Redactor de Macro en elEconomista

España deberá aumentar su gasto en defensa en 27.402 millones de euros para cumplir con el nuevo listón del 3% impuesto por la OTAN. Antes, deberá cumplir con el compromiso del 2% del PIB. Sin embargo, la presión del presidente de EEUU, Donald Trump, podría forzar al Gobierno a tener que redoblar su esfuerzo. “Les digo que si no reaccionan a mis llamadas, podrían recibir llamadas de un hombre en Washington, que podría exigir menos tiempo en lo que quiere lograr. Entonces, si no soy yo, podrían recibir llamadas de algunos otros”, dijo el pasado jueves el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte. El neerlandés asume la exigencia de Trump e impone el próximo verano, como la fecha límite para alcanzar el objetivo.

En plena polémica entre María Jesús Montero y Yolanda Díaz por el interés de Hacienda de que el SMI tribute en el IRPF, la comparativa europea muestra cómo el Ministerio ya ha sacado un gran provecho de la no deflactación de los impuestos directos. Entre 2021 y 2023, los años más duros de la crisis de la inflación, los ingresos públicos en España aumentaron en torno a 3,7 puntos porcentuales del PIB, frente a los 0,7 puntos porcentuales de la media de la Unión Europea. "La brecha de la presión fiscal respecto a la media europea se ha reducido así a la mitad en tres años, pasando de unos seis puntos de PIB a menos de tres", explica un informe elaborado por el think tank estadounidense, especializado en fiscalidad Tax Foundation. El motivo más destacado según sus autores, los economistas españoles Santiago Calvo y Diego Sánchez de la Cruz, es la menor aplicación de medidas fiscales que el Gobierno tomó para corregir el alza del IPC, en comparación con las llevadas a cabo en el resto de sus socios comunitarios. En concreto, desde 2021, Moncloa se limitó a amortiguar el golpe fiscal procurado por el incremento de los precios con rebajas selectivas del IVA para la electricidad y el gas, a las que después se añadieron las dirigidas a reducir el impacto del coste de los alimentos básicos.

Andalucía se convierte en la primera comunidad autónoma del PP que reconoce que acatará la situación creada por Hacienda al obligar por primera vez a tributar en el IRPF a los beneficiarios del SMI. Pese a que el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, quiere plantar batalla en este ámbito, la consejera andaluza, Carolina España explica a elEconomista.es que "no podemos rebajar los tipos del tramo autonómico del IRPF de modo que afecte solo a los perceptores del SMI", y tendrían que extender la medida a todos los contribuyentes. En el Ministerio de Hacienda argumentan, en la misma línea, que esa extensión costaría 2.000 millones a las arcas estatales. Más allá del SMI, España se prepara para un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que promete ser especialmente tenso. El 26 de febrero, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, lanzará al fin su propuesta sobre el sistema de quitas de deuda que las regiones tienen con el Estado a través del FLA. "Lo hace para blanquear las cesiones al independentismo", afirma

Sumar continúa con su estrategia de presión sobre el PSOE y registra una proposición no de ley (PNL) en el Congreso en la que insta al Ejecutivo a “extender los permisos por nacimiento y cuidado de niñas y niños hasta las veinte semanas para ambos progenitores”, desde las dieciséis semanas actuales. La medida está incluida en el acuerdo de Gobierno firmado días antes de la investidura de Pedro Sánchez, en el que ambas formaciones también se comprometían a hacer efectiva la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales en 2025 o la subida del SMI acompasado al 60% del salario medio.

El Gobierno logra impulsar el nuevo decreto ómnibus en el Congreso de los Diputados, con el único voto en contra de Vox. El texto incluye la revalorización de las pensiones, la prórroga de los descuentos al transporte o las ayudas a la DANA y a los afectados por el volcán de La Palma. La primera versión del paquete de medidas que fracasó el pasado 22 de enero bajo el rechazo de Junts y PP. "Sé que es difícil cambiar el sentido del voto del no al sí. Y más después de haber sido tan vehementes en las defensas de unos argumentos que han resultado ser tan absolutamente falsos que ustedes mismos han abandonado", ha dicho el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, dirigiéndose a la bancada popular. Los de Núñez Feijóo argumentaron su voto en contra al primer decreto por su rechazo a los efectos de la suspensión de los desahucios sobre los pequeños arrendadores y a la cesión de un palacete de titularidad pública en París al PNV. Todas estas medidas, se mantuvieron en la nueva versión del decreto que –ahora sí- ha contado con el aval del Partido Popular.

