después de que el Congreso tumbara la iniciativa de Santiago Abascal de censurar al presidente del Gobierno y, sin embargo, él no da la sensación de derrota, al contrario. Está convencido de que se han convertido en la única alternativa capaz de hacer frente "al peor Gobierno posible en el peor momento desde el 78, y califica a los socios del PSOE como "los diez malignos". Tiene un discurso de derechas en estado puro, es educado, amable y exquisito en las formas pero implacable en el fondo, cuando se trata de defender las señas de identidad de su partido. Dice que existe el riesgo de acabar en suspensión de pagos en 2021 y señala que un nuevo estado de alarma "significaría que los ciudadanos van a pagar los platos rotos del desastre de gestión del Gobierno en el Covid-19".

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Es la cara y la voz de la Justicia dentro del PP, el hombre a quien todos ven como ministrable si, finalmente, su partido llega a la Moncloa. Magistrado con una dilatada experiencia profesional de más de 30 años Enrique López López (Cacabelos 1963) ha tenido importantes responsabilidades en el CGPJ, el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional y ahora compatibiliza su función de consejero de Justicia, Interior y Victimas del terrorismo de la comunidad de Madrid, con sus responsabilidades en la dirección del partido.La entrevista - que coincide en el tiempo con el anuncio del gobierno de promover una reforma exprés para la reelección de los consejeros del máximo órgano de los jueces - se realiza telefónicamente debido a que es imposible encontrar un hueco en su hipersaturada agenda para hacerla de manera presencial. Finalmente es él mismo quien llama por teléfono a la periodista bien entrada la tarde cuando se queda libre, pero aún así esta en plena forma. No se le cae de la boca la palabra independencia y se muestra muy preocupado por un aumento insoportable de la politización de la justicia "esta reforma nos coloca más cerca de Venezuela que de Europa", afirma.Acusa al PSOE de comportarse como un partido radical sin sentido de Estado que está poniendo en riesgo las instituciones. Insiste en que el PP bajo coacción no puede negociar nada pero matiza que cumplirán con su obligaciones constitucionales: "Hay que optar por magistrados que tengan una marcada línea de independencia respecto a los partidos políticos".Dice que la moción de censura a Mariano Rajoy se basó en hechos falsos y que: "la Gürtel fue una organización criminal con la que la dirección que había en el PP no tenía ningún tipo de relación". Advierte que "el cierre arbitrario de Madrid nunca será olvidado por los madrileños" y califica de error la moción de censura de VOX, "lejos de debilitar al Gobierno puede fortalecerlo", sentencia.

Cuando le preguntas qué le quita el sueño al alcalde de Madrid dice, sin más, que " salir cuanto antes de esta pesadilla" y añade que pese a todo tampoco el Covid le doblará el pulso a su ciudad, de la que se muestra orgulloso. No tiene horarios , ni días de descanso, ni apenas se ha dado un respiro desde que empezó la pandemia. De hecho, en su despacho de la plaza de Cibeles, hay una actividad frenética, y solo algunos elementos personales de decoración, como su foto con la camiseta del Atlético de Madrid, le recuerdan que es humano y su derecho a tener ocio y aficiones: "Soy colchonero hasta la médula y eso no hay cargo que lo cambie", dice soltando una carcajada y poniendo en valor el gran talante de los hinchas de su equipo. José Luis Martínez-Almeida (Madrid, 1975), licenciado en Derecho por la Universidad de Comillas (ICAI-ICADE) y abogado del Estado desde 2001 es uno de los hombres pata negra de Pablo Casado, que le incluyó en el comité nacional del partido y hace un par de meses le eligió como portavoz. Tiene un discurso de centroderecha de libro y una forma de ser y estar en política amable y campechana, pegada al terreno y en contacto permanente con los ciudadanos. Tal vez por eso muchos le llaman el alcalde de todos y él acepta con agrado la definición. Dice alto y claro que el estado de alarma impuesto en Madrid es una vendetta del Gobierno. Niega que exista lo que ya se ha denominado madrileñofobia porque somos generadores de flujo de dinero para otras autonomías y no se pueden permitir tratarnos como apestados ". Califica de bochornosa la propuesta del Gobierno para renovar el CGPJ: "Se están dando pasos muy peligrosos para deteriorar la arquitectura institucional porque podemos ha abducido a gran parte del PSOE". Y dice, sin pelos en la lengua, que "Sánchez pronto será un mal recuerdo para España".

Su nombramiento como portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid hace poco más de dos meses no estuvo exento de polémica. Sus adversarios vieron en él no solo un posible sustituto para Ángel Gabilondo a medio plazo, sino una especie de killer con un perfil duro y mucha experiencia política dispuesto a cambiar por completo la forma de ejercer la oposición y meter presión en las ya tensas relaciones entre PP y PSOE. Sin embargo, él niega la mayor y cuando le preguntas si es, como le ha definido algún periódico, una especie de pitbull de la política que no soltará a su pieza (Isabel Díaz Ayuso) hasta no dejar rastro de ella, sonríe. Se define como un socialista en estado puro de firmes convicciones e ideas claras, que ha hecho de la política una forma de vida y rara vez tira la toalla. José Cepeda (Ciudad Real, 1968), profesor de la Universidad Carlos III, informático y periodista, empezó a militar en las juventudes socialistas en 1986 y desde entonces ha ocupado diversos cargos de responsabilidad tanto a nivel nacional como internacional representando a su partido. Es diputado de la Asamblea desde 2003 y senador por designación autonómica desde 2016. Ha sido representante de España en el Consejo de Europa y no sólo ha formado parte de diferentes misiones internacionales para supervisar procesos electorales de consolidación democrática, sino que se ha convertido en un experto en la lucha contra de racismo, la xenofobia, el antisemitismo o la intolerancia. "El populismo es un virus que puede infectar cualquier democracia, porque no tiene ideología", señala.

