
Australia es el mayor productor de litio del mundo, lo que ha desatado una pugna por el control de su mercado. Muchas compañías nacionales tienen permisos de exploración y explotación que están llamando la atención de grandes compañías e inversores de todas partes. Sin embargo, los multimillonarios australianos están poniendo obstáculos a la entrada de extranjeros en las firmas nacionales.
El mes pasado, la persona más rica de Australia, Gina Rinehart, consiguió impedir la compra de la estadounidense Albemarle a la local Liontown. Su boicot consistió en hacerse con una posición elevada en esta última para lograr el derecho a votar en contra de la operación en la junta de accionistas. Así, la firma que preside, la también minera Hancock Prospecting se hizo con el 19,9% de Liontown. Aunque no es una participación suficiente para vetar la operación por sí misma, con un poco más de apoyo de cualquier otro accionista resultaba fácil impedir la transacción. Albemarle terminó retirando la oferta a Liontown.
Ahora, Rinehart está repitiendo el mismo proceso con la chilena SQM, una de las mayores compañías de litio, y la australiana Azure Minerals. Hace menos de dos semanas, la primera anunció un acuerdo de adquisición de la segunda. Dos días después, la firma que preside la multimillonaria, Hancock Prospecting, se hizo con una participación del 18% en su 'compatriota', como hizo público entonces.
Una semana después, la también australiana Mineral Resources anunciaba un 12% en Azure Minerals. Entre ambas posiciones, el 30% conjuntamente, las dos empresas sí pueden oponerse a la compra de SQM. Otro magnate del país, Chris Ellison, está detrás de este movimiento, ya que dirige la firma Mineral Resources. Está entre las 50 personas más acaudaladas de su tierra, según la lista Forbes. Si Ellison y Rinehart votan en contra, la chilena no podrá hacerse con el control de la australiana, en la que ya tiene una posición del 20%, siendo la mayor propietaria hasta la fecha.
Cuando Hancock Prospecting anunció el 18% de participación en Azure Minerals, explicó que se debe al proyecto de litio de esta última, 'Andover lithium project', al oeste de la isla. De momento, está en fase de exploración. Su rival chilena también mencionaba este emplazamiento entre las razones de la compra.
Cuando SQM hizo público que había llegado a un acuerdo para hacerse con el control de Azure Minerals, desató un rally del 43% en sus acciones, hasta llevarlas al precio de la oferta de compra, 3,5 dólares australianos. En lo que va de ejercicio sus títulos se han revalorizado un 1.116,1%. Es decir, su precio está cerca de multiplicarse por 20.
Liontown también vivía un momento dulce en bolsa hasta la intromisión de Rinehart. Cuando Albemarle tuvo que renunciar a seguir adelante con la operación, ese ascenso quedó parcialmente frustrado. Pese a todo, su revalorización desde que empezó el ejercicio es del 22%.
Aunque las mayores reservas de litio están en Latinoamérica, Australia es el mayor productor del mundo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). En 2022, acaparó casi el 47% de la producción global. Es el segundo país con más reservas por detrás de Chile, que quiere nacionalizar el litio. De ahí el interés que despierta la isla oceánica, tanto del capital nacional como extranjero. Los multimillonarios patrios se resisten a facilitar la entrada de empresas internacionales, lanzando contraataques a sus planes de compra. Falta por confirmar si la oferta para Azure Minerals puede seguir adelante.
El litio es considerado como el 'oro blanco', ya que es necesario para fabricar baterías para coches eléctricos. A finales del año pasado, la materia prima alcanzó su máximo histórico. Aunque los precios han caído recientemente por la menor demanda de China, se considera una recurso natural estratégico.