Los sectores de construcción e inmobiliario viven un momento de demanda constante de nueva infraestructura, gracias sobre todo a las iniciativas gubernamentales y de las empresas constructoras. La creciente demanda de viviendas en zonas urbanas, el aumento de las actividades de desarrollo de infraestructura y una mayor modernización y renovación de los edificios para mejorar su eficiencia energética están ayudando a impulsar la actividad.