OpenAI se ha pegado un tiro en el pie con la destitución de Altman, que ha dado lugar a cuatro días de infarto en los que la compañía de ChatGPT se está jugando su trono en la industria, sus clientes y su valoración de 86.000 millones de dólares. Microsoft se perfila como la gran beneficiada de esta crisis que, en última instancia, puede generar una transformación en la cadena de valor de la inteligencia artificial (IA).

El euríbor a 12 meses ha bajado del 4% en su cifra diaria de este viernes. La referencia se coloca en el 3,991% tras descender cuatro puntos básicos o un 1,04% desde ayer y situarse bajo dicha cota por primera vez desde el 15 de junio. Pese a los descensos recientes, el indicador sigue cerca de máximos de 2008. El actual retroceso refleja la tregua que se están tomando los costes de financiación tras las pausas de la banca central y darse por hecho que las subidas de los tipos de interés han finalizado.

Nvidia es la mejor compañía de Wall Street. Con un rally del 234% en lo que va de año, es la que mejor ha rendido del S&P 500 y del Nasdaq 100. La de chips acaba de firmar un nuevo máximo histórico y un récord de subidas tras cerrar diez sesiones consecutivas en verde. Sus acciones ya rozan los 500 dólares, ostenta su mejor consejo de compra y ningún analista recomienda vender el título. La firma de Santa Clara tiene potencial para rato y su racha parece literalmente imparable.

La mayor petrolera de Occidente, ExxonMobil, ha empezado a trabajar en una planta de producción de litio al suroeste de Arkansas, en Estados Unidos, con el objetivo de comercializar el conocido como "oro blanco" en 2027, según ha anunciado este lunes la compañía en un comunicado. La firma pretende convertirse en uno de los mayores proveedores de esta materia prima.

Panamá lleva paralizada casi tres semanas por una mina de cobre en el país, que es también una de las mayores de Latinomérica. Los ciudadanos encadenan protestas desde el 20 de octubre contra la extensión de la actual concesión porque consideran que daña sus recursos naturales. El caos es tal que, en estos días, se han modificado las leyes, se ha convocado y desconvocado un referéndum para que los panameños decidieran sobre el futuro del yacimiento y miles de turistas han cancelado sus viajes a la nación centroamericana. El desastre político y económico es total.

El primer ministro portugués, António Costa, ha dimitido tras ser investigado por corrupción en la adjudicación de proyectos de litio e hidrógeno. Tras ocupar el cargo desde 2015, el escándalo por dos minas de litio al norte del país, muy cerca de la frontera con Galicia, y por un proyecto de hidrógeno verde en Sines, al suroeste, ha acabado con el Gobierno luso.

Australia es el mayor productor de litio del mundo, lo que ha desatado una pugna por el control de su mercado. Muchas compañías nacionales tienen permisos de exploración y explotación que están llamando la atención de grandes compañías e inversores de todas partes. Sin embargo, los multimillonarios australianos están poniendo obstáculos a la entrada de extranjeros en las firmas nacionales.

El Banco Central Europeo (BCE) ya ha enfriado la economía de la eurozona, pero la Reserva Federal (Fed) no lo ha conseguido todavía. Sin embargo, los expertos avisan de que no se debe cantar victoria en lo que se refiere al aterrizaje suave de la primera economía del mundo, pese a que la recesión esté tardando más en llegar y no se hayan cumplido los vaticinios previos. Estados Unidos va a seguir los pasos de Europa en cuanto a la caída del consumo o la debilidad de los resultados empresariales, aunque el mercado todavía no lo esté reflejando. Las bajas primas de riesgo de la bolsa y del crédito al otro lado del Atlántico son falsas señales y, su PIB, también.

Los elevados tipos de interés se han fundido el exceso de ahorro acumulado desde la pandemia que usaban las familias para el consumo privado. Los elevados costes de financiación han cambiado las dinámicas de tesorería de las familias y su gasto, a favor de la inflación y del Banco Central Europeo (BCE). El propio organismo ha avisado de que ya no será ese dinero el que sostenga la economía de la eurozona, ya que una gran parte está invertido en activos ilíquidos o está guardado ante la expectativa de que vengan tiempos peores, el ahorro del miedo.

La quiebra de WeWork es inminente. Tras incumplir los pagos a sus bonistas, estos le han concedido unos días más de periodo de gracia, aunque el suyo parece un final anunciado. Su imperio de oficinas llegó a estar valorado en 47.000 millones de dólares y ahora se reduce a los 137 millones de capitalización. La pandemia y el teletrabajo, los elevados tipos de interés y la crisis del inmobiliario comercial están dando la estocada final a la firma de co-working.