Periodista y presentadora de 'Trece al día'
Ana Samboal

El verano suele ser tedioso y complicado en una redacción. Los periodistas que se quedan a cubrir las vacaciones normalmente se las ven y se las desean para seleccionar información, si no relevante por lo menos interesante, con la que llenar las páginas de un periódico o los minutos de radio o televisión asignados.

Ana Samboal

Vaya por delante mi felicitación a los al menos 250 trabajadores de Arcelor Mittal en Vizcaya que llevan meses peleando por conservar su empleo: la fábrica, que en enero anunció el cierre, reabrirá sus puertas. Ahora bien, me queda la duda de si la factoría entrará en funcionamiento de nuevo por la presión de sus empleados (lo dudo), por la disponibilidad de esa plantilla a la hora de ajustar turnos y salarios para adaptarse a un mercado más competitivo (es posible que haya contribuido a ello) o por las subvenciones de dinero público que ha comprometido el gobierno de Vitoria (probablemente, sea el factor decisivo).

Ana Samboal

Celebrando a la Virgen y festejando o sufriendo junto a nuestros deportistas transcurre el verano. Ajenos los españoles al cansino devenir político pueden llevarse la sorpresa, a la vuelta de las vacaciones, de que, como en la célebre cinta que protagoniza Bill Murray Atrapado en el tiempo, la marmota siga saliendo cada mañana y, aunque estemos en agosto, en el Congreso sigan reinando las nieves y ventiscas de febrero.

Ana Samboal

En España, hay que superar once trámites, de media, para constituir una empresa. En Francia, un Estado que no puede presumir de liberal, cinco. Es un dato que debería hacer reflexionar a nuestros dirigentes políticos y sindicales: la formidable muralla administrativa que se ve obligado a sortear el emprendedor que quiere crear una empresa da vértigo.

Ana Samboal

En broma o de veras, todos hemos practicado alguna vez el juego del gallina. Bien porque lo hemos buscado, bien porque nos han metido en él de cabeza. La definición teórica del juego es sencilla: se enfrentan dos o más contendientes, con posturas encontradas o incluso antagónicas, y pierde el que, ante el riesgo que conlleva la falta de acuerdo, se asusta antes y cede su posición.

Ana Samboal

Fueron pocos los que alzaron la voz cuando, de sopetón, los caminos de Europa se vieron saturados por miles de personas dolientes y hambrientas que huían del infierno en Oriente. Lo políticamente correcto era abrir las puertas, sin hacer preguntas, y ofrecer un futuro nuevo a todo el que hiciera soñar el timbre. La verdad oficial que dictaban los grandes medios de comunicación había dibujado ya el perfil de esos seres humanos acongojados: hombres y mujeres de bien, que escapaban del terror Yihadista. No cabía matiz alguno.

Ana Samboal

¿Qué cara se nos quedaría si fuéramos a pedir un merecido aumento de sueldo y, en su lugar, nuestro jefe, propinándonos una suave palmadita en el hombro, con una sonrisa de oreja a oreja, nos ofreciera un adelanto? Debe ser la cara que se les ha quedado a los comisarios europeos después de leer las alegaciones de España para evitar la multa por déficit excesivo.

ana samboal

Puzle y rompecabezas son sinónimos, pero, para definir adecuadamente la situación a la que se enfrenta España, tal vez sea la segunda acepción, por su carga metafórica, la más adecuada. Todas las piezas deben encajar. Pero, en este caso, la perilla solo casará con la muesca que le corresponde si ambas se ensamblan en el momento adecuado.

Ana Samboal

Los tiempos y querencias de la política no suelen coincidir con los de la economía. En ocasiones son incluso antagónicos. Esa disfunción explica en gran medida la paradoja de nuestro mercado laboral: acabamos de cerrar uno los los mejores meses de junio de la serie histórica para el empleo, hemos anotado cifras brillantes de contratación y, sin embargo, las cotizaciones de los trabajadores no dan para financiar las pensiones: la Seguridad Social sigue en números rojos.

Ana Samboal

Algunos ciudadanos han emitido su voto con la nariz tapada. Literalmente. No es una metáfora, es real. Lo han contado los que formaron parte de las mesas.