Redactora de elEconomista

En el baile en el que están sumidos Europa y Wall Street a lo largo del año no siempre ha marcado los pasos el mismo mercado. La superioridad con la que comenzó el EuroStoxx 50 este ejercicio respecto a su homólogo americano se tornó con la irrupción de la guerra en Ucrania. Sin embargo, en abril, el termómetro continental volvió a coger ventaja respecto al S&P 500. Pese a ello, los descensos que se han producido los últimos días han dejado a sendos indicadores empate.

A una semana de julio o, lo que es lo mismo, antes de que dé comienzo la temporada alta de dividendos, todavía queda margen para hacerse con algunos pagos atractivos. Y el caso de Repsol es uno de ellos. El 3 de julio será el último día para la negociación de las acciones con derecho a percibir el dividendo de la compañía, el cual será de 0,33 euros por título, que a precios actuales ofrecen una rentabilidad del 2,4%.

Aquel proverbio que dice que de cada crisis surge una nueva oportunidad vuelve a resonar con fuerza tras el nerviosismo que ha dominado los mercados en las últimas semanas. El anuncio del alza de los tipos de interés en 25 puntos básicos del Banco Central Europeo –el pasado 9 de junio– sumado al preocupante dato de la inflación en Estados Unidos (de un 8,6% en mayo, la cifra más alta desde 1981), junto con la última subida de 75 puntos básicos de la Fed –el pasado miércoles– despertó el temor por un posible mayor endurecimiento de las políticas monetarias en un intento por controlar la situación que pueda dañar la economía. Un miedo que ha bañado de rojo las principales plazas europeas pero que, de momento, no se ha traducido en un tijeretazo en la estimación de beneficios de las bolsas continentales.

El temor a un mayor endurecimiento de las políticas monetarias para que la situación macroeconómica no derive en un escenario de estanflación empuja a las plazas europeas a registrar correcciones superiores al 16%. La referencia española, que lleva mostrando una mayor fortaleza que sus pares en meses anteriores, tampoco se libra del miedo que ha conquistado los parqués, y desciende un 7,4% en 2022. Sin embargo, una vez más las turbulencias muestran la otra cara de la moneda, y ya hay cinco firmas del Ibex 35 que ofrecen una rentabilidad por dividendo superior al 8%.

Que el anuncio de la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo no fuera una sorpresa –ya que venía barruntándose desde hacía semanas– no le salvó de caer como un jarro de agua fría sobre el Ibex, con Banco Santander y BBVA como los valores que más restan, en proporción, al selectivo nacional desde entonces.

Quedan pocos días para poder meter en cartera al rey del dividendo de España. El próximo viernes, 17 de junio, es la fecha tope para poder hacerse con los 0,24 euros brutos por acción que abonará Atresmedia el próximo 22 de junio, que rentan un 6,2% a los precios actuales.

Los mercados europeos amanecieron en vilo en la jornada del jueves, con tímidas caídas que se acentuaron, aunque no de forma dramática, tras conocerse la decisión del BCE de la subida de los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio y de otro segundo alza -quizás más agresivo- en septiembre.

El viento está soplando a favor de Indra este año, que cerró el primer trimestre con resultados que superaban incluso los cosechados antes de la pandemia y sigue aguantando en esta tónica. Sin ir más lejos, en lo que va de junio, ya es el segundo valor que más rebota del mes, solo por detrás de Repsol, con una subida del 7,3%.

La rentabilidad del bono estadounidense con vencimiento a 10 años, el activo libre de riesgo de referencia en todo el mundo, vuelve a rebasar la barrera del 3%. En lo que va de año, el T-Note solo superó esta rentabilidad a principios de mayo. Concretamente, el día 5 de ese mes, cuando alcanzó el 3,12%, los máximos del ejercicio hasta ahora.

Ya en el ecuador de un año que, por ahora, está dando poca tregua a los mercados globales, con una inflación galopante que no ha hecho sino acrecentarse con el estallido del conflicto en Ucrania, son muchos los inversores que siguen buscando refugio en el ciclo (banca y petróleo) y que dejan fuera de su apuesta a la industria acerera. Así se refleja en la última renovación de la cartera de Eco10 –el índice de ideas de calidad que elabora elEconomista con la colaboración de 50 firmas y calculado por Stoxx–.