OpenAI se ha pegado un tiro en el pie con la destitución de Altman, que ha dado lugar a cuatro días de infarto en los que la compañía de ChatGPT se está jugando su trono en la industria, sus clientes y su valoración de 86.000 millones de dólares. Microsoft se perfila como la gran beneficiada de esta crisis que, en última instancia, puede generar una transformación en la cadena de valor de la inteligencia artificial (IA).