De haberse cumplido las previsiones iniciales, la antigua fábrica de Nissan en Barcelona ya tendría un nuevo inquilino desde hace meses. La mesa de reindustrialización se enredó con la oferta y posterior retirada de la china Great Wall Motors y cuando por fin se seleccionó al hub de descarbonización como candidato idóneo fue la redacción del concurso el que volvió a retrasar el proceso. Una vez despejadas la mayoría de dudas, ahora son las dificultades para llegar a un acuerdo entre el propio hub y su socio Goodman los que demoran de nuevo el procedimiento.