El sector retail es uno de los más impactados en un contexto inflacionario como hacía tiempo que no vivíamos, inmerso en un aumento de los costes de la energía y del transporte y de importantes tensiones en la cadena de suministro derivadas de la pandemia. Un cóctel explosivo al que se añade un comprador que ha cambiado sus hábitos de consumo, y que además ha visto reducido su poder adquisitivo. Un escenario que invita a tomar decisiones valientes.