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Especial Turismo

Barcelona, la ciudad más masificada del mundo con 20,4 millones de visitantes

  • Ya sea por el clima, las playas o la oferta gastronómica, nuestro país es uno de los destinos más elegidos en el mundo para pasar las vacaciones, lo que puede conllevar a hacer frente a consecuencias como el sobreturismo
Turista en la Sagrada Familia
Pilar Ceballos

Ni el Coliseo Romano ni la Gran Muralla China ni el resto de las siete maravillas del mundo moderno han superado a la Sagrada Familia de Barcelona. Así, la capital catalana se ha convertido en la ciudad turística más masificada del mundo, cuya cifra de visitantes anuales supera los 20,37 millones, según el último estudio de Nomad eSIM. En la actualidad, la ciudad recibe 201.722 turistas por kilómetro cuadrado, lo que sitúa la densidad turística de Barcelona por encima de Cancún (México), con 147.887 viajeros por kilómetro cuadrado; Oporto (Portugal), con 143.902, y Ciudad de Nueva York (EEUU), con 137.712.

Este fenómeno ha producido otro llamado turismofobia, que se trata del rechazo o la aversión que sienten los residentes de un lugar hacia el turismo masivo, especialmente cuando este causa problemas sociales, económicos o ambientales. Pese a que en España expertos como Aurélie Sandler, co-CEO de Evaneos, señala que "no estamos en un escenario en el que podamos hablar de este término aún", Barcelona arrastra varias protestas y manifestaciones por parte de los residentes en lo que va de año. Sandler apunta a que "necesitamos hacer un cambio de modelo que preserve las costumbres de los barrios y pueblos y garantice la supervivencia del entorno".

Es el caso de Celia Martín (2002, Barcelona), quien ha vivido toda la vida en la ciudad y nota el turismo masificado y su aumento con el paso de los años "sobre todo en el centro". Reconoce que éste le "incomoda muchísimo", hasta tal punto de cambiar la ubicación de sus planes por el exceso de visitantes, "incluso vamos por un camino más largo para evitar según qué zonas", explica Martín y especifica que, en concreto, "evito el Barri Gòtic, toda la zona de la playa, la Plaça Catalunya, la Sagrada Familia y el Passeig de Gràcia". Como solución, la barcelonesa propone "cambiar las medidas políticas que hacen que aumente esta situación", además de "intentar recuperar los comercios locales que se pierden".

Los precios y la oferta cultural también varían en función de la densidad turística. Por su parte, Martín lamenta que "se impulsan actividades pensando solo en el turismo, como museos cutres, bares o pubs". Por ello, la joven le daría más valor "a locales culturalmente importantes como Casa Batlló, Las Ramblas, La Boqueria y, además, plantearía que fueran más asequibles para la gente local, incluso, propongo un día sin turistas", añade la catalana.

Maiti Roca (1964, Barcelona) también ha vivido toda la vida en la ciudad y, al igual que Martín, percibe la hacinación y su incremento desde hace años. "Hubo un paréntesis durante la pandemia, pero a partir 2021 volvió a aumentar", alega Roca y añade "el Raval, la Barceloneta y el Parc Güell" a la lista de zonas repletas de viajeros. Por esta razón, admite, "intento no frecuentar estos sitios" y agrega que "el turismo no me incomoda, pero sí haría un cambio profundo en la gestión del ayuntamiento, mejorando la oferta para que sea de más calidad y no de masas".

Bien es cierto que las tendencias en los viajes van cambiando, aunque "Barcelona es un caso paradigmático en el sector turístico por ser lo que se denomina un destino triple A: playa, cultura y gastronomía", manifiesta Sandler. A ello se le suma, "su centro histórico reducido y la alta concentración de alquileres turísticos, muchos de ellos fuera de la regulación, que hace que la masificación turística sea mucho más palpable y provoque más rechazo en los locales", añade la Co-CEO.

Problemas que genera

Incomodidad de la gente local, la degradación ambiental o la pérdida de la identidad cultural son algunas consecuencias del sobreturismo. Según Sadler, existen efectos tanto materiales como inmateriales. "Los claros y palpables son la propia saturación de las infraestructuras: colas, tráfico lento, incluso caminando, dificultades para poder ver o acceder a ciertos espacios por la cantidad de gente que, a su vez, desembocan en otros como el encarecimiento por la alta demanda, la contaminación acústica y la acumulación de deshechos", enumera.

