Si 2022 tuviera que asociarse dentro del mundo de la gestión activa con alguna firma de inversión, sin duda la gestora elegida sería Azvalor, fundada hace ya siete años por Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, que conforman una de las parejas profesionales más consolidadas.

Aunque todo el mundo tiene en mente los planes de pensiones del sistema individual a la hora de hablar del ahorro para la jubilación, lo cierto es que con los límites a las aportaciones que introdujo el Gobierno hace dos años –que han sido rebajadas a 1.500 euros al año en los planes individuales y a 8.500 euros en los planes de empleo, en los que la aportación del empleado puede ser igual o inferior a la de la empresa– han resurgido otros productos que pueden actuar como una alternativa o complemento, hasta que se terminen de pergeñar los planes de empleo de promoción pública, aún pendientes de que se publique el reglamento que los regule.

La aprobación a finales de septiembre de la normativa que permite rebajar la inversión mínima a 10.000 euros en los productos alternativos –desde los 100.000 euros que están fijados como umbral para este tipo de productos, si se cumplan determinadas condiciones, como que no supere el 10% del patrimonio financiero y siempre que se realice bajo asesoramiento de un intermediario– no ha cuajado todavía entre las grandes entidades financieras, que controlan la industria de de gestión de activos en España.

El responsable de inversión de Mapfre, de quien dependen todos los segmentos de gestión de activos y patrimonial de la aseguradora aparte de la propia cartera de la firma, se muestra cauteloso ante la nueva situación que traerá la normalización de tipos de interés, pues estima que los gobiernos tendrán que regresar a la ortodoxia fiscal para cuadrar las cuentas públicas y que los inversores accedan a mantener la financiación. El caso de Reino Unido ha sido, a su juicio, un aviso para navegantes.

Los fondos monetarios se han convertido en los grandes beneficiados de la volatilidad de los mercados hasta el punto de que durante octubre han recibido la mayor entrada neta de dinero de toda la serie histórica en un solo mes en Europa, con 125.200 millones de euros, según los datos estimados por la firma de análisis Refinitiv.

Santander Wealth Management & Insurance, la división del banco que integra los segmentos de gestión de activos y banca privada, prefiere optar por la cautela hasta que se certifique que la inflación en Estados Unidos ha alcanzado su pico y la Reserva Federal norteamericana puede pausar, entonces, la subida de tipos de interés. Una situación que los estrategas de inversión de la entidad creen que se producirá en el primer trimestre del próximo año, lo que les permite mostrarse más optimistas con los activos de renta fija donde, a su juicio, ahora se pueden encontrar oportunidades atractivas en deuda soberana europea.

Mutua Madrileña ha reforzado su papel en el accionariado de EDM, la veterana firma de gestión de activos y asesoramiento patrimonial catalana, al adquirir un 12,83% del capital, lo que eleva su participación hasta el 71,2%. Esta operación se produce después de que también haya incrementado su peso en Alantra Wealth Management, donde ya posee el 76%, en un proceso que le permite fortalecer a la aseguradora en sus participadas, entre las que también se encuentra Orienta Capital, de la que posee el 40%.

Los fondos soberanos y los grandes fondos públicos de pensiones, como el de Noruega, se han convertido en uno de los inversores que más poder han acumulado en la última década, al alcanzar 33 billones de euros en activos bajo gestión, de los que los fondos de pensiones públicos manejan el 66%.

Bankinter quiere dar un vuelco a la comercialización de fondos alternativos en España, una vez que la normativa permite acceder a este tipo de productos a los inversores minoristas a partir de 10.000 euros bajo asesoramiento con determinadas condiciones, como que no supere el 10% de su patrimonio financiero. El banco ha creado una gestora específica, que formará parte de Bankinter Investment, el holding de la entidad del que depende también financiación estructurada y mercado de capitales. 

La tecnología sigue sin ser un caladero importante para los fondos value. Pese a las caídas del 29% que arrastra el sector desde principios de año, los gestores activos siguen sin ver el potencial de recuperación de unas compañías que se han desinflado en las últimas semanas, como demuestran los ajustes de costes que están emprendiendo gigantes como Meta, la matriz de Facebook, o Twitter. Pese a que hace algunas semanas trascendía que Terry Smith, uno de lo más afamados gestores value, había incorporado Apple a la cartera del Fundsmith Equity, que ya cuenta con otros nombres de las grandes firmas tecnológicas como Amazon, Alphabet, Microsoft o Meta –hasta pesar un cuarto de la cartera en conjunto–, otros gestores de estilo valor no las identifican como valores que ofrezcan un descuento atractivo para su potencial de revalorización.