Bolsa, mercados y cotizaciones

La tormenta que arrastra al dólar y encumbra al oro: la Fed, el caos y una guerra de divisas alimentada por Trump

  • Los datos del IPC y mercado laboral han sido clave para ambos
  • Los analistas señalan la obsesión de un dólar débil pese a sus deseos de aranceles
  • Mientras que el caos de las elecciones quita peso a su papel como valor refugio

Una tormenta se avecina sobre el dólar. Los datos más débiles, tanto de inflación como de la economía en general, han espoleado las caídas de la divisa de un tiempo a esta parte a medida que los mercados empiezan a dar por hecho unos mayores recortes de tipos. De hecho, ya se otorga un 98,1% de probabilidades a un movimiento de algún tipo en septiembre para proseguir con dos movimientos más (en noviembre y diciembre). Sin embargo, el elemento del 'precio del dinero' no ha venido solo y para sorpresa del mercado, el incremento de opciones de Trump de llegar a la Casa Blanca tras el atentado no ha sostenido a la moneda, a pesar de su hoja de ruta de agresivos aranceles. Los expertos señalan varios factores, al margen de los datos macroeconómicos, que están cambiándolo todo, desde el efecto caos, a la 'guerra de divisas' que plantearía Trump para garantizar lo que él siempre ha defendido, un dólar barato.

Pero, volviendo al presente, la moneda, que se encontraba en junio en positivo respecto al euro, en lo que va de año, ha caído un 2,33% frente al euro desde sus máximos de junio. Por su parte, el Índice Dólar, que la compara con una cesta de divisas internacionales, muestra julio como el mes clave en que el dólar con un retroceso del 1,71%. De hecho, la divisa se encuentra en su punto más bajo desde mayo.

En particular, ha habido dos datos macroeconómicos que han dado alas a este cambio con los tipos que ha impulsado a la divisa. La señal más importante ha sido el dato de inflación de la semana pasada, donde se vio una moderación de tres décimas hasta el 3% abriendo de par en par la puerta a una Fed más agresiva recortando tipos, pues el objetivo de inflación del 2% parece más cerca que nunca. Este dato clave vino de la mano de unas cifras de empleo, apenas seis días antes que mostraban ya cierto cansancio en el mercado laboral, con la tasa de desempleo subiendo al 4,1%.

"La fortaleza de la economía estadounidense en relación con el resto del mundo es cada vez más importante para las perspectivas del dólar. En las últimas semanas, los datos publicados sugieren que la economía estadounidense está perdiendo impulso en relación con otras economías importantes", comentan desde Capital Economics. "Todavía hay margen para una mayor debilidad del dólar en las próximas semanas".

En ese sentido, a pesar de que el dólar ha reflotado con fuerza las últimas veces, los expertos de la firma señalan que estas últimas, cifras en particular en el mercado laboral, "sugieren que es probable que la postura del FOMC cambie de manera más duradera esta vez". Pero, al margen de las cifras, los analistas están señalando otros factores que invitan a pensar en una mayor debilidad del dólar pues dos de los grandes valedores de la divisa están encontrándose con problemas y, en consecuencia, encendiendo al oro como el ganador, empujando a la materia prima a máximos históricos.

Guerra de divisas para diluir los aranceles

A primera vista, el ascenso de Trump supondría un espaldarazo clave para la moneda. Desde ING señalan que el 'factor Trump' es diferencial para la divisa. "La fortaleza del dólar está impulsada en las crecientes apuestas de una presidencia de Donald Trump con una política fiscal expansiva". Tras el atentado la media de todas las encuestas recogidas por Emerson College Polling ya le da tres puntos de ventaja sobre Biden. En ese sentido, todo parecía indicar una revalorización de la divisa norteamericana, pues los aranceles tienen un efecto directo en la misma y el republicano quiere imponer una tasa general del 10% y una del 60% (además de las que ya hay) sobre productos chinos.

