Con la 78.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Semana del Clima en Nueva York a punto de comenzar, y cada vez más cerca de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), es imprescindible que el mundo tenga claridad sobre la relación entre el crecimiento económico y la sostenibilidad medioambiental. Lejos de ser objetivos incompatibles, lo primero es requisito de lo segundo: el dinamismo económico y la mejora de los niveles de vida son esenciales para financiar la acción climática y asegurarle un adecuado nivel de apoyo público.