
Pese a la sintonía manifestada en público en los últimos días y a las voces que reclaman un pacto con Sumar para zanjar la polémica sobre la obligación de que los trabajadores que cobran el SMI empiecen a pagar IRPF, las vías de negociación entre el Ministerio de Hacienda y Trabajo permanecen cerradas, por lo que el entorno de Yolanda Díaz apuesta por ganar la 'batalla' en el seno del Congreso de los Diputados. El grupo plurinacional confía en sumar apoyos en la bancada de Alberto Núñez Feijóo a la proposición de ley que registraron hace una semana con el objetivo de evitar que estos trabajadores tributaran, puesto que identifican fallos técnicos en las propuestas elaboradas por PP y Podemos que también superaron este miércoles el primer paso de su tramitación al ser calificadas por la mesa de la Cámara Baja.
Fuentes próximas a la formación trasladan a este periódico que el diseño propuesto por ambos partidos recae en el mismo error técnico (pese a existir diferencias entre ambas) y defienden que la iniciativa de Sumar si serviría para solventar esta situación y paliar el escalón del IRPF conocido como la 'joroba' del impuesto. El Gobierno tiene un mes para decidir si veta o no la iniciativa y las fuentes consultadas ya se preparan para que el departamento de Hacienda se pronuncie a favor de bloquearla, tras lo que negociarían con el resto de fuerzas presentes en la mesa para levantar el veto. "Vamos a llegar hasta el final" resumía el miércoles la portavoz parlamentaria Verónica Martínez apuntando precisamente en esta dirección.
En las últimas semanas, el Partido Popular se ha mostrado dispuesto a unir sus fuerzas al grupo de Díaz dado que aseguran "votar en coherencia" y no en función de quien impulse la iniciativa, no obstante, defienden su modelo que también llevaron al Senado donde cuentan con mayoría absoluta. Ambas formaciones tendrían que ponerse de acuerdo si quieren que este cambio prospere y es en este contexto en el que desde Sumar señalan algunos defectos de forma en la iniciativa de los 'populares', así como en la de Podemos. El partido morado presentó la proposición más breve en la que se limitaban a introducir un nuevo apartado en la ley que regula el impuesto para establecer que "en ningún caso se practicarán retenciones por rendimientos del trabajo de aquellos trabajadores y trabajadoras que perciban, en cómputo anual, el Salario Mínimo Interprofesional".
Los modelos de Sumar y PP son algo más elaborados, aunque no coinciden en la fórmula pese a compartir el mismo objetivo. El partido que encabeza el Ministerio de Trabajo propuso modificar el artículo 20 de la ley que regula el IRPF para detallar las reducciones por rendimientos del trabajo que se aplicarían a los trabajadores cuyo salario más 5.000 euros resulte inferior a 6.500 euros. Además, impulsó un segundo cambio en el reglamento del impuesto y el de Planes y Fondos de pensiones para abordar todos los supuestos, siempre poniendo el foco en los ingresos que provengan exclusivamente del trabajo. En cambio, la formación de Feijóo planteó una reforma del artículo 96 de la norma para librar de la obligación de tributar a los trabajadores con un solo pagador que perciban la cuantía equivalente al SMI en términos anuales (16.576 euros brutos).
Los 'populares', en la línea planteada también por Podemos, también incluyen en su propuesta una disposición adicional primera en la que instan al Gobierno en un plazo máximo de 15 días a llevar a cabo "las modificaciones reglamentarias que sean necesarias para que no se practique retención sobre los rendimientos del trabajo cuya cuantía sea igual o inferior al SMI". Si bien, van un paso más allá y apelan a "evitar el error de salto que se produce en los contribuyentes con los rendimientos más cercanos a estas cuantías" y por el que los trabajadores que están inmediatamente por encima de esta referencia soportan tipos casi iguales a las rentas más altas, un aspecto que preocupa mucho a los de Sumar y a través del que podían acercar posturas para este consenso.