Economía

Moncloa prevé una desaceleración de las exportaciones de seis décimas en plena guerra comercial

  • El nuevo cuadro macro anticipa una aportación negativa de la demanda externa al PIB
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo | EP

El Gobierno pronostica una desaceleración del alza de las exportaciones a partir de este mismo año, cuando pasarán a crecer al 2,3%, desde el 2,9% registrado en 2024, según recoge la actualización del cuadro macroeconómico aprobada por el Consejo de Ministros. El empeoramiento de las expectativas se produce en plena guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump, que amenaza ahora con extenderla sobre la Unión Europea, un riesgo que Economía no ha incluido en la revisión de las previsiones, sobre las que redactará el proyecto de ley de Presupuestos.

De hecho, los números difundidos el martes por Economía son más pesimistas que los incluidos en el último informe de previsiones elaborado por el Banco de España. El organismo pronosticaba que las exportaciones se mantendrían con una tasa de crecimiento cercana al 3% tanto en 2025, como en 2026. Sin embargo, el indicador perdió fuerza en la recta final de año, cerrando 2024 con un avance del 2,9%, cinco décimas por debajo de lo esperado por los de José Luis Escrivá. El desgaste podría ser mayor este 2025, si la errática política comercial de Trump alcanza a los bienes y servicios españoles que cada año se intercambian con Washington. El departamento dirigido por Carlos Cuerpo, prevé que la aportación de la demanda externa comience a ser negativa tanto este año como el que viene, al restar un 0,3% y un 0,4% al PIB, respectivamente.

En el centro de la incertidumbre se sitúa el sector agroalimentario español, que ya sufrió las consecuencias de los aranceles de hasta el 25% que el republicano aplicó sobre los productos europeos durante su primer mandato. Aunque sin duda, son los sectores de los bienes de equipo y de las manufacturas los que mayores cantidades mueven cada año. En 2023 España exportó productos por valor de 18.904 millones de euros; de ellos 11.202 millones -el 60%- correspondieron a estos por tipos de productos. "Estos datos consolidan a EEUU como el segundo mercado más relevante para el sector español fuera de la Unión Europea, sólo por detrás del Reino Unido", recuerda LLYC, en un informe sobre las consecuencias económicas de la era Trump. La consultora señala a las carnes, pescados y mariscos, y al aceite, como los sectores clave en la relación comercial.

Por contra, las importaciones de EEUU son determinantes para la economía española. Washington se consolidó como la tercera fuente de gas natural (GNL) en 2024. Un 16,6% de la energía comprada al exterior procede del país, según los datos de Enagás. La llegada de Trump también amenaza con alterar los números. "Su enfoque desregulatorio hacia los combustibles fósiles podría impactar a la baja en los precios del gas y petróleo, intensificando los suministros a Europa y reforzando la dependencia europea de combustibles fósiles estadounidenses", apunta el documento difundido por la consultora. Bruselas ya planteó el pasado noviembre elevar las compras de gas estadounidense, al contar –hasta ahora– con un coste menor.

España reclama una respuesta de la UE

El Gobierno se adscribe al bloque de socios europeos que reclaman a la Comisión Europea una estrategia de blindaje contra la posible guerra comercial que la política de aranceles impuesta por Trump podría generar. "No hay ningún ganador en una guerra comercial, todos perdemos, especialmente cuando la alimentación es lo que está en juego, porque cuando al final ocurren esas guerras comerciales, los que más sufren las consecuencias siempre son los más vulnerables, los que menos recursos económicos tienen", señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez el pasado jueves.

El mensaje ya fue adelantado un día antes por la número dos del Ejecutivo. María Jesús Montero apostó por una Europa "más fuerte. "Por lo que apostamos es por hacer una Europa más fuerte, una Europa que permita ser un proyecto colectivo que sea capaz de plantear el sentido común en este orden internacional y que no asistamos a estos sobresaltos que tenemos cada día a raíz de determinados acontecimientos", dijo la también ministra de Hacienda en declaraciones a Antena 3.

Moncloa es consciente del efecto que la imposición de aranceles tendría sobre las exportaciones españolas. "Un aumento de los precios supondría un golpe absolutamente devastador" en la economía familiar, reclamó Sánchez, que insistió en que "ahora más que nunca Europa, la Unión Europea, debe estar preparada y mostrar esa unidad para responder a cualquier eventualidad", aseguró marcando la posición de España. Cabe recordar, que el sector agroalimentario es uno de los que más ha acusado las consecuencias de la reciente crisis de la inflación.

Más mercado interno

La nueva ola de amenazas arancelarias ha abierto un profundo debate dentro de la Unión Europea. Los expertos afirman que la única manera de sortear la incertidumbre comercial iniciada por la segunda era Trump pasa por "diversificar sus socios comerciales y fortalecer el mercado interno para asegurar un crecimiento sólido", apuntan desde LLYC.

En sus recientes informes, tanto Enrico Letta como Mario Draghi, insistieron en que las autoridades europeas deben completar su ambición de formar una "unión de mercados de capitales" para reducir las barreras a la inversión transfronteriza. También sostienen que los gobiernos deberían flexibilizar las restricciones a los grandes inversores institucionales y crear incentivos para que esas empresas asuman más riesgos.

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