Redactora de elEconomista

En nuestro país, el fútbol es el deporte líder, con diferencia. Es la disciplina que más afición tiene, algo que ocurre de manera ininterrumpida desde el año 2018. Así lo revela la edición 2024 del 2º Barómetro de hábitos en deporte en España, de SPSG Consulting. Más allá de seguir a su equipo preferido, el estudio indica que el fútbol es el segundo deporte más practicado, tan solo por detrás del running. En el ámbito profesional, este deporte generó en la temporada 2021/2022 el equivalente a un 1,44% del PIB español, 18.350 millones de euros contabilizando los efectos directos, indirectos e inducidos, según el informe elaborado por KPMG, Impacto socioeconómico del fútbol profesional en España, presentado por LaLiga. El impacto directo del fútbol profesional alcanzó más de 8.316 millones de euros, de los cuales, más del 78% fueron resultado del gasto de los aficionados en productos y servicios asociados al fútbol profesional. En términos de empleo, esta actividad generó más de 194.000 trabajos a jornada completa, de los cuales 66.541 fueron de forma directa, 65.481 indirectos y 62.360 inducidos.

En España el fútbol es el deporte rey. Se trata de la disciplina más seguida, es decir, con más afición, pero, además, es uno de los deportes más practicados, según la edición 2024 del 2º Barómetro de hábitos en deporte en España, de SPSG Consulting. Por ello, no es de extrañar que, entre los deportistas internacionales con mejor imagen los que más se repiten son futbolistas, aunque algunos de ellos lleven muchos años jugando fuera de nuestras fronteras. Así lo refleja el AMPI (Athlete Marketable Potentiality Index) recogido en el XVII Barómetro de Patrocinio Deportivo & Tendencias en Sport Business, elaborado por SPSG Consulting.

Ídolos. Estrellas. Leyendas. A lo largo de sus carreras, incluso después de terminarlas, algunos deportistas son referentes para grandes y pequeños. Sus trayectorias se han seguido durante años, décadas en muchos casos, compartiendo éxitos y derrotas que han llevado a crear una imagen cercana sobre su persona. De hecho, aun retirados desde hace años, algunos deportistas españoles siguen manteniendo el cariño y una buena valoración por parte de los seguidores.

Llegaron al mundo con un smartphone debajo del brazo. La Generación Z, aquellos nacidos entre 1997 y 2010, han crecido en un mundo totalmente conectado y globalizado. Con edades que comprenden en la actualidad entre los 15 y los 28 años, viven inmersos en la sociedad de internet. Este grupo, sucesores de los Millenials y que precede a la Generazión Alfa, prefiere los mensajes a las llamadas para comunicarse; busca información de forma rápida, visual y concisa; realiza sus compras a través de aplicaciones y páginas webs; lee y estudia online; ve series y películas a través de plataformas de streaming...

La sociedad vive a un ritmo acelerado, teniendo la necesidad de hacer muchas cosas, incluso en vacaciones. Visitar monumentos, hacer rutas por la montaña, practicar deportes acuáticos... Pero, ¿y si se viaja para dormir? En España, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 20% y un 48% de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño y que en al menos un 10% de los casos es debido a algún trastorno de sueño crónico y grave. Estas cifras resaltan la necesidad de mejorar el descanso, ya que impacta en el bienestar de las personas. Además de afectar al estado de ánimo y la concentración, la falta de sueño puede provocar un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.

Desde un pueblo medieval escondido en la provincia de Soria hasta los molinos de la Mancha. Los viajeros buscan parajes de ensueño, paisajes inolvidables, tranquilidad en las calles, comida tradicional, productos naturales, nuevas costumbres... En definitiva, una experiencia auténtica con la cultura, el entorno y su gente. Estos son algunos de los atractivos que ofrece el turismo rural.

Rozando los 50ºC. El 14 de agosto de 2021, los vecinos del municipio cordobés de La Rambla soportaron la temperatura más alta registrada en la historia de España, la desorbitada cifra de 47,6ºC. Cada vez son más frecuentes periodos sostenidos de temperatura extremadamente alta, es decir, las olas de calor, consecuencia del cambio climático.