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Cuando le preguntas por su rutina diaria en estos tiempos, dice, sin más, que de lunes a jueves está en Madrid, donde desarrolla su actividad compatibilizando su puesto de líder de los autónomos con la vicepresidencia de CEOE y "el resto de la semana tengo mi centro de operaciones en Jerez, donde vivo con mi mujer y mis hijas", señala . Su jornada laboral, que se inicia a las siete de la mañana, se ha visto incrementada, y mucho, desde que se inició la pandemia, pero no se queja. Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) es desde 2004 la cara y la voz de los autónomos, el presidente de la Federación Nacional de Organizaciones de Autónomos (ATA), la más representativa de España integrada por unas 300 organizaciones tanto territoriales como sectoriales y ademas es vicepresidente de CEOE desde septiembre de 2019. Agente comercial de profesión, lleva la mitad de su vida emprendiendo. Dice alto y claro que al menos el 70% de los autónomos no aguantaría un confinamiento como el de marzo y "este país tampoco se lo podría permitir". Calcula que 100.000 autónomos se van a quedar en el camino durante este año. "A partir del 1 de octubre podemos ver un ERE silencioso que va afectar a cientos de autónomos cada día", señala.

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La entrevista se celebra coincidiendo con el anuncio del confinamiento de varios barrios de Madrid y el encuentro del presidente del Gobiernos, Pedro Sánchez, e Isabel Díaz Ayuso y, aunque él prefiere no hablar de política, sí lanza un mensaje inequívoco al consenso entre los grandes partidos: "Hay un clima político muy crispado y un nivel de radicalización de la política muy preocupante". Antonio Garamendi, la cara y la voz de los empresarios españoles (Getxo, 1958), licenciado en Derecho por Deusto, es un hombre amable y educado, de sonrisa fácil, que ha adoptado una estrategia absolutamente pragmática respecto al Gobierno de coalición. Viene de una larga tradición familiar de empresarios y antes de asumir la presidencia de la CEOE, en 2018, ya tenía una amplia experiencia en responsabilidades institucionales. Lideró Cepyme y formó parte de los consejos de administración de varias empresas, como Bankia, Albura, Tubos Reunidos, e incluso de grupos de publicaciones. Si le preguntas a qué dedica su tiempo libre, sonríe y afirma que para él la familia es lo más importante, y aunque intenta ir a Bilbao todo lo que puede, ahora apenas tiene vida privada, y casi sin tiempo para sus aficiones: la música (toca el piano) o navegar: "Tengo tres hijos: un músico que es compositor, un fiscalista y un empresario, pero les veo poco: trabajo bastantes más horas de lo que marca el decreto", ironiza. Dice que no le cuadran las cuentas que está dando el Gobierno del importe de los Ertes, reconoce que algunos al final se convertirán en Eres y que hay que compaginar la subvenciones con formación. Afirma que subir los impuestos a los ricos es el chocolate del loro y la mejor manera de desincentivar las inversiones. Insiste en que en estos momentos una derogación total de la reforma laboral sería una temeridad y "un grave error que las empresas españolas no pueden permitirse" y advierte de que el teletrabajo permite la externalización y también la contratación fuera de España.

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Dice, textualmente, que está "enamorado" de este Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, pero añade, sin pestañear, que UGT no ha dado jamás un cheque en blanco a un Gobierno y tampoco se lo dará a Pedro Sánchez, aunque sea el líder del partido en el que lleva militando desde hace 40 años. Durante la entrevista, realizada telefónicamente, se muestra especialmente crítico por la gestión que se está haciendo en Moncloa de temas esenciales como el Ingreso Mínimo Vital, las pensiones o los Presupuestos Generales del Estado. Haber liderado durante un cuarto de siglo la UGT catalana, y llevar afiliado al sindicato socialista desde el 75 le ha curtido en batallas laborales de todo tipo y no está dispuesto a bajar la guardia en unos momentos tan difíciles para España sanitaria y económicamente. A Josep María Álvarez (Belmonte de Miranda, Asturias, 1956) todos en su entorno le llaman Pepe, haciendo honor a su fama de hombre campechano y sencillo que tiene un discurso de sindicalista en estado puro, sin ninguna concesión a la galería, pragmático y resolutivo. Es la cara y la voz de la UGT, el hombre que lidera uno de los dos sindicatos más importantes de España y ha conseguido lo que parecía casi imposible en estos tiempos revueltos: elevar el nivel de afiliación, en descenso desde hacía años. Dice que los Ertes tienen que durar indefinidamente mientras continúe la pandemia, acusa al Gobierno de comportarse como "tecnócratas que no pisan la calle" e insiste en la necesidad de derogar completamente la reforma laboral. Afirma que no van a permitir que el teletrabajo se convierta "en un nuevo foco de explotación y abuso" y califica de falacia la propuesta del ministro Escrivá de alargar la edad de jubilación y recortar las jubilaciones anticipadas. Insiste en que la decisión de Isabel Díaz Ayuso de bajar los impuestos es una "golfada" y advierte que no van a dejar de ejercer el derecho a la manifestación, incluso no descarta, llegado el caso, recurrir a la huelga general.