Desde Peterson Institute dan por hecho, por lo tanto, una "apreciación del dólar tras un aumento generalizado de los aranceles estadounidenses". Los expertos de TS Lombard coinciden, alegando que "los aranceles pesan sobre las monedas del país que los aplica". Sin embargo, esta última firma explica que, aunque los gravámenes inequívocamente encenderán la moneda, la 'cara b' de Trump compensará esta tendencia, algo que el mercado ya está teniendo en cuenta. Por un lado, los expertos señalan una presión comercial para que otros países alteren el valor de su divisa al alza, debilitando al dólar. Por otro, hablan de una presión extra sobre la Reserva Federal para que acelere los recortes de tipos, tal y como hizo en 2029.

"Con la inflación cerca de estar vendida deberíamos recordar que el cómputo global de sus políticas sobre aranceles, deportaciones y política fiscal procíclica (bajadas de impuestos) son una combinación inflacionaria y, en algunos casos, estanflacionaria" defienden desde TS Lombard. En ese sentido, los expertos de la firma señalan que esta combinación "requiere una gestión cuidadosa por parte de la Reserva Federal. Y el riesgo es que, al implementar sus políticas de dólar fuerte, Trump se recuerde a sí mismo lo que no le gusta: una moneda sobrevaluada". Esta constatación "podría a su vez recordarle otra cosa que no le gusta: la "burocracia" y la independencia de la Reserva Federal".

"Trump podría realizar una intervención unilateral o coordinada a nivel internacional en el mercado cambiario"

En resumen, aunque buena parte de las políticas de Trump parezcan contraintuitivas, desde TS Lombard creen que el republicano va a optar por medidas que eleven al dólar y que ya están anunciadas a bombo y platillo, pero también con esfuerzos directos por conseguir una moneda más barata. Entre ellos, una influencia en la Reserva Federal pues creen que podrían darse situaciones como una meta de inflación más alta. En ese sentido señalan que se darían "esfuerzos concertados para la depreciación del dólar" si se empiezan a manifestar problemas como "una escalada arancelaria o un shock petrolero negativo" que enciendan la divisa". Mark Sobel, presidente de OMFIF (Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras) en EEUU comentan que "si un segundo gobierno de Trump sale adelante, podría presionar a la Fed para que recorte las tasas de interés, lo que ayudaría a bajar el dólar".

Aún no se sabe qué medidas puede tomar para debilitar al dólar, pero el expresidente ha mostrado repetidamente que esta era su intención cuando estaba en la Casa Blanca y durante esta misma campaña electoral. En 2018 y 2019, Trump criticaba abiertamente a la Fed porque un dólar más alto de lo deseado estaba dañando el desarrollo económico del país.

De hecho, ya entonces Citi hablaba sobre la posibilidad de que la propia Casa Blanca tomase medidas como una "intervención" vendiendo reservas de su propia moneda. Desde Gavekal defienden esto como una posibilidad alegando que "Trump es, ante todo, un mercantilista; claramente quiere un dólar más débil". Desde OMFIF comentan que Trump tiene en su mano la posibilidad de una consolidación fiscal que enfría la demanda, aunque "no parece una política que él emprendería". En ese sentido señalan que podría realizar "una intervención unilateral o coordinada a nivel internacional en el mercado cambiario".

Trump y Powell durante su nombramiento como presidente de la Fed (Reuters)
Trump y Powell durante su nombramiento como presidente de la Fed (Reuters)

La posibilidad de una política activa para reducir su propia divisa es algo que ya se ha comentado durante la compaña con su ex jefe comercial Robert Lighthizer, reuniéndose con sus asesores durante este mes de mayo. Según Reuters, entre estas medidas estudian la posibilidad utilizar el comercio global para este fin, presionando a otros países para que alteren el valor de sus monedas.

Sobre su presión sobre la Fed, parece que no va a ser tan exagerada como en su primer mandato dada la última entrevista concedida a Bloomberg, donde habla de mantener a Jerome Powell lo que resta de su mandato (hasta 2028). Eso sí, el republicano apuntilló que "especialmente si hace lo correcto". Un matiz que incide en que exigirá una senda al alto cargo, pero que dista mucho de aquel primer mandato en el que lo calificaba de "enemigo del pueblo".

El refugio caótico

Al margen de que el factor Trump se atenúa, hay otro gran argumento que pierde la divisa para mantener su cotización. El dólar es considerado un auténtico valor refugio en tiempos complicados, tal y como estamos viviendo. En una época con dos guerras en activos (Ucrania y Gaza), elecciones a lo largo y ancho del mundo e incertidumbre económica por los efectos de los bancos centrales, el dólar se perfilaba como un gran escudo para aquellos inversores que quieren certezas.

