Bolsa, mercados y cotizaciones

El adiós de Biden abre la puerta a una oleada de incertidumbre apoderándose de Wall Street

  • El giro hacia el Russell 2000 puede quedar en entredicho
  • Harris tiene más posibilidades, lo que agrega dudas políticas
  • Todos los activos menos el oro, afectados por una carrera igualada
Kamala Harris y Joe Biden en la Casa Blanca durante el día de la Independencia (Bloomberg)

La carrera por la Casa Blanca ha vivido un giro radical que, aunque desde el viernes ya empezaba a presentarse como una gran opción real, el paso a un lado de Joe Biden y el ascenso de Kamala Harris supone un giro radical. Ahora, a la espera de que los demócratas cierren filas en torno al nuevo liderazgo, el camino hacia la presidencia toma un nuevo cariz y, aunque las dudas sobre la contienda se aclaran, los mercados se han llenado de incertidumbre. La decisión de Biden ha provocado que el triunfo de Trump que parecía cada vez más claro, se ponga en entredicho. Al menos esa es la sensación que empieza a impregnarse en Wall Street que habla de batalla por la Casa Blanca como una moneda al aire.

En una nota a los clientes, Stuart Kaiser, jefe de estrategia de negociación de acciones estadounidenses en Citigroup, dijo que la decisión de Biden de hacerse a un lado sería un "viento en contra para las operaciones de Trump" y "agregaría una prima de incertidumbre a las fechas de la (Convención Nacional Demócrata) en agosto y acercaría las probabilidades a nuestro caso base 50/50" para el resultado de las elecciones. Desde Commerzbank también ven una lucha más igualada tras la retirada de Biden. Particularmente tras "su pobre desempeño durante del debate electoral a finales de junio".

Pese a la sensación generalizada de victoria inevitable de Trump, la realidad es que las encuestas estaban muy ajustadas y con un alto número de demócratas indecisos en los estados clave. Varios sondeos mostraban a los candidatos demócratas a senador en los pocos territorios que verdaderamente importan, como Michigan, Wisconsin, Pensilvania o Arizona, superando con claridad la intención de voto a Biden. El problema del presidente es que su popularidad estaba por los suelos y sus problemas de edad repelían a muchos de esos votantes. Si Harris consigue convencer a esos indecisos para que, además de votar demócrata en el Congreso y el Senado, la voten a ella también para la presidencia, podría ponerse por delante de Trump en muchos de esos estados decisivos.

La otra clave es que Harris parte con los mismos niveles de impopularidad que Trump, un -11 según la encuesta de Ipsos, pero Harris tiene muchos más indecisos que el republicano, una figura de la que todo el mundo ya tiene una opinión. Harris, así, tiene una oportunidad de presentarse de nuevo ante muchos votantes, lo que le otorga un techo más alto que a Trump, que difícilmente vaya a convencer a nadie que no haya convencido ya tras nueve años permanentemente bajo los focos. La clave, por supuesto, es que no hay ninguna garantía de que la actual vicepresidenta vaya a aprovechar esa oportunidad. Pero al menos la tiene, al contrario que Biden, lo que abre de par en par la campaña electoral.

"Esto (la decisión de Biden) significa más incertidumbre", dijo Gene Munster, cofundador y socio gerente de Deepwater Asset Management. "Había mucha confianza en que Trump ganaría, y a los mercados no les gustará esta nueva incertidumbre, junto con el ciclo de noticias sobre quién entra y quién sale y todas esas incógnitas". Desde Capital Economics señalan que "Donald Trump sigue siendo el claro favorito para ganar las elecciones presidenciales, pero los mercados de apuestas sugieren que tiene una probabilidad ligeramente menor de vencer a Harris que a Biden".

Golpe a los 'humildes' y gran incertidumbre

"La decisión sin precedentes de Biden introduce un factor impredecible en la campaña, que posiblemente genere volatilidad en el mercado", dijo Stefan Koopman, un estratega macroeconómico de Rabobank, y agregó que las oscilaciones se acelerarían si Harris reduce la brecha en las encuestas. "Si Trump continúa liderando las encuestas y los inversores siguen considerando que su victoria es inevitable, el "factor Trump", que implica desregulación, recortes de impuestos y un mayor gasto fiscal, y que luego debería conducir a una curva de rendimiento más pronunciada, un dólar más firme y un impulso para Bitcoin, dominará".

