
Cuando le preguntas por su rutina diaria en estos tiempos, dice, sin más, que de lunes a jueves está en Madrid, donde desarrolla su actividad compatibilizando su puesto de líder de los autónomos con la vicepresidencia de CEOE y "el resto de la semana tengo mi centro de operaciones en Jerez, donde vivo con mi mujer y mis hijas", señala . Su jornada laboral, que se inicia a las siete de la mañana, se ha visto incrementada, y mucho, desde que se inició la pandemia, pero no se queja. Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) es desde 2004 la cara y la voz de los autónomos, el presidente de la Federación Nacional de Organizaciones de Autónomos (ATA), la más representativa de España integrada por unas 300 organizaciones tanto territoriales como sectoriales y ademas es vicepresidente de CEOE desde septiembre de 2019. Agente comercial de profesión, lleva la mitad de su vida emprendiendo. Dice alto y claro que al menos el 70% de los autónomos no aguantaría un confinamiento como el de marzo y "este país tampoco se lo podría permitir". Calcula que 100.000 autónomos se van a quedar en el camino durante este año. "A partir del 1 de octubre podemos ver un ERE silencioso que va afectar a cientos de autónomos cada día", señala.
Según el barómetro de septiembre de ATA, 1.600.000 autónomos han visto caer su actividad por encima del 60% en lo que va de año. ¿Esto es viable si sigue así?
Ya sabíamos que el confinamiento iba a pasar factura a los autónomos, porque muchos estuvieron los tres meses cerrados, y en estos momentos la situación esta incluso peor que a finales de mayo. Una gran mayoría va a tener muchas dificultades de liquidez, porque el colchoncitolo han ido gastando porque aunque ha habido ayudas y líneas de crédito, los gastos han seguido corriendo.
¿Y cuántos autónomos tienen cerrada su actividad completamente?
Calculamos que unos 340.000 autónomos están cerrados. Se han sumado los que no han podido abrir por las restricciones: hostelería, centros de mayores o de ocio infantil, el mundo de la música, audiovisuales, eventos, ocio nocturno, turismo, etc.
El Gobierno tiene que plantearse establecer las ayudas por cese extraordinario de la actividad en las mismas condiciones que lo hizo entre marzo y junio, porque estamos en las mismas circunstancias. Miles de autónomos ahora están en el aire, y si se les empuja un poco más se caen. Además, para ayudarnos se pueden prorrogar los Ertes en todos los sectores, no sólo en algunos, como pretende el Gobierno. ¿Alguien entiende que se queden fuera de los Ertes los autónomos que trabajan en la pirotecnia, los que fabrican trajes de comunión, los que se dedican a ferias y eventos, o quienes tienen una fábrica de cera? Esas actividades no están entre las que el Gobierno quiere ampliar los Ertes, y no se puede dejar a nadie en el camino, porque son empresas viables.
¿Por qué dice que ha fracasado la prestación por cese en julio?
La prestación por cese de actividad en julio ha fracasado porque ha dejado a muchos autónomos fuera, por ejemplo, a todos aquellos que llevaban menos de un año o también a los que han sido los dos últimos años beneficiarios de la tarifa plana. La prestación ha llegado a 150.000, cuando en julio había 250.000 que tenían todavía cerrado y por lo tanto no ha funcionado En marzo hubo 1.400.000 autónomos que se beneficiaron y ahora hay que poner en marcha la prestación para que de ese millón de autónomos que está en el alambre, al menos 600.000 reciban una ayuda extraordinaria.
¿Hasta dónde les ha dicho el Gobierno que puede llegar?
Hemos alcanzado un acuerdo con el Gobierno que aprobará este martes el Consejo de Ministros en el que por ejemplo aquellos autónomos que no tengan un año de antigüedad y aquellos que no se vieran directamente afectados por el cierre o por el rebrote, estén vinculado al mismo y puedan acceder a una ayuda. Se da la paradoja, por ejemplo, de que puede estar cerrado el ocio nocturno, pero el DJ puede trabajar, y sin embargo no tiene una discoteca donde ir a pinchar. Y por lo tanto no tiene trabajo. Otro caso similar ocurre con la prensa deportiva, puede trabajar, pero si las instalaciones siguen cerradas, los trabajadores de ese sector tienen mucha complicación.
¿Cuántos autónomos pueden desaparecer este año?
Un 9,9% de los autónomos, que son unos 300.000, confiesas en el último Barómetro de ATA que no van a poder aguantar. Somos conscientes de que con el acuerdo alcanzado con el Gobierno esta cifra se va a reducir. No obstante, creemos que 100.000 autónomos desgraciadamente se quedarán en el camino este año.
¿Seguimos siendo los autónomos los grandes olvidados, y una parte importante de la economía que sigue siendo silenciosa y olvidada?
