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Las mejores ofertas en depósitos a un año resisten con rentabilidades en el entorno del 3%. Después de varias semanas en las que los recortes han sido continuos, en los últimos días ningún banco ha revisado a la baja la remuneración de estos productos, y esto significa que nueve conservan rentabilidades de al menos el 3% a doce meses.

Openbank acaba de presentar el primer modelo basado en inteligencia artificial capaz de predecir el precio que tendrá una compañía dentro de 1, 3, 6 y 12 meses. Gonzalo Pradas, director de Openbank Wealth, defiende que la idea es atraer el hype que hay con la inteligencia artificial y reconducirlo hacia algo tangible, como es esta nueva herramienta, que tiene por objetivo ayudar a invertir a sus clientes.

Era cuestión de tiempo que la inteligencia artificial llegase al mundo de la inversión. Openbank se ha convertido en la primera entidad española en utilizarla para ofrecer a los clientes de su bróker precios objetivos de más de 1.000 compañías europeas y americanas que se actualizarán diariamente.

El apetito por la renta fija continúa, a pesar de que el año ha empezado con caídas para este activo. Los fondos de inversión de deuda encadenan diez semanas consecutivas de entradas de dinero, según un informe de Bank of America, que refleja que sólo en la semana que terminó el pasado 21 de febrero los inversores europeos aportaron más de 7.600 millones de dólares a estos fondos -la cantidad más elevada desde mediados de 2020-. En el año, las entradas de dinero ascienden a 41.200 millones de dólares.

Aunque la renta fija es uno de los activos favoritos de este año, el precio de la mayoría de bonos cae y la deuda pública es una de las más penalizadas, junto a los bonos ligados a la inflación. Según los índices de Bloomberg y Barclays, los bonos soberanos dejan pérdidas que ascienden al 3,5% este año. Son el reflejo de cómo se han desinflado las expectativas sobre los futuros recortes en los tipos de interés.

El endurecimiento en las políticas monetarias de los bancos centrales golpeó a un tipo de compañía que históricamente ha sido una importante fuente de rentabilidad en bolsa. Se trata de las empresas de pequeña capitalización, que por definición son más sensibles a los tipos de interés, porque suelen estar más endeudadas para crecer, y a la evolución de la economía. Sólo en 2022, el año en el que oficialmente comenzaron las subidas de tipos, el MSCI Small Cap se desplomó un 20% en su peor ejercicio desde 2008. El año pasado tampoco empezaron con buen pie, pero hubo un punto de inflexión a partir de octubre, coincidiendo con el cambio de mensaje de los bancos centrales acerca de que los tipos habían tocado techo. Este es precisamente el principal catalizador que juega a su favor ahora, y que podría hacer que las small caps salgan de su letargo en este 2024 a medida que bajen los tipos. Una forma de tomar posiciones ya es a través de fondos especializados en estas compañías que han demostrado consistencia con sus rentabilidades.

Los depósitos pierden atractivo rápidamente. Y ya no sólo porque sus rendimientos estén bajando, que también, sino porque la rentabilidad real que se obtiene ya con las mejores ofertas a un año vuelve a ser negativa si se tiene en cuenta el impacto de la inflación. Desde hace semanas la banca está revisando a la baja los intereses que paga en sus plazos fijos, hasta dejarlos en el entorno del 3%. Es difícil conseguir algo más, salvo en la negociación individual, y esta rentabilidad ya no es suficiente para batir a una inflación en el 3,4%.

Los depósitos con rentabilidades al 3% serán cada vez más excepcionales, incluso para los clientes de mayor patrimonio, que hasta ahora se han beneficiado de plazos fijos que en muchos casos triplicaban la rentabilidad conseguida por los particulares fuera de los grandes bancos. El máximo responsable de una entidad de banca privada en nuestro país asegura que ni siquiera las grandes fortunas podrán renovar depósitos al 3% en los próximos meses. Aunque el sector defiende que todavía habrá margen para la negociación individual, hay cierto consenso en que esta será la tendencia a partir de ahora salvo que se produzca un cambio sustancial, e inesperado, en las expectativas de tipos de interés.

Las gestoras son optimistas: el ahorro privado para la jubilación volverá a crecer este año. Y lo hará, sobre todo, en la pata de los planes de pensiones de empleo -es el pilar que busca impulsar el Gobierno, a costa desincentivar los individuales al rebajar su atractivo fiscal-. Según las perspectivas de Inverco, el patrimonio de este segundo pilar volverá a superar los 37.000 millones a cierre de este año, una cifra vista por última vez en 2021.

En renta fija también existen gestores capaces de generar valor en cualquier contexto. Sus nombres no son tan conocidos como el de algunos gestores de renta variable, a pesar de que los españoles invierten, en líneas generales, más dinero en deuda que en bolsa. Pero esos gestores están al frente de fondos que ya han dejado atrás la tormenta que ha azotado a la renta fija en el pasado, y lo han hecho con rentabilidades anualizadas de entre el 1,5% y el 4% en los últimos cinco años, un periodo en el que el precio de la deuda global todavía arrastra una caída próxima al 6%. Las consiguen incluso aunque el año no ha empezado bien para este activo.