En la actual situación de crisis económica, muchos empresarios se resisten a pronunciar las tres temidas palabras: concurso de acreedores. La nueva moratoria aprobada por el Gobierno mediante el Real Decreto-ley 34/20201 retrasa hasta marzo de 2021 la obligación de declararse en concurso de manera voluntaria. Estas nuevas medidas van a fomentar que muchos empresarios asuman, de forma errónea, que cuanto más tarde se declare la insolvencia, mejor. Pero nada más lejos de la realidad.