
WhatsApp anunció ayer la llegada de los Estados, la cuarta alternativa a Snapchat bajo el paraguas de Facebook. Con ella, el entramado social de Mark Zuckerberg pone el broche a un completo despliegue para tratar de hundir a una aplicación que se encuentra en declive y que afrontará su salida a bolsa la próxima semana.
Zuckerberg reconoció en el juicio de ZeniMax contra Oculus algunos de sus trucos para negociar la compra de una empresa. Uno de los puntos más llamativos que dejó el CEO de Facebook es la táctica del miedo, es decir hacer conocer a la otra empresa "lo que van a sufrir siendo una compañía independiente". Algo que parece cuadrar con la reciente estrategia de sus alternativas móviles replicando las funciones de Snapchat.
Las tiranteces entre Facebook y Snapchat se remontan al año 2013, cuando Evan Spiegel, CEO de Snapchat, decide rechazar y romper por completo las negociaciones de compra para pasar a estar bajo el ecosistema de Facebook por 3.000 millones de dólares. Esta oferta suponía el triple de lo que a Zuckerberg le había costado comprar Instagram un año antes.
Y es que 2013 era un año clave para Facebook. La compañía debía ser capaz de dar el salto desde la versión escritorio a la versión móvil ante la creciente presión de otras apps alternativas. Para ello, probaron varias iniciativas llegando incluso a lanzar Home, una personalización de Android y un smartphone con HTC, dos proyectos que fracasaron y quedaron en el olvido.
Fue finalmente en 2014 cuando Zuckerberg dio un golpe de efecto en el smartphone. Además de ir mejorando poco a poco el desarrollo móvil de Facebook, compró WhatsApp por 19.000 millones de dólares. Mientras, en paralelo, Instagram seguía creciendo y comenzaba a apretar a Twitter.
El fracaso de Slingshot
Durante 2014 Facebook fue mejorando su servicio Messenger, al que convirtió en indispensable si se quería mantener una conversación en privado a través del móvil con otro usuario de la red social. Al tiempo, dejó trabajar de forma independiente a Instagram y WhatsApp, que también fueron creciendo en usuarios y desarrollo. Entonces llegó el primer intento de frenar el auge de Snapchat: una nueva aplicación bautizada como Slingshot, que fracasó.
Mientras, Messenger adoptó los vídeos cortos y una serie de funciones que estaban presentes en otras aplicaciones de mensajería como stickers, sin embargo, Zuckerberg seguía sin tener una app con usuarios con la característica estrella de Snapchat: la caducidad de las publicaciones.
Y es que Snapchat brillaba por ofrecer una función única que le hizo crecer como la espuma. La posibilidad de enviar y compartir contenido que caducase al ser visualizada o en un máximo de 24 horas la convertía en una plataforma tremendamente atractiva entre los adolescentes.
Enfocándose hacia este público, Facebook trabajar en desarrollar dicