En este artículo, el autor plantea siete preguntas con las que ofrecer argumentos para volver a los orígenes de la sostenibilidad y reencontrar consensos básicos con los que se avanzó en esta figura desde mediados de los años ochenta. Son tiempos de polarización; nadie puede negarlo. Los grises y los colores sutiles han desaparecido y ahora todo es blanco o negro; cero o uno; fascista o comunista. Se ha perdido la racionalidad. Por eso, es normal que la polarización política esté en el origen de la ola anti ESG que vivimos hoy. En todos los foros a los que asisto, y en todas las clases que imparto, cada vez que empiezo a hablar de sostenibilidad prefiero poner el "elefante" en la mesa para poder avanzar. Así que suelo empezar explicando que estamos en un momento en el que es frecuente oír afirmaciones como estas: "la ESG ya está muerta", "esto es cosa de comunistas", "es un movimiento anti empresarial"; y si pregunto por los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 (ODS), el run run se multiplica por N (cuando N tiende a infinito). Le puede interesar: ¿Qué alcance tiene la ola anti ESG en Europa?

Director ejecutivo Master de Sostenibilidad de la Universidad de Navarra