Anatole Kaletsky, analista de Gavekal Research también ve esta incertidumbre apoderándose de los mercados y habla abiertamente de cuáles serán las consecuencias. "Creemos que Trump seguirá en cabeza, pero ya con el 55% y no con el 70% u el 80%" en definitiva, el resultado de la carrera "se transforma totalmente". "Una carrera más reñida podría llevar a un mayor riesgo geopolítico más adelante en el año", indicó un informe de BMO Capital Markets.

En ese sentido señala que a falta de que las encuestas comienzan a arrojar mayores dudas a los mercados, la realidad es que "al volverse unas elecciones más competitivas el aumento de la incertidumbre persistirá". En ese sentido, "este efecto arrojará en los mercados financieros una sombra sobre la economía mundial, que debería ser bajista para toda clase de activos a excepción del oro".

"Los inversores ven a Trump como más favorable a las acciones de 'valor' que las grandes tecnológicas"

Paradójicamente, este inevitable aumento de la incertidumbre política debería "tener el mayor impacto en los activos supuestamente más seguros: los bonos gubernamentales y las acciones de alto múltiplo, al tiempo que causaría menos daño a las coberturas contra la inflación y a las acciones sensibles al ciclo". El motivo es que con la situación económica actual de EEUU (altos niveles de deuda y altos tipos de interés) habrá un impacto más seguro en unos comicios más igualados de "propuestas más generosas y extravagantes basadas en mayor crecimiento, gasto público, menos tipos de interés y menos impuestos".

En declaraciones a Bloomberg, Glen Capelo, director ejecutivo de Mischler Financial, explicaba que esta situación generará una presión alcista para los rendimientos de los títulos de deuda de la nación norteamericana. "El principal proceso de reflexión en el mercado de bonos debería ser qué trae esta nueva incertidumbre. La gente había llegado al punto en que se estaban sumando a la victoria de Trump, y estaba empezando a convertirse en una verdadera narrativa. Yo había pensado que era demasiado pronto".

Además, los analistas ven que el giro que se estaba produciendo en el mercado, desde las grandes tecnológicas hacia las acciones de menor capitalización del Russell 2000 debería desacelerarse. Desde Gavekal señalan que desde el disparo este índice se ha disparado (un 7,14%) debido, en parte a que "los inversores ven a Trump como más favorable a las acciones de 'valor' que las grandes tecnológicas", debido a sus aranceles para proteger la rentabilidad del mercado local y un dólar más débil para impulsar las exportaciones. "Ahora se verá hasta qué punto las expectativas de victoria para Trump fueron un impulsor de esta rotación" además del debilitamiento del dólar estadounidense.

Problemas para Bitcoin y el 'imperio de Trump'

Una campaña más igualada también puede favorecer a un Bitcoin que ha encontrado en Trump a un gran aliado. El candidato no solo ha afirmado que aceptará donaciones en Bitcoin y otras criptomonedas sino que ha afirmado que "me aseguraré de que el futuro de las criptomonedas y bitcoin pase por EEUU y apoyaré el derecho de los 50 millones de americanos con criptomonedas". Además anunció que nunca dejará que el Reserva Federal lance su propia criptomoneda.

Por último esto también puede frenar mucho la expansión bursátil que está viviendo el 'imperio de Trump' que esperaba beneficiarse de una victoria electoral del republicano. Destaca especialmente el caso de Trump Media & Techology Group, el conglomerado bursátil lanzado al mercado en enero de 2022 y que incluye su red social (Truth) y que se disparó hasta un 35% con el atentado contra su vida. "Está claro que habrá una revisión de los 'negocios' de Trump' que han onsesiado estos días a los analistas desde el debate y el intento de magnicidio", comentan desde Gavekal.

