Colaboradora política de elEconomista
Entrevista a Juan Rosell, Presidente de CEOE

La entrevista -concertada tras la fallida investidura de Pedro Sánchez- se celebra en su despacho oficial de la CEOE, donde se respira, como siempre, un intenso ambiente de trabajo. Si de muestra vale un botón, su mesa es auténtico galimatías donde se apilan carpetas e informes de los asuntos más variopintos y donde resulta casi heroico encontrar un espacio libre, lo que sirve de chascarrillo para hablar del "perfecto orden desordenado de algunas cosas" y romper el hielo inicial antes de entrar en materia.

entrevista al Portavoz del PSOE en el Senado

Es la cara y la voz de los socialistas en el Senado, el hombre a quien la dirección del partido ha mandatado estos días para explicar los pactos postelectorales, por lo que no le da la vida. Si de muestra vale un botón, esta entrevista se ha hecho por fases, a caballo entre el Congreso y el Senado, y actualizada telefónicamente en dos ocasiones para poder adaptarla a la vertiginosa actualidad. Entre medias fue a buscar a sus hijas al colegio y planificó un viaje exprés a Valladolid. Óscar López (Madrid, 1973) es un hombre de partido que hace honor a su profesión de licenciado en Políticas, con un postgrado en Economía Internacional, firme defensor de la cosa pública, a quien no se le cae de la boca la palabra "acuerdo". Tiene un discurso suave, ideológicamente de izquierdas sin lugar a equívocos y rotundo en los argumentos. No titubea, no hay pregunta sin respuesta ni temas tabú, pero se muestra incómodo cuando le insistes machaconamente en que, tras el pacto PSOE- Ciudadanos, no salen las cuentas. Dice que Pedro Sánchez será presidente del Gobierno, que el Partido Popular tiene que limpiar sus pecados de corrupción en la oposición, y que Podemos tiene que decidir si va a apoyar con su no las políticas de Rajoy.

entrevista al Fundador de Podemos

No está, pero su presencia se sigue notando y mucho. Ha dejado de pertenecer a la cúpula de Podemos y, aunque se reivindica como militante de a pie, ha logrado la cuadratura del círculo: convertirse desde fuera en una especie de conciencia crítica de la formación, un referente para los sectores más inconformistas. En presencia de Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963) una tiene la sensación de que no es tan fiero el león como lo pintan. Radicalmente de izquierdas, inteligente, ingenioso, de rápida respuesta y un irónico a la vieja usanza, de esos que usan el humor para cambiar de tercio cuando les interesa, sin que apenas se note. Habla de canallas envalentonados y de gente decente que ya no está dispuesta a agachar la cabeza. Si perteneciera a uno de esos partidos de la casta que tanto desprecia, diríamos que es un animal político, un politólogo de libro a quien alguien definió una vez como "el hemisferio izquierdo del cerebro de Pablo Iglesias", a quien sigue considerando su gran amigo. Tiene un discurso implacable, demoledor contra la derecha y la izquierda socialista. Llama a los barones del PSOE brontosaurios en extinción, dice que Sánchez es como el rey de El Principito, que da órdenes en un planeta desolado, y afirma, sin despeinarse, que a Rajoy, en su desesperación, no le ha importado poner al Rey rumbo a Estoril. No da puntada sin hilo.

entrevista al portavoz del pp en el congreso

Es la voz de los populares en el Congreso, el hombre a quien le tocan las tareas de coordinación e intendencia del grupo mayoritario del hemiciclo, por lo que estos días su despacho es un auténtico hervidero. Tiene fama de faltón, de tener un verbo fácil que emplea inmisericorde para descalificar a sus adversarios, pero nadie le cuestiona su capacidad de reacción y señalan, como virtud, que nunca se esconde y siempre da la cara, aunque sea para que algunos, en ocasiones, se la partan. Rafael Hernando (Guadalajara, 1961) conserva su aspecto aniñado de antaño, cuando era líder de las juventudes del PP, y aunque ha llovido mucho desde entonces, sigue reivindicando lo que de honorable tiene la política. Tal vez por eso no oculta su indignación porque se meta a todos en el saco de la corrupción e insiste en que extender sobre toda la clase política la sombra de la sospecha terminará por deteriorar la democracia.Dice, sin cortarse un pelo, que Pedro Sánchez el único libro que lee es el de autoayuda para salvarse a sí mismo, que un Gobierno PSOE-C?s con la abstención del PP es imposible e inviable y que su partido bloqueará, con su mayoría del Senado, cualquier reforma que vaya en contra de lo que le conviene a España. Es genio... y figura.

Secretario de Organización del PSOE

La entrevista con César Luena, número dos del PSOE, prevista en su despacho de la calle de Ferraz, en plena efervescencia de los pactos para el debate de investidura, finalmente se realiza por fases: primero telefónicamente, y luego en el Congreso de los Diputados, nada más conocerse la lista de los negociadores que intentarán la cuadratura del círculo para convertir a Pedro Sánchez en presidente. Por eso tiene una hiperactividad similar a la de las elecciones, su móvil no deja de sonar y en su agenda apenas hay un hueco libre para el próximo mes. No hay pregunta sin respuesta, va directo al grano y sólo se detiene un momento y hace una expresión de extrañeza cuando le preguntas, sin más, si es tan fiero el león como lo pintan y si su fama de hombre duro de apparatchik al que no le tiembla el pulso para mantener la disciplina interna es cierta. "Las críticas las acepto todas. No soy ni duro ni blando, simplemente trato de hacer lo correcto para el partido, la dirección y para Pedro Sánchez. Hay mucha exageración en lo que algunos creen ver en mí". Es joven, pero deja claro que está curtido tanto en políticas de partido como en batallas parlamentarias, y no se inmuta ante la crítica. Mantiene un discurso claro y nítido, de izquierdas, absolutamente inmisericorde e implacable con Mariano Rajoy y el PP, al que llama "partido tóxico". Dice que el líder del PSOE nunca será presidente a cualquier precio y que no es tiempo de vetos. Eso sí, acusa a Podemos de hacer "numeritos", asevera que no es momento de hablar de cargos sino de políticas, e insiste en que si hay nuevas elecciones no será porque el Partido Socialista no haya intentado evitarlo.

La entrevista de...

Cuando a Micaela Navarro le preguntas si, como presidenta del PSOE, tiene su alma dividida en dos, pone paños calientes para mediar en la guerra soterrada que se libra entre el aparato de Ferraz y los barones del partido. Aunque niega la mayor, no elude entrar al trapo. Reconoce que hay discrepancias internas y, de cara al decisivo Comité Federal que se celebrará mañana, hace un llamamiento para que los debates se hagan de puertas adentro y no se ventilen en los medios de comunicación. Es la primera mujer presidenta de su partido en toda su historia, lo que pone un broche de oro a una amplia trayectoria política. Es casi todo lo que se puede ser en política, tanto orgánicamente dentro del partido -al que llegó procedente de movimientos vecinales- como institucionalmente, donde ha sido desde concejala a consejera, pasando por diputada autonómica, senadora y ahora vicepresidenta del Congreso. Tal vez por eso, en su presencia, una tiene la sensación de que habla con sensatez la voz de la experiencia, que es una parte de la historia viva de la organización donde se viven días convulsos tras las elecciones. Dice alto y claro que el PSOE no es una jaula de grillos, y aunque haya discrepancias, al final "se toca la misma melodía". Insiste en que los pactos a los que llegue Pedro Sánchez deben ser refrendados por el Comité Federal y que ni se pondrá en peligro la unidad de España, ni se renunciará a los principios.

se muestra contrario a un congreso del psoe

Cuando a Miquel Iceta le preguntas, en tono de broma, si le va tocar volver a bailar Don?t stop me now con quien sea el líder del PSOE si se repiten las elecciones generales, sonríe y reconoce que gracias a ese baile se le conoce mucho más en toda España: "En este nuevo mundo de la comunicación te encuentras con sorpresas y a mí me conoce hoy más gente gracias a ese baile. Pero espero que esas sorpresas no maten el diálogo y el debate político basado en el contraste de ideas", dice solemnemente. Sea como fuere, el primer secretario del PSC no es ni mucho menos un novato en política y, de hecho, ha sido casi todo lo que se puede ser: concejal, diputado autonómico o nacional y ha ocupado diversos cargos orgánicos. En su caso, la experiencia es obligadamente un grado, no sólo porque durante varios años estuviera en el gabinete de Presidencia del Gobierno en Moncloa, sino porque además fue la persona que en su día acuñó para el exministro José Borrell el término "elecciones primarias", que ahora todos utilizan. Defiende con pasión el espíritu catalanista y federalista de su partido, dice no a la independencia, y asegura que Pedro Sánchez no será presidente del Gobierno a cualquier precio y "jamás pondrá en riesgo la unidad de España para ser investido".

La entrevista de...

La entrevista con Guillermo Fernández Vara se celebra en la sede socialista de la madrileña calle Ferraz. Llega solo, sin ningún asesor ni nadie de prensa que le acompañe, y prefiere reunirse con la periodista en la cafetería del edificio, sin necesidad de buscar una sala más discreta, en un momento en que las espadas en su partido siguen en alto. Es plenamente consciente de que su opinión es tenida muy en cuenta estos días y no sólo porque ha recuperado el poder en uno de los históricos feudos de su partido, sino porque en su día no apoyó la candidatura de Pedro Sánchez y sin embargo ha sido uno de sus hombres más leales, lo que le aporta un plus de legitimidad: "Defenderé al secretario general que elegimos hasta el último día de su mandato. Soy un hombre leal, aunque no sumiso". Tiene un discurso analítico, claro y diáfano y, haciendo honor a su profesión de médico forense, disecciona minuciosamente cada uno de los escenarios que han surgido tras el 20-D. Dice que una repetición de elecciones sería un fracaso para todos, que el PSOE jamás apoyará a un Gobierno del PP, pero ve factible que finalmente hubiera un Ejecutivo socialista gracias a la abstención de Ciudadanos y el PP. Reconoce que tiene dudas, pero afirma con rotundidad que, antes que renunciar a los principios para pactar con Podemos, los socialistas deberían irse a la oposición.