El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha anunciado este lunes el mayor hallazgo gasista en el país desde 2005. Se trata de un mega pozo de 1,7 trillones de pies cúbicos situado en La Paz. No solo se trata de una importante prospección que puede volver a reflotar el papel de la nación sudamericana como exportador, sino que se trata, en sí mismo de unos los mayores descubrimientos de la historia del país, situándose como el tercer mayor campo de la nación. Según las estimaciones iniciales Bolivia podría lograr 6.800 millones de dólares en ingresos gracias al mismo.
"Se ha confirmado la presencia de hidrocarburos gaseosos y líquidos en las formaciones Copacabana y Tomachi medio e inferior, se confirma 1,7 TCF (trillones de pies cúbicos) de reservas, "siendo el descubrimiento más importante para Bolivia desde el 2005", aseguró Arce. "Con cerca de 50 millones de dólares de inversión en nuestro gobierno, hemos descubierto un auténtico megacampo".
El gas es el gran negocio que sostiene a Bolivia, al menos así ha sido hasta que la minería lo reemplazó en 2022 por su decadencia. Precisamente en 2005 se vivió un gran boom productor que repercutió en unas exportaciones desatadas sobre Brasil y Argentina, convirtiéndose de facto en su principal suministrador energético y vendiéndose cerca del 80% de su producción a estos dos países. En el 2006 Bolivia tenía reservas de 13,7 Trillones de pies cúbicos de gas (TCF), las segundas en importancia de América después de las de Venezuela. Los hidrocarburos representaron cerca del 8% de todo su PIB en 2014, cuando el país llegó a la cúspide de su influencia gasista.
Sin embargo desde entonces la producción empezó a declinar a medida que las grandes reservas del sur del país ya no eran tan rentables como antaño. Sin embargo el gas sigue siendo un elemento clave siendo el principal sustento de la economía Boliviana y aportando durante todo este periodo hasta 2022 cerca de 44.000 millones de dólares.
Al margen de los problemas con sus reservas, la nacionalización de sus recursos congeló la inversión, provocando conflictos con las empresas que habían invertido en los proyectos y haciendo que la participación del estado en la industria de los hidrocarburos pasará del 18% al 50% con la presidencia de Evo Morales. Sin embargo la empresa pública no llegaba a todos los proyectos y los expertos señalan que no hubo una reposición de reservas adecuada, lo que profocó que las reservas cayeran en solo cuatro años de 10,5 TCF a 8,95 TCF desde 2014.
En definitiva, para el año pasado los ingresos de lo que parecía, era la gallina de los huevos de oro de Bolivia pasó de representar el 7,1% del PIB a decrecer hasta el 5,5%, Además las ventas al exterior se han ido desplomado un 68% desde 2014 a 2024 con sus dos principales clientes en retirada. Argentina compró un 70% menos de gas boliviano y Brasil un 55% menos.
Hace años se gastaron $us500 millones en explorar el norte paceño y no se encontró absolutamente nada. Hoy, con cerca de $us50 millones de inversión, en nuestro Gobierno hemos descubierto un megacampo en el norte paceño, el tercer mejor campo productor de todo el país.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) July 15, 2024
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Ahora Arce tras años de una producción languideciendo, se ha encomendado a un plan de reactivación para que la industria que antaño era su gran apuesta de futuro pueda volver a funcionar. En ese sentido, el presidente se encomendó a un plan de exploración de 30 nuevos campos por valor 323 millones de dólares, una inversión que, según parece, ya se ha visto recuperada con creces tras el anuncio de YPFB. El propio Arce reconoció que esta estrategia supone un giro radical tras la caída de producción por años de menor exploración y reposición de reservas.
Volviendo al hallazgo que podría cambiarlo todo. El presidente boliviano agregó que el proyecto en el norte paceño abarca también la perforación de tres pozos adicionales además de un proyecto de interconexión que producirá hasta 10 millones de metros cúbicos por día (mmcd) y entre 500 a 1.000 barriles de petróleo por día. El pozo Mayaya Centro-X1 IE forma parte de las tareas de exploración de hidrocarburos que encara la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en la región del subandino norte que conforman los departamentos de La Paz, Pando y Beni.