Sin embargo, los recientes eventos geopolíticos en el país, con unas elecciones cada vez más cerca, un atentado contra la vida de uno de los candidatos, la polarización política y la incertidumbre que genera… todos estos elementos están neutralizando esa gran baza del dólar. Al menos es lo que piensan desde Allianz Global investors, pues su director Global de Inversiones (CIO) Multiactivos y director general, Greg Hirt, explica que "existe el riesgo de que se ponga en entredicho su condición de valor refugio".

Hirt defiende que tras este ataque, las elecciones pasan al centro de atención de los inversores internacionales, que hasta ahora habían tenido la atención dividida con Francia u otros problemas geopolíticos. En ese sentido, con la "reciente debilidad de los datos económicos", el dólar pasa a tener un papel clave. Los inversores deberán estar atentos a la reacción del dólar, ya que suele debilitarse ante los sucesos internos: su "habitual" función de activo refugio a escala mundial no suele ser efectiva cuando los problemas políticos se producen en el propio país. Por ejemplo, perdió valor tras el asalto al Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021".

El rally del oro

En ese sentido, a medida que la incertidumbre política se puede ir volviendo más fuerte en EEUU durante los próximos meses "los inversores suelen recurrir a activos refugio no expuestos a EEUU, como el franco suizo y el oro". En particular la materia prima ha vivido un importante rally. A pesar de que el valor refugio por excelencia ya acumulaba hasta el mes de julio una revalorización del 13,26%, este mes de julio la materia prima ha dado un salto clave del 6,51%, profundizando en máximos históricos.

El factor geopolítico está siendo clave para explicar el éxito del oro, que ya venía de buenos resultados, pero gracias a la voracidad de los bancos centrales por el metal precioso, en particular el de China, que se ha lanzado a por la materia prima para reducir su exposición a EEUU.

Desde XTB coinciden en que, si bien los precios, "durante los últimos años ha estado impulsado por el temor a una recesión, los conflictos geopolíticos y el aumento de la inflación". Recientemente, "han sido las compras de los bancos centrales en su deseo de diversificar sus reservas en dólares y los pequeños inversores chinos recelosos del sector inmobiliario y de la bolsa, los que lo han llevado a cotizar a máximos históricos". Sin embargo, ahora todo ha cambiado y ha encontrado un nuevo motor porque "se trata, además, de un activo que también se espera que se beneficie del recorte de tipos, ya que, a diferencia de los bonos, el oro no ofrece un rendimiento fijo, por lo que a medida que caigan las rentabilidades de los bonos, más inversores volverán a comprar oro".

Los analistas de Julius Baer coinciden en que "durante la primera mitad del año, el mercado del oro estuvo muy centrado en la demanda china y las compras de los bancos centrales, mientras que las perspectivas de la política monetaria estadounidense habían pasado a un segundo plano, manteniendo al margen a los buscadores de refugio en el mundo occidental". Para firma helvética esta tendencia "parece haber cambiado, ya que la reciente recuperación de los precios del oro estuvo impulsada en gran medida por la atención puesta en los datos económicos más débiles de Estados Unidos y las expectativas relacionadas de un primer recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos".

"El optimismo sobre los recortes de los tipos de interés en Estados Unidos, a medida que más datos económicos respaldan el caso de un cambio de rumbo de la Fed, está respaldando al oro", dijo Ewa Manthey, estratega de materias primas de ING Bank NV. "El oro está preparado para mantener su impulso positivo en medio del actual panorama geopolítico y macroeconómico mundial, mientras que se espera que la demanda de los bancos centrales crezca".

Sin embargo, desde Capital Economics señalan que, a pesar de "esperamos que el menor apetito por el oro en China compense probablemente el efecto alcista de una política monetaria más laxa en Estados Unidos y creemos que los precios del oro caerán". Su previsión es que el oro volverá a caer a 2.200 dólares la onza a finales de este año, desde los 2.470 dólares actuales. En cualquier caso, el mayor peso geopolítico y un dólar desafiado serán claves para discernir el futuro de la materia prima, que vuelve a estar en el foco como nunca antes.

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