A los autónomos se nos escucha, pero cuando cierra una empresa de mil trabajadores por cuenta ajena abren los telediarios con la noticia, ocupa todas las portadas de los periódicos, y de las radios, pero si un día cierran mil autónomos, lo hacen de forma silenciosa, y parece que a nadie le importe.
La prolongación de los Ertes se ha complicado y ni ustedes ni los sindicatos [cuando hacemos la entrevista] están de acuerdo con el Gobierno...
Nosotros lo que queremos es que las ayudas lleguen a las empresas que lo necesitan. El Gobierno se ha hartado de decir que no va a dejar a nadie atrás y le instamos a que cumpla su promesa. Con la propuesta que hay encima de la mesa el Gobierno sólo apoya a una serie de empresas, y a otras las deja fuera. Ese es el principal motivo de la discrepancia. De llevarse a cabo lo que pretende el Gobierno, la hostelería y el comercio quedarían muy dañados, y otros muchos sectores, como los eventos, la pirotecnia, la industria de la madera, el corcho y muchísimas actividades más.
"Los ertes deberían ser prorrogados automáticamente a todos los sectores hasta el 31 de enero"
Sin embargo fíjese, el Gobierno británico acaba de desenchufar los Ertes para acabar con lo que ellos llaman "trabajos zombis", y según dicen, proteger así a los empleos viables...
¿Quién es el Gobierno británico para saber qué trabajo y qué empresa es zombi? Yo pregunto, ¿una empresa de trajes de comunión que en febrero estaba vendiendo toda su producción y que ahora no vende nada es una empresa zombi? o ¿una empresa de pirotecnia que ha podido tener su facturación y ahora no vende ni siquiera un petardo es una empresa zombi? Yo en vez del modelo británico, me quedo mejor con el modelo de Alemania, que ha prorrogado los ERTES para todos los sectores, con el 100% de exoneración, hasta el 31 de diciembre del año 2021.
¿Usted también cree que los Ertes deben prorrogarse hasta el 31 de enero para salvar así las fiestas de Navidad?
Deberían ser prorrogados de forma automática a todos los sectores hasta el 31 de enero, pero teniendo en cuenta que el sector del turismo habría que ampliarlo hasta el 1 de abril, cuando empieza la Semana Santa.
¿Es verdad que se puede producir la mayor bajada de cotizaciones de autónomos de los últimos 10 años?
En estos momentos, sobre el papel, la cifra de afiliación a la Seguridad Social no ha tenido bajas de autónomos, pero eso es sólo un espejismo, ya que la mitad prácticamente tienen exoneradas las cotizaciones, o parte de las cotizaciones, con lo que a muchos autónomos les da igual estar de alta o de baja. Pero desgraciadamente a partir del 1 de octubre podemos ver un ERE silencioso que va a afectar seguro a cientos de autónomos cada día. Muchos autónomos, muchas empresas y muchos empleos se van a perder desgraciadamente este otoño.
Y si esto se alarga, ¿vamos camino de ser un país de subvencionados?, lo que puede ser letal para la economía...
Los autónomos, más que subvenciones, lo que quieren es trabajo. Nosotros no somos partidarios de subvenciones, pero lo que estamos viviendo es algo excepcional. Aquí hay dos posibilidades, o entre todos ayudamos a aguantar el chaparón, o al final destruimos gran parte del tejido empresarial, con el daño económico a la recaudación fiscal que conlleva. España tiene un problema de déficit fiscal, pero si se deja caer a los autónomos, del agujero vamos a pasar a un socavón, porque es más caro pagar prestaciones de desempleo y perder recaudación fiscal de las empresas, que pagar ERTES.
¿Qué supondría en estos momentos una derogación total de la reforma laboral, como pretenden Podemos y los sindicatos?
Ahora no es el momento de plantear la derogación de la reforma laboral. Las empresas lo que necesitan es tener flexibilidad. Si nuestro tejido empresarial ha bajado de media su facturación un 50% está claro que no se puede mantener el mismo nivel de plantillas que había en el mes de febrero, porque es inviable e imposible. Sería un error perder la flexibilidad que se contempla en la reforma laboral, aunque haya aspectos donde, dentro del diálogo social, se puede avanzar. Cuando llegue el momento se puede hablar de la ultraactividad del convenio y la prioridad del convenio sectorial sobre el convenio de empresa.
Y tal como está el patio, ¿podemos seguir con los presupuestos prorrogados de Montoro indefinidamente?
Para mí tener presupuestos ahora mismo no es lo más importante. En este momento el objetivo tiene que ser adoptar medidas eficaces que sirvan para salvar a los autónomos, las empresas y los empleos. No sabemos cómo va a terminar el año, y cómo va a ser el 2021, porque las circunstancias cambian de un día para otro. Ahora lo prioritario es no dejar caer a nadie, y eso se puede hacer, aunque no haya presupuestos. Es mejor no tenerlos que aprobar unos malos deprisa y corriendo.
¿Usted cree que vamos a poder levantar cabeza o tendremos también un 2021 complicado, aunque nos lleguen las ayudas de la UE?
España siempre levanta cabeza, lo que pasa es que tal vez hemos pecado de optimismo, pensando que íbamos a salir de esta en el 2021, cuando, como bien dice el Banco de España, hasta el 2023 vamos a tener una situación complicada. España siempre es capaz de salir adelante, pero para hacerlo necesitamos que la senda del B.O.E. sea la adecuada.
"No es el momento ni de subir impuestos ni cotizaciones, sino de ayudar al consumo y a las empresas"
¿También usted cree como muchos empresarios que tener a Podemos en el Gobierno está complicando las cosas en materia económica?
No voy a entrar a calificar al Gobierno, pero si me gustaría que el B.O.E. tuviera menos de ideología política y más de gestión económica que es lo más importante en estos momentos para toda la sociedad.
Sea como fuere, ¿qué le parece una subida de impuestos como quiere la mitad del Gobierno?
Ahora no es el momento ni de subir los impuestos ni de subir las cotizaciones, sino al contrario, se trata de ayudar al consumo, a la demanda interna y a las empresas. Ahora toca bajar los impuestos y las cotizaciones. Sinceramente no entiendo como no se ha puesto en marcha ya una deducción fiscal para todas las familias que hagan obras, reformas, de pintura, compra de mobiliario, de material informático, etc. Eso estimularía el consumo, y de paso se combatiría la economía sumergida, uno de los grandes problemas de este país.
En resumen, que usted la bajada de impuestos anunciada en Andalucía y en Madrid el parece bien...
Sí. Yo apuesto por bajar los impuestos, y las cotizaciones, y en aquellos sitios donde no se puedan bajar, optaría por mantenerlos, estableciendo exenciones fiscales y ayudas a determinados sectores. Por ejemplo, entiendo que el IVA habría que bajarlo a la hostelería, al turismo, a las peluquerías, a los gimnasios, etc. Me parece muy bien medidas como las que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía, ofreciendo un bono para los andaluces que vayan a los hoteles durante los próximos 6 meses. Ese tipo de iniciativas son importantes, como que los Ayuntamientos eximan del pago de las tasas de ocupación de vía pública por las terrazas. Todas las Administraciones deben arrimar el hombro.
"El 70% de los autónomos no aguantarían un confinamiento como el de marzo, y el país tampoco"
¿Y cómo debería regularse el teletrabajo para su sector?
Muchos autónomos están teletrabajando: desde periodistas a abogados, economistas, asesores fiscales, graduados sociales, gestores, etc. De todas formas, la ley debe ser estructural más que coyuntural, porque el teletrabajo ha venido para quedarse. Aunque también es cierto que para nosotros tiene otra cara muy complicada. Muchos autónomos de los centros de las ciudades están pasando por serias dificultades, porque muchas de las oficinas están cerradas, y claro, eso ha dado al traste con los restaurantes de menú del día, los comercios, etc. Eso hay que tenerlo en cuenta.
¿Este país se puede permitir otro confinamiento total o económicamente seria la ruina?
Desde luego el 70% de los autónomos no aguantarían un confinamiento como el que tuvimos en marzo otra vez, y el país tampoco se lo puede permitir.
"Las declaraciones incendiarias de miembros del Gobierno son una vergüenza"
Pues, ¡menudo espectáculo están dando los políticos!¿Es tolerable este nivel de enfrentamiento ideológico cuando cada día mueren cientos de personas?
El espectáculo de enfrentamiento y crispación que están dado los políticos es bochornoso. Mire, a las patronales y organizaciones de autónomos y los sindicatos nos separan muchas cosas, pero cuando hay que trabajar por el país siempre buscamos los puntos de encuentro. A mí me gustaría mucho que en estos momentos se dejara a un lado las discrepancias y se recuperara el espíritu de la Transición, aunque algunos están intentando utilizar esa Transición para destruir más que para coser. Los políticos deberían tomar nota del diálogo social y ponerse de acuerdo en lo que es importante, porque el COVID-19 no entiende de ideologías.
¿A usted qué le parece que se haya excluido al Rey del acto de los despachos a los nuevos jueces sin que el Gobierno haya dado ningún tipo de explicación?
Me parece fatal. Un despropósito. Y las declaraciones incendiarias de miembros del Gobierno una vergüenza. Los españoles y nuestras instituciones necesitan más respeto.
Sea como fuere, la crisis en España no es sólo sanitaria o económica, también hay una crisis profunda de las instituciones. ¿Eso es preocupante?
Ahora es el momento de la gestión sanitaria y económica, y algunos lo que intentan es destruir nuestras instituciones, que han hecho de España un país serio, y creíble. Este tipo de cosas alejan cada vez más a los políticos de los ciudadanos. El discurso político no tiene nada que ver con las necesidades reales que tiene los ciudadanos, y eso tarde o temprano terminara pasándoles factura.