El Gobierno, que ayer confirmó que no actualizará la exención a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), arroja un salvavidas parlamentario al Partido Popular, que hoy asumía el delicado papel hacer virar su discurso para defender el voto a favor sobre un decreto –el ómnibus- que rechazó hace semanas en el Congreso. Buena parte de los grupos parlamentarios, ubicados en el bloque de coalición, de investidura y de la oposición, han afeado la decisión impuesta por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que se ha aferrado -en solitario- a la subida acumulada del salario mínimo desde la llegada de Sánchez a la Moncloa. "Es evidente quién ha pensado en la clase trabajadora en estos siete últimos años", apuntan fuentes socialistas, que recuerdan que desde 2018, el SMI ha crecido un 61%, "muy por encima del alza del 15% decretado por el anterior Gobierno de Rajoy", añaden.

Sumar apremia al PSOE a integrar la prestación universal por hijo de 200 euros al mes en la ley de acompañamiento al proyecto de Presupuestos de 2025, que los socios de Gobierno siguen negociando a contrarreloj. Los de Díaz se han visto obligados a reducir el rango de la medida. En un principio propuso que beneficiara a más de 7,7 millones de menores de 18 años, pero el enorme impacto -de 1.547 millones de euros mensuales- hizo que Sumar redujera el límite hasta los seis años. Esto reducirá el número de beneficiarios a los 2,68 millones, y el coste total a los 536 millones de euros al mes. "No es admisible que España sea la cuarta mayor economía de la UE, y que siga teniendo niveles tan altos de pobreza infantil", dijo la pasada semana Carlos Martín, portavoz de Economía y Hacienda de Sumar en el Congreso de los Diputados. La formación tratará de elevar el límite de la prestación hasta los 18 años en el futuro. "La intención es ampliar progresivamente esta ayuda hasta los 18 años de edad", afirman desde Sumar.

El Gobierno deberá afrontar un gasto de 24.185 millones este año dentro del marco de los compromisos presupuestarios adquiridos con la UE y con la OTAN, la cifra es algo mayor a la que dedicó España a pagar las prestaciones por desempleo en 2023. Los Presupuestos para 2025, que Bruselas quiere convertir en un muro de contención ante el asedio iniciado por Donald Trump desde EEUU, implican un incremento de la inversión comunitaria en defensa y transición ecológica. Las Cuentas, financiadas en parte por los propios Estados miembro, demandarán de una contribución de España por encima de los 13.585 millones que ya fueron aportados el año pasado. A ello, se suma el aumento presupuestario en Defensa, que exige la Alianza Atlántica. Moncloa deberá elevar el gasto del 1,28% actual al 2% del PIB, un alza estimada que se traducirá en una subida adicional de 10.600 millones de euros. Para ello, es imprescindible que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, logre presentar cuanto antes el proyecto de Presupuestos, y reunir la mayoría parlamentaria suficiente como para aprobarlos en el Congreso.

El Gobierno pronostica una desaceleración del alza de las exportaciones a partir de este mismo año, cuando pasarán a crecer al 2,3%, desde el 2,9% registrado en 2024, según recoge la actualización del cuadro macroeconómico aprobada por el Consejo de Ministros. El empeoramiento de las expectativas se produce en plena guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump, que amenaza ahora con extenderla sobre la Unión Europea, un riesgo que Economía no ha incluido en la revisión de las previsiones, sobre las que redactará el proyecto de ley de Presupuestos.

El Gobierno revisa dos décimas al alza sus previsiones de crecimiento de la economía para 2025, hasta el 2,6%, como consecuencia del efecto arrastre generado por el cierre de 2024. El PIB cerró el año pasado con un avance del 3,4%, tras crecer un 0,8% en el cuarto trimestre. Ese viento de cola permitirá -según el ministro de Economía- sumar un 1,2% a la tasa de crecimiento este año.