Ana Samboal
Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga y, en el caso de Cataluña, a poco que el Gobierno se esfuerce en usar los instrumentos que pone a su servicio el Estado de Derecho, puede hacerlo realidad. Durante lustros, los nacionalistas se han crecido gracias a su poder para dar mayorías en el Parlamento. No ha sido altruista. Tampoco escondía su voto el sentido de Estado que muchos querían ver.