Albert Buyé
El panorama político y financiero global se vio sacudido el pasado 3 de abril con la mayor filtración de documentos confidenciales de la historia. Más de 11,5 millones de archivos del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca fueron entregados al periódico alemán Süddeutsche Zeitung, que posteriormente compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) por una fuente anónima. Las consecuencias de este terremoto informativo han revelado la estructura fiscal internacional erigida por esta firma de abogados, encargada de elaborar un andamiaje corporativo en jurisdicciones con regulaciones financieras laxas para resguardar la identidad de sus titulares.