Hay cosas difíciles de entender. Que el presidente del Gobierno permita que su esposa sea utilizada por una escuela de negocios como el Instituto de Empresa (IE) para ejercer presunto tráfico de influencias es una de ellas. Creo que no es digno de la primera autoridad de un país que está entre las primeras 20 potencias mundiales ni de un presidente que entró a La Moncloa con la promesa de limpiar y adecentar la herencia de Rajoy.
En España, no está regulado el papel de Primera Dama, como ocurre en países como Estados Unidos o el Reino Unido, pero existen normas de decencia pública que al menos deberían ser respetadas.
Primero se relacionó el fichaje de Begoña Gómez con la intención de hacer lobby ante los gobiernos de países en desarrollo para que aceleren la convalidación de los títulos expedidos en el IE con los otorgados por sus universidades. Y ahora sale a la luz la operación inmobiliaria de la SEPI.
Como habrán leído en elEconomista, el Instituto de Empresa se vale del fichaje de Gómez, una total desconocida si no fuera porque es la mujer de Sánchez, para intentar que la SEPI, el holding que alberga a la mayoría de sociedades públicas, le alquile todo el complejo que posee en el centro de Madrid, entre las calles María de Molina y Velázquez. En la actualidad, el IE ya regenta tres de los cinco grandes edificios de la sede pública.
El presidente del IE, Diego de Alcázar, también marqués de la Romana y Grande de España, y el del Centro de Emprendimiento y vicepresidente económico del IE Bussines Scholl, Juan José Güemes, un ex alto directivo del PP, fueron los encargados ejercer la presión.
Acudieron en procesión al expresidente de la SEPI Ramón Aguirre y luego al ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro para lograr ampliar los 14.000 metros cuadrados ya en alquiler, así como que le concedieran la opción de adquirirlos en propiedad. Ante la negativa de los políticos del PP, el IE tuvo que alquilar la quinta torre de la nueva city madrileña, que construye Villar Mir al final del paseo de La Castellana.
Ni a Montoro ni a Aguirre les pareció buena idea, dado que existen empresas públicas como Navantia, que tienen su sede en las instalaciones. Aun así, Güemes utilizó algunos ardides y recurrió a sus relaciones con la presidenta de la Sepides, Rosa María Mosulén, para hacerse con un edificio más y la remodelación de los anteriores dentro del precio del alquiler, lo que provocó el enfado de los políticos populares. La sociedad de desarrollo industrial Sepides es la titular de los inmuebles de la corporación pública.
En las entrevistas mantenidas para ablandar la voluntad de los responsables de la SEPI, el tándem Alcázar-Güemes justificaba su interés por este grupo de edificios, magníficamente instalados en uno de los lugares más elitistas de la capital de España, ante el fracaso del campus de Segovia.
La institución instaló la IE University en el Convento de Santa Cruz la Real, sobre un campus de 18.000 metros cuadrados, próximo a los muros de la pequeña ciudad castellano-leonesa. Pero pese al incomparable marco histórico y monumental, el convento fue construido en 1218 y declarado Patrimonio nacional en 1931, los alumnos, en el 90 por ciento de origen extranjero, prefieren vivir en la capital de España, con una oferta cultural y de servicios mucho más amplia.
Sorprende que una escuela de negocios dedicada a formar a los directivos del futuro, llamados a capitanear las grandes sociedades, se salte todas las normas de buena conducta y de responsabilidad social. ¿Qué ejemplo va a dar la plana mayor a estos futuros directivos?
La actuación del IE contrasta con el Código Ético de su Business School. "La comunidad IE está comprometida con el fomento de la ética y la integridad en el mundo empresarial" proclama solemnemente en sus principios, y añade que su misión es formar gestores que "actúen éticamente y con integridad y, por lo tanto, proporcionar valor a la sociedad en general".
Para colmo de males, tiene constituido un Comité de Ética compuesto por alumnos y profesores encargado de evaluar las actuaciones de éstos, incluido el staff de la escuela de negocios. La cuestión es la de siempre, ¿cómo lograr que los que escriben las normas, también las respeten? Se echa en falta un código ético para los altos responsables del IE, que ponga fin a sus actuaciones arbitrarias y próximas a la ilegalidad. En casa del herrero… cuchillo de palo.
Sánchez mira para otro lado mientras actúa como una persona con dos caras. Por un lado, hace la vista gorda al fichaje de su esposa con fines especulativos. mientras que por otro levanta el hacha de guerra contra las grandes empresas y los directivos que ganen más de 150.000 euros al año.
Para justificarse, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, echa mano del populismo más abyecto. En unas declaraciones oficiales este jueves manifestó que "el Gobierno ha dejado muy claro que no iba a subir impuestos a la clase trabajadora y lo vamos a cumplir". Lo que calla la ministra es que penalizar a las rentas altas desincentivará la atracción de talento para las empresas españolas y, por ende, la creación de empleo a medio y largo plazo de las "clases trabajadoras". Una de las herramientas de países como Estados Unidos para atraer talento e inversión es un tratamiento fiscal ventajoso a directivos y empresas para que se instalen en su país. Justo el camino contrario emprendido por la ministra. Una política así favorece la marcha de multinacionales, como acaba de anunciar Vestas con el cierre de sus instalaciones en León.
Resulta paradójico que haya sido el portavoz del PdeCat, Carles Campuzano, quien dio la voz de alerta contra la desproporcionada subida fiscal para las clases altas, que implicaría que más de la mitad de su sueldo se destine a pagar impuestos.
El guiño a la izquierda para atraerse el apoyo de Pablo Iglesias se completa con una amenaza de aumentar las rentas del capital, es decir, gravar con más impuestos el ahorro de los españoles. Otra política errónea y kamikaze. Nuestro país es uno de los que menos tasa de ahorro tiene del mundo desarrollado. Si se sigue penalizando éste, no conseguiremos jamás equipararnos con las sociedades prósperas de nuestro entorno, como Francia o Alemania.
Para rematar la faena, Montero amenaza con suprimir los incentivos para los planes de pensiones privados. Otro de los graves problemas de la economía española, aunque ningún Gobierno se atreva a admitirlo. Montero lleva camino de batir un récord de despropósitos. Es muy difícil hacerlo peor.
PD,-Quien está viviendo un verano horribilis es Francisco González, como le ocurrió a la Reina de Inglaterra en 1992, en que se separaron dos de sus hijos y salieron a la luz los problemas del Príncipe Carlos y Diana, El aún presidente del BBVA va a tener una despedida deslucida (anunció que se marchará el año que viene) debido al desplome de la lira turca y del peso argentino, las monedas de dos de los países donde la presencia de la entidad financiera española es muy relevante.
En Argentina, el Gobierno Macri está pagando muy cara la herencia de destrucción labrada a pulso por los Kirchner. Esta semana tuvo que subir los tipos al 60 por ciento para sostener el peso.
En Turquía, el asunto es aún peor. El presidente del Banco Central acaba de anunciar su salida, harto de ser ninguneado por Erdogan, que para tener un control férreo de la economía colocó a su yerno al frente del Ministerio de Finanzas. Erdogan sigue los pasos de Maduro en Venezuela para la desesperación de FG.
La perspectiva de una próxima subida de los tipos en Estados Unidos apuntala la senda alcista del dólar y alimenta los temores de que se agraven los desplomes de estas divisas o se contagien a otros países emergentes.