De hecho, según una encuesta realizada por Evaneos, locales y viajeros coinciden en que "hay demasiados turistas concentrados en áreas de interés" y, más concretamente, para 4 de cada 10 habitantes de localidades españolas vacacionales hay demasiados apartamentos turísticos en el centro de su localidad y los culpan de haber desplazado a los vecinos del barrio.

En cuanto a las inmateriales, "podemos mencionar, la tensión y el rechazo de los locales a los turistas y la pérdida de autenticidad y de encanto del destino, lo que acaba degradando su valor aspiracional y, a medio plazo, su economía", expone la experta.

Es el caso de Jacobo Dobón (2000, Valencia), quien atraído por la cultura, decidió visitar Japón durante 14 días, dos de los cuales los dedicó a visitar Kioto, la séptima ciudad turística más masificada del mundo. El joven corrobora la huella de los turistas y destaca que "el hacinamiento era patente sobre todo en los bosques de bambú, en los que no había planta que se hubiera librado de ser marcada por algún viajero que pensó que era buena idea rayar su nombre para destruir el patrimonio". Y añade que "la gente nos contó que no estábamos viendo nada en comparación a lo que podía llegar a ser por la cantidad de visitantes".

Pese a ello, el turismo -que no el sobreturismo- también trae consigo consecuencias positivas. Entre los pros destaca el aumento en ocupación tanto directa como indirectamente. De hecho, el empleo turístico superó los 2,9 millones de afiliados el pasado abril y sumó casi 100.000 nuevos trabajadores, según datos de Turespaña.

La directora del departamento de Inteligencia de Mercados Turísticos y Competitividad de ONU Turismo, explica que "según estudios de ONU Turismo e IPSOS, los locales consideraban como los impactos positivos más significativos la creación de riqueza, el intercambio cultural y la creación de empleo".

En cuanto al tipo de turismo, las tendencias han ido variando a lo largo del tiempo. Según el estudio, Tendencias de viajes 2025: Cómo una nueva era de viajes impactará en la industria, llevado a cabo por la consultoría global Simon-Kucher, actualmente, "los viajeros prefieren visitar lugares poco poblados". Esto tiene relación con la post-pandemia, donde se produjo un auge de los viajes.

De hecho, Dobón y sus amigos optaron por viajar a Japón en septiembre porque "agosto suele ser el peor mes para viajar, tanto por la afluencia como por los precios", reconoce.

Hay un gran porcentaje de personas dispuestas a cambiar sus destinos para disfrutar de lugares más retirados. El estudio antes citado muestra que, "el 29% de españoles ha cambiado o ha cancelado planes en el pasado debido al exceso de turismo" y, con la mirada puesta en el futuro, "un 63% de los españoles evitará destinos populares si se enteran de que están abarrotados". Por su parte, Francia imita un comportamiento similar, ya que "el 69% de franceses evitará destinaciones masificadas y el 25% ha variado sus planes por este motivo".

Causas del sobreturismo

Viajar para conocer otras zonas del mundo se remonta al siglo XIX, por lo que no es nada nuevo. No obstante, ¿qué factores han sido clave para las nuevas tendencias turísticas? Según el Informe Crecimiento turístico desequilibrado a nivel de destino: causas profundas, impactos, soluciones existentes y buenas prácticas, llevado a cabo por la Comisión Europea, las causas y los impactos del turismo actual "son complejos, están interrelacionados y resultan de una combinación de factores". Entre ellos, el documento destaca los cambios demográficos, incluida la generación del Milenio, "con nuevos hábitos de viaje y una mayor esperanza de vida, que se ha unido al crecimiento económico general y a niveles de vida más altos".

Otras de las cuestiones que han promovido los viajes son el mayor número de vacaciones pagadas, junto con "los avances tecnológicos, combinados con un acceso más amplio a los medios y a la información y una mayor conectividad del transporte a través de una red de rutas más densa y mayor", expone el informe y añade que "el surgimiento y la consolidación de las aerolíneas de bajo coste han sido también fundamentales para el crecimiento del turismo de fin de semana, urbano o de escapadas cortas".

De hecho, este último factor podría favorecer el sobreturismo, en parte porque anima a la competitividad del mercado turístico mundial, lo que contribuye a "nuevas dinámicas en este y una mentalidad centrada en el crecimiento", detallan desde la Comisión Europea.

En cuanto a las soluciones que se barajan, no existe una línea de actuación clara, aunque algunos estudios apuntan a incentivar viajes fuera de temporada alta para mitigar el problema del sobreturismo.