La multinacional china Great Wall Motors (GWM) ha descartado ubicar su producción para Europa en las instalaciones de Nissan en Barcelona, que esta semana finalizarán la fabricación para la marca japonesa, y que con esta decisión se han quedado sin la que hasta ahora era la opción prioritaria de reindustrialización una vez Nissan cierre la factoría a final de año.
El aumento de incentivos demandado por GWM y concedido por la comisión de reindustrialización de las tres plantas que cierran en Nissan Barcelona (Zona Franca, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixach) no ha sido suficiente para convencer a la automovilística del gigante asiático, que ha aducido en su comunicación oficial de renuncia "una reorientación" de su estrategia de implantación en Europa.
En este sentido, la mesa de reindustrialización ofrecía mejoras en todos los ámbitos en que la multinacional china puso objeciones, con especial énfasis en los costes. Así, la propuesta contemplaba más ayudas públicas de las previstas inicialmente -hasta el doble, unos 200 millones, si GWM se comprometía a una inversión total de 500 millones, según TV3- y una reducción del alquiler del espacio de la Zona Franca donde está ubicada la planta principal de Barcelona, así como un compromiso del comité de empresa para negociar la parte relativa a la incorporación de la plantilla, y de Nissan en relación a los activos.
Las opciones alternativas que siguen ahora sobre la mesa para reindustrializar Nissan son el hub de descarbonización liderado por QEV Technologíes y una planta de vehículos eléctricos de Silence, así como propuestas logísticas como la de Goodman, y otras todavía no tratadas oficialmente en la comisión de reindustrialización, como la de Cilsa (participada por Merlin y el Puerto de Barcelona), con un proyecto que promete una inversión de 800 millones y 4.000 empleos.
También se contemplan opciones que parecían ya descartadas, como la propuesta para fabricar vehículos eléctricos de la belga Punch o el mantenimiento de vehículos militares que la Generalitat rechaza pero el Gobierno no ha retirado formalmente, según fuentes sindicales.
La comisión de reindustrialización de Nissan tiene agendada una reunión para este viernes, aunque se producirán varios encuentros en los días previos para "avanzar en el nuevo escenario", según los comités de empresa. El primero de ellos fue este mismo lunes, de manera telemática.
Producción en mínimos
Entre enero y noviembre, Nissan Barcelona ha producido un total de 22.753 vehículos, lo que supone un 86,3% más en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, el cual estuvo marcado por el cierre de la planta para contener la pandemia de coronavirus y la huelga llevada a cabo por los trabajadores por el anuncio de cierre de las factorías.
En cualquier caso, el último año de producción en Barcelona acabará sobre las 25.000 unidades, muy lejos de los hasta 230.000 vehículos de capacidad productiva de las instalaciones.
Por su parte, en los once primeros meses del año, Great Wall Motors ha producido a través de sus marcas Haval, WEY, Great Wall Pick-Up, ORA, Tank un total de 1.102.309 unidades, lo que supone un 16,1% más en tasa interanual. Por su parte, las ventas del grupo chino entre enero y noviembre han alcanzado las 1.118.624 unidades, lo que supone un incremento del 16,3% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
En su renuncia a instalarse en Nissan Barcelona aduce que sus planes para Europa son más ambiciosos de lo que la infraestructura permite y que no son tan inmediatos como Nissan requiere, además de buscar unos costes inferiores para su planta europea, según fuentes de la reunión telemática de la comisión de reindustrialización de este lunes.