En economía… más de lo mismo

A nivel económico, los analistas no esperan que cambie demasiado la realidad del debate electoral en EEUU. "La cuestión clave para nosotros es cuán diferente será la plataforma económica del rival de Trump de la de Biden", explica Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers. "Observamos que la propia Kamala Harris y la mayoría de las "alternativas naturales" están estrechamente asociadas con la administración de Biden o con la "corriente principal" demócrata.

En resumen, gane quien gane, esperan un enfrentamiento activo contra Pekín. "Cualquier candidato demócrata probablemente impulsaría una política "anti-China" bastante fuerte de todos modos. Biden no derogó los aranceles especiales impuestos por Trump". Sin embargo la diferencia fundamental son el resto de aranceles. Si bien Trump propone elevar un 65% los gravámenes a China, también propone un arancel universal del 10% para todos los países. "Una victoria demócrata en noviembre evitaría a los exportadores europeos una versión más pequeña pero aún dolorosa de la guerra comercial contra Pekín.

Pero yendo a las diferencias de Harris respecto a Biden a nivel nacional, la realidad es que "no esperamos muchos cambios". Cualquier candidato demócrata "probablemente mantendría el enfoque de Biden en materia de política industrial, con una continuación de la Ley CHIPS y la IRA (anti-inflation act)". En materia fiscal, sin embargo, Harris se ha mostrado más de izquierdas que el actual presidente, y en su anterior campaña, en 2020, propuso subir los impuestos a las empresas y las personas que ganen más de 100.000 dólares para bajárselos a los que ganen menos de 100.000 y subir los salarios de los profesores, entre otros. De entrada, dejaría que muchos de los recortes de impuestos aprobados por Trump en 2017 caduquen a los 10 años, como estaba previsto, en vez de renovarlos. En cualquier caso, los expertos dan por hecho un congreso dividido que limite de forma clara la capacidad de poner en marcha grandes cambios económicos para ninguno de los dos bandos.

Joe Biden y Donald Trump durante el debate en la CNN (Bloomberg)
Joe Biden y Donald Trump durante el debate en la CNN (Bloomberg)

En este sentido, los sondeos apuntan a una batalla ajustadísima por la Cámara de Representantes y el Senado, lo que será vital gane quien gane para determinar si puede imponer su agenda. En la Cámara Baja, los republicanos tienen una minúscula mayoría de 8 diputados, 220 a 212; mientras que en la Cámara Alta, son los demócratas los que dominan, por la mínima, por 51 a 49 senadores. Tal y como están las cosas, los expertos creen que el resultado de las legislativas será poco menos que una moneda al aire: cualquiera de los dos partidos puede tomar el control de cualquiera de las dos cámaras.

De todos modos, los diputados y senadores más moderados de cada bando tendrán la última palabra, ya que, con mayorías tan estrechas, cualquier congresista que tenga el más mínimo problema con un proyecto de ley podrá tumbarlo o exigir cambios. Y si la moneda cae de un lado distinto en cada cámara, el resultado será una parálisis legislativa total. La retirada de Biden, en todo caso, hace más improbable el escenario que más temían los demócratas: una desmovilización generalizada entre sus votantes que le regalara a Trump amplias mayorías en ambas cámaras por incomparecencia demócrata. El escenario del empate perfecto gana muchos enteros.

En cualquier caso, de momento la reacción ha sido suave, con el S&P 500 subiendo un 0,6% tras la decisión, el Dow Jones cede un 0,12% y el dólar cotizando prácticamente plano frente al euro, en 0,918 respecto a la divisa del viejo continente. El oro por su parte, si se ha revalorizado superando los 2.400 dólares la onza ante una mayor incertidumbre. Ahora, queda por ver si finalmente la incertidumbre que ya parecen dar por hecho desde Wall Street se acaba adueñando del mercado a medida que las encuestas y la batalla electoral empiecen a carburar. Sin duda la carrera por la Casa Blanca marcará el desarrollo de un Wall Street en máximos, a la espera de recortes de tipos y conteniendo la respiración por qué la traerá la política.

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