La opinión del director de elEconomista
Castillos en el aire. Con esas dos palabras puede definirse el Presupuesto. Tiene varios problemas: la falta de una mayoría parlamentaria para aprobarlos y de credibilidad ante Europa y la comunidad financiera. El Gobierno espera ingresar 6.000 millones adicionales, pero nadie se lo cree. Solo el nuevo impuesto al diésel ofrece ciertos visos de realidad. Ni el alza de Sociedades ni la del IRPF para las clases altas funcionarán, por una sencilla razón: la debilidad de la economía reducirá la actividad y, por ende, la recaudación.