El tirón en bolsa que mantienen las grandes firmas tecnológicas norteamericanas está ayudando a que varios fondos españoles se mantengan entre los más rentables dentro de la Liga Global de elEconomista.es, encabezados por Bulnes Global, asesorado por Javier Morales para Gescooperativo, que logra superar el 30% de revalorización, por encima del rendimiento superior al 24% que logra el Nasdaq en el año, gracias a contar entre sus principales posiciones con Amazon, Meta Platforms, Alphabet, Microsoft, Apple, Berkshire Hathaway, Exor, Constellation Software o Mastercard. Firmas que también aparecen en otros fondos españoles de bolsa global.

Entre la treintena de fondos más activos de bolsa española, solo hay uno que se encuentra en negativo en el año. Se trata de SIH FCP Equity Spain A, gestionado por Gonzalo Lardiés en Andbank, que pierde cerca de un 4% en el año, lo que le convierte en el farolillo rojo de la Liga de elEconomista.es, aunque este papel lo lleva ejerciendo prácticamente desde principios de 2024. Pese a tener entre sus principales posiciones a Iberdrola, Telefónica, Endesa, Metrovacesa, Redeia o Indra, que se encuentran entre las más alcistas del Ibex, el fondo no ha podido superar al índice, aparte de que la exposición a Solaria también le ha penalizado, según los últimos datos de cartera disponibles en Morningstar.

MyInvestor Value cumple su tercer año de trayectoria con una rentabilidad anualizada de casi el 7% y el lanzamiento de su réplica en formato de plan de pensiones, con casi 40 millones de euros de patrimonio y más de 2.500 partícipes, en un momento en que, asegura su gestor, Carlos Val-Carreres, las compañías medianas y pequeñas europeas están en negativo en el año, lo que favorece aprovechar la coyuntura, con una estrategia a largo plazo de tendencias estructurales, como la transición energética, donde se encuentra el 60% de la cartera.

No corren los mejores tiempos para la inversión ESG, aquella que aplica criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Estados Unidos vive una auténtica ola anti-sostenibilidad, que ha llevado a las gestoras a ocultar sus iniciativas verdes (lo que se llama green hushing o silencio verde). La situación podría incluso recrudecerse en el caso de que Donald Trump se impusiese en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, dada la abierta postura anti ESG del candidato republicano. En Europa, el engranaje regulatorio para las finanzas verdes sigue presionando a los fondos de inversión. Y, en lo que respecta a las cotizaciones, 2024 también está golpeando a las empresas vinculadas a las energías limpias, que se comportan en el parqué mucho peor que las petroleras. Visite elEconomista ESG, el portal verde de elEconomista.es.

La industria de inversión española acaba de cumplir un hito en su largo recorrido desde los primeros años noventa en que echó a andar: ha rebasado ya el medio billón de euros en activos bajo gestión, contabilizando el volumen patrimonial que aglutina entre fondos de inversión y planes de pensiones. Con datos de Inverco de finales de septiembre, acumula casi 516.000 millones de euros. Esa cifra, que representa más del 52% del PIB español, significa el 16% del ahorro de las familias españolas en activos financieros en unos productos que, en el caso de los fondos de inversión, se han consolidado como una de las preferencias de los ahorradores.

Análisis

Si algo quedó claro en el XIV Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado este martes por APD, Deloitte e Inverco, es que pese al volumen acumulado en gestión discrecional de carteras desde la entrada en vigor de Mifid II, y que junto al asesoramiento ya representa más del 70% en la distribución de fondos de inversión, es un segmento al que le queda todavía mucho recorrido, como demuestra el hecho de que ante el próximo vencimiento de aproximadamente 80.000 millones en fondos de buy and hold lanzados en los últimos años, al calor de la subida de tipos por parte de los bancos centrales, el sector se enfrenta al reto de retener a unos ahorradores que en ausencia de una mayor rentabilidad en otros productos financieros, como los depósitos, optaron por colocar su dinero en fondos de corte muy conservador, como los monetarios o los de deuda pública. Ahora, con el proceso inverso de bajadas de tipos, el reto es convencer de que deben dar un paso más y delegar la gestión de su patrimonio mediante carteras perfiladas que permitan eficientar los rendimientos a largo plazo.

La industria de inversión quiere evitar la dicotomía, a la hora de hablar de riesgos sistémicos para el sistema financiero, entre bancos y no bancos porque no son comparables ni necesitan los mismos criterios a la hora de buscar soluciones. Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, recordó ayer, durante su intervención en el XIV Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por APD, Deloitte e Inverco, que existe una corriente de opinión "minoritaria pero relevante" en Europa que sostiene que existe un riesgo en la parte no bancaria del sistema financiero para el que se necesitan soluciones regulatorias similares a las que se aplican en las entidades de crédito, como los colchones de liquidez o los requisitos de capital.

Las 500 mayores gestoras del mundo ya cuentan con más de un tercio de su patrimonio en productos de gestión pasiva, según detalle el último informe de Thinking Ahead Institute, vinculado con la consultora WTW, con cifras de cierre del año pasado. En concreto, el volumen que representan los ETF y fondos indexados en el volumen total de su gama alcanzó un 33,7%, un porcentaje que supera la barrera del 31,7% que representaba en 2022.

En un momento en que los productos indexados inundan los mercados, la gestión activa puede reivindicar su buen hacer este año, teniendo en cuenta que la bolsa norteamericana se encuentra en máximos históricos, por encima de los 5.800 puntos en el caso del S&P 500, y con la bolsa europea también superando sus marcas con el Stoxx 600 rozando los 528 puntos a finales de septiembre. Y todo esto en un entorno de enorme volatilidad, en el que los inversores han pasado de temer las consecuencias de una recesión a comprobar cómo la economía de Estados Unidos resiste mejor de lo esperado, pese a las tensiones del conflicto en Oriente Medio y su repercusión en el precio del crudo. El anuncio de un paquete de estímulos fiscales en China ha dado alas a las bolsas europeas. Y con la senda de bajadas de tipos puesta en marcha, parece que los inversores están dispuestos a prolongar el rally bursátil, espoleado por la gestión pasiva.

En un año de enorme volatilidad en los mercados, diecisiete fondos españoles, entre los más activos de bolsa internacional, están consiguiendo superar el rendimiento del 17,94% del MSCI World Index, el principal índice de referencia mundial, en el que las compañías norteamericanas representan una gran parte. El anuncio de un paquete de estímulos para la economía china y la resiliencia de la economía de Estados Unidos han insuflado un nuevo aire a los mercados, que siguen pendientes de la actuación de los bancos centrales, como se ha visto esta semana con el BCE, y del conflicto en Oriente Medio, por la repercusión que puede tener cualquier repunte en el precio de la energía.