Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Resbalón en la recuperación económica europea. Los índices de gestores de compra (PMI) de julio publicados por S&P Global muestran un claro paso atrás para la región que ya pensaba que había tocado suelo, en particular en un verano clave ante un posible auge de los servicios. El PMI compuesto de la actividad total ha caído hasta los 50,1 puntos frente a los 50,9 de junio. Aunque aún se encuentra en territorio de crecimiento (por encima de 50 puntos). Este marca el límite a pesar de que el consenso de mercado esperaba que no se moviese en absoluto. Estas cifras más débiles de lo esperado otorgan argumentos a un recorte de tipos para septiembre por parte del BCE, pues el banco central tiene que digerir una actividad económica, por ahora, más débil de lo esperado.

La batalla que puede definir el futuro de Wall Street arranca este martes y no viene de una reunión de la Fed, la Casa Blanca o de cifras económicas, esta vez las empresas son las grandes protagonistas. El potente crecimiento bursátil de la renta variable norteamericana desde finales de 2023 hasta ahora tuvo su gran argumento en las tecnológicas, en particular en siete elegidos por su gran capitalización y crecimiento, que llevaron en volandas al selectivo. Ahora, el cansancio de la tecnología está empezando a emerger y el foco de los inversores está girando hacia las acciones más pequeñas, que ahora tienen una oportunidad con los recortes de tipos de la Fed. En este contexto estas empresas presentan sus cuentas en un momento clave que puede definir si las dudas que están emergiendo se acrecientan o dan un golpe encima de la mesa y vuelven a tomar el mando de Wall Street.

Los últimos datos de la inflación en EEUU, publicados hace dos semanas, han cambiado por completo el paso a los mercados. Junto con un mercado laboral que ya da síntomas de enfriamiento, la inflación bajó finalmente, abriendo la puerta de par en par a un recorte de tipos. Los mercados, que a comienzos de julio empezaban a dudar de que fuera a haber un solo recorte en diciembre, ya descuentan tres movimientos de 25 puntos básicos para ese mismo mes. Al margen de las cifras hay un elemento que lo ha cambiado todo por completo, la vivienda.

La carrera por la Casa Blanca ha vivido un giro radical que, aunque desde el viernes ya empezaba a presentarse como una gran opción real, el paso a un lado de Joe Biden y el ascenso de Kamala Harris supone un giro radical. Ahora, a la espera de que los demócratas cierren filas en torno al nuevo liderazgo, el camino hacia la presidencia toma un nuevo cariz y, aunque las dudas sobre la contienda se aclaran, los mercados se han llenado de incertidumbre. La decisión de Biden ha provocado que el triunfo de Trump que parecía cada vez más claro, se ponga en entredicho. Al menos esa es la sensación que empieza a impregnarse en Wall Street que habla de batalla por la Casa Blanca como una moneda al aire.

Sangría bursátil en el sector aéreo europeo. La aerolínea líder en número de vuelos en el Viejo Continente, Ryanair, vive una jornada para el olvido en la bolsa de Londres al desmoronarse cerca de un 17,43% incluso, con sus acciones llegando a valer poco más de 1.150 libras, mínimos anuales. Estos movimientos a la baja se producen tras unos resultados de la aerolínea irlandesa que han mostrado un impacto ya en el segundo trimestre del año (primer trimestre de su año fiscal) y que han desatado la preocupación por los meses venideros.

Con sus subidas y sus bajadas, el gas era un elemento que parecía secundario en el mercado energético, con el petróleo siendo el gran dominador de la escena. Sin embargo desde 2022, con la invasión de Rusia a Ucrania y la amenaza de un corte de suministro, en Europa y en el mundo se ha descubierto con dolor lo clave que es esta fuente de energía para la industria y la economía de todo el globo. La potente redistribución y el enorme giro en el mercado mundial que provocó el conflicto ha desatado una era de volatilidad máxima, con los precios de referencia tanto en Europa como en EEUU disparándose a medida que el continente buscaba nuevas formas de suministro más caras, aunque ahora ya se estén normalizando.

POLÍTICA MONETARIA

La reunión de los máximos responsables del Banco Central Europeo (BCE) se ha zanjado este jueves sin sorpresas. Tal y como habían anticipado los expertos, el Consejo de Gobierno del ente ha decidido mantener los tipos de interés, esto es, ni subirlos ni bajarlos. El tipo principal de refinanciación se queda en el 4,25%, a donde descendió el mes pasado cuando el BCE llevó a cabo el primer recorte en el precio del dinero en varios años. En cambio, hoy ha decidido aplazar la siguiente reducción, esperada por los inversores y analistas que prevén otras dos bajadas más en lo que queda de año. La idea es de darse más plazo para comprobar que la tasa de inflación en la eurozona se dirige a su objetivo: el 2% simétrico a medio plazo, considerado como la estabilidad de los precios. No obstante, el comunicado oficial muestra varios motivos por lo que esto podría requerir más tiempo de lo estimado hasta ahora.

Una tormenta se avecina sobre el dólar. Los datos más débiles, tanto de inflación como de la economía en general, han espoleado las caídas de la divisa de un tiempo a esta parte a medida que los mercados empiezan a dar por hecho unos mayores recortes de tipos. De hecho, ya se otorga un 98,1% de probabilidades a un movimiento de algún tipo en septiembre para proseguir con dos movimientos más (en noviembre y diciembre). Sin embargo, el elemento del 'precio del dinero' no ha venido solo y para sorpresa del mercado, el incremento de opciones de Trump de llegar a la Casa Blanca tras el atentado no ha sostenido a la moneda, a pesar de su hoja de ruta de agresivos aranceles. Los expertos señalan varios factores, al margen de los datos macroeconómicos, que están cambiándolo todo, desde el efecto caos, a la 'guerra de divisas' que plantearía Trump para garantizar lo que él siempre ha defendido, un dólar barato.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha anunciado este lunes el mayor hallazgo gasista en el país desde 2005. Se trata de un mega pozo de 1,7 trillones de pies cúbicos situado en La Paz. No solo se trata de una importante prospección que puede volver a reflotar el papel de la nación sudamericana como exportador, sino que se trata, en sí mismo de unos los mayores descubrimientos de la historia del país, situándose como el tercer mayor campo de la nación. Según las estimaciones iniciales Bolivia podría lograr 6.800 millones de dólares en ingresos gracias al mismo.

Aún quedan algunos meses en la carrera por la Casa Blanca, sin embargo, la opción de que sea Donald Trump el que salga triunfante de los comicios no para de ganar enteros. El republicano ha cogido impulso tras el atentado contra su vida y la media de todas las encuestas recogidas por Emerson College Polling ya le da tres puntos de ventaja sobre Biden. Con la opción cada vez cogiendo más fuerza los mercados ya se preparan para lo que puede suponer su ascenso y la dirección parece clara: Europa.