
La batalla que puede definir el futuro de Wall Street arranca este martes y no viene de una reunión de la Fed, la Casa Blanca o de cifras económicas, esta vez las empresas son las grandes protagonistas. El potente crecimiento bursátil de la renta variable norteamericana desde finales de 2023 hasta ahora tuvo su gran argumento en las tecnológicas, en particular en siete elegidos por su gran capitalización y crecimiento, que llevaron en volandas al selectivo. Ahora, el cansancio de la tecnología está empezando a emerger y el foco de los inversores está girando hacia las acciones más pequeñas, que ahora tienen una oportunidad con los recortes de tipos de la Fed. En este contexto estas empresas presentan sus cuentas en un momento clave que puede definir si las dudas que están emergiendo se acrecientan o dan un golpe encima de la mesa y vuelven a tomar el mando de Wall Street.
Esta noche presentan resultados Alphabet, matriz de Google y Tesla. El segundo ya prácticamente se ha caído del grupo de las Siete Magníficas desde el inicio del año debido a que su sector, los coches eléctricos, se ha visto asediado por una desaceleración del gran mercado de China y una ofensiva a gran escala de las firmas del gigante asiático para tomar el mundo a golpe de precios más bajos. Esto ha provocado que la firma liderada por Elon Musk, lejos de animar las subidas del S&P 500, apenas avance un 1,24% en lo que va de año.
Al margen de estas dos, habrá que esperar a la semana que viene para que el aperitivo que ambas van a suponer se complete con las cifras de Microsoft el lunes y el jueves siendo el 'día grande' con Apple, Amazon y Meta saliendo a la palestra. La joya de la corona de la revolución de la IA, Nvidia va totalmente desacompasada a este calendario y habrá que esperar hasta los últimos días agosto para ver sus cuentas, ya que el gigante de los chips presentó sus últimas cifras en mayo, eso sí, sorprendiendo positivamente a los inversores.
Estos resultados serán totalmente clave para un Wall Street que vive momentos de zozobra en torno a las tecnológicas. A pesar del rebote del lunes, el Nasdaq 100 se desmoronó la semana pasada un 3,98%, su peor semana desde abril y la segunda peor desde 2022. En aquel momento las acciones de semiconductores lideraron las caídas con la amenaza de un posible veto de EEUU a todas las empresas de chips que vendan tecnología considerada clave a China. Sin embargo, esto solo exacerbó las dudas sobre las 'tech', pues muchos analistas ya empiezan a considerar que su crecimiento puede desacelerarse y que los recortes de tipos de la Fed premian posicionarse en otro tipo de valores. Esto ha provocado que desde sus máximos de julio el Nasdaq 100 ceda un 4,12%.
JP Morgan era de los últimos en hablar de esta situación alegando que si bien el retorno total del 15,3% del S&P 500 descansó sobre cuatro firmas Nvidia, Amazon, Microsoft y Alphabet, que sumaron más de la mitad del crecimiento del índice en el primer semestre, en lo que llevamos de segundo están restando. "En este segundo semestre, sólo el 20% del índice registra retornos negativos (la mitad que en el primero), incluyendo las cuatro empresas mencionadas".
El banco estadounidense explicaba este fenómeno sin dar a entender un cansancio tecnológico. Para la firma el principal motivo es el giro de la Reserva Federal. Ahora, tras unos datos de inflación mejores de lo esperado y un mercado laboral comenzando a enfriarse, la perspectiva de los recortes de tipos han cambiado por completo. Si antes de los mismos apenas presupuestaban uno y muy en entredicho, para diciembre, ahora el mercado de swaps da por hecho tres movimientos a la baja de 25 puntos para ese mismo mes.
En ese sentido, desde JP Morgan explican que esto favorece a las empresas de menor liquidez. "A nivel micro, casi 40% de las empresas que cotizan en Solactive 2000 (pequeña capitalización) no son rentables, lo que significa que dependen más de los mercados de capitales para su financiamiento". Por contra las megacapitalizadas tienen un enorme músculo para sobreponerse a las mayores dificultades de financiación y este fue uno de los grandes argumentos para que los mercados apostaran por ellas, sumado al crecimiento de sus ingresos y la fiebre de la Inteligencia Artificial.
Al mismo tiempo, se espera una economía fuerte que siga apoyando a estas empresas más ligadas al consumo. La Reserva Federal de Atlanta pronostica que la economía crecerá 2,7% en el segundo trimestre. En resumen, ahora habría "un telón de fondo de crecimiento decente con presiones inflacionarias que se desvanecen y margen para recortar las tasas, algo que es atractivo para los activos de riesgo".
Unos resultados clave
En este contexto en el que los mercados tienen cada vez más argumentos a favor del resto de firmas y en contra de las tecnológicas, los analistas creen que los resultados son la clave para evitar grandes movimientos en estos títulos. "Hay muchas razones para pensar que la tecnología será menos favorable durante el próximo año", defendía Sameer Samana, estratega sénior de mercado global en Wells Fargo Investment Institute. "En estos niveles, todo tiene que salir bien".
Goldman Sachs se sumó a esta teoría, alegando que se viene una contracción "épica" en todas estas acciones a menos de que puedan convencer a los analistas de que incrementen sus estimaciones de ingresos para la segunda mitad de 2024 y 2025 a través de sus resultados. "Si estas empresas no pueden generar ganancias e ingresos significativos a partir de la IA, y se elimina el impacto de esa idea, entonces las acciones vuelven donde estaban hace un año", dijo Samana de Wells Fargo.
En definitiva tras meses y meses de subidas, la ronda de presentaciones que arranca este martes será la clave para ver si se acelera el giro hacia los humildes o si los titanes de Wall Street pueden resistir en la cumbre, a pesar de los desafíos. En cualquier caso, no se espera ni mucho menos una situación negativa para estas compañías en cuanto a sus cifras. La propia JP Morgan, que defiende este cambio de ciclo habla también en su último informe de que el sector tecnológico se recuperará de la caída y que la resistencia de la economía de EEUU seguirá dando fuelle a sus resultados. "Siguen apuntando a otro trimestre monstruoso", comenta Andrew Tyler, analista de la firma.
Desde ING apuntan a que "se esperan cifras alentadoras" y "tras haber caído un 8% este mes, las publicaciones que comenzarán esta noche tendrán una gran influencia sobre el devenir de la renta variable en EEUU próximamente". Desde BlackRock investment Institute también opinan que la fiebre puede seguir. "Creemos que las grandes empresas tecnológicas pueden seguir cumpliendo las elevadas expectativas sobre sus beneficios". De hecho creen que, tras el giro que se ha dado esta semana hacia las firmas más pequeñas "las previsiones de consenso apuntan a que las grandes empresas tecnológicas transmitirán al mercado resultados positivos en cuanto a los beneficios". En definitiva, "vemos los retrocesos como una oportunidad".
Los expertos de eToro, por su parte, también apuntan a un crecimiento pero eso sí, ya marcando una clara ralentización que puede empezar a sembrar el desencanto y las dudas entre los inversores. "Se prevé que el crecimiento de los beneficios de las Siete Magníficas se ralentice hasta el 29% en el segundo trimestre de 2024, frente a una media del 35% en 2023". Eso sí, Jean-Paul van Oudheusden, analista de la firma recuerda que estas cifras seguirían siendo seis veces superiores al del resto del S&P 500, que se espera que crezca solo un 5%. En cualquier caso coinciden en que "dada la actual rotación del sector en detrimento de las grandes tecnológicas, se espera que los inversores examinen los resultados de forma más crítica".
David Kostin, analista de Goldman Sachs, explicaba que la importancia llega a tal punto que si se dan unos resultados mucho menores de lo esperado cree que la tendencia positiva de las empresas de pequeña capitalización puede quedarse totalmente detenida, a medida que los inversores vuelven a confiar en estos gigantes. Eso sí, el experto ve este como un escenario más improbable, pues opina que las expectativas que están generando pueden ser ya muy altas.
Esto es lo que espera el mercado
Pero, ¿cuáles son estas previsiones? La realidad es que esperan un ligero momento de contención respecto al primer trimestre, una relajación habitual en el segundo trimestre del año. Según el consenso de Bloomberg la expectativa es que las Siete Magníficas acumulen unos beneficios ajustados netos de unos 111.140 millones de dólares y unos ingresos de 464.740 millones. Respecto a lo primero, se trata de un gran salto interanual del 23,88%, algo menor del que se sucedió entonces (+30%) y una caída del 3,66% respecto a las cifras del primer trimestre.
En ese sentido el papel que tendría este trimestre es el de sostener la revolución que se ha venido anticipando en sus cuentas, eso sí, sin grandes síntomas de desaceleración. En particular esperan que una de las Siete Magníficas divididos con Meta, Nvidia, Tesla y Microsoft dando un salto adelante, mientras Alphabet, Apple y Amazon empiezan a notar cierta cansancio en sus resultados y detienen momentáneamente las subidas.
Estas son las estimaciones que anticipa el mercado, pero queda por ver si los objetivos son demasiado ambiciosos y, tal y como le sucedió a Meta en la primera presentación de resultados del año, pueden darse malas noticias relacionadas con una actividad menor de lo esperado. Por el contrario, en caso de conseguir volver a batir las perspectivas y sorprender al mercado, podríamos estar hablando de un giro de Wall Street congelado y unas Siete Magníficas todavía 'on fire'. Las cartas ya están sobre la mesa pero no sabremos en que consistirán hasta que Alphabet y Tesla abran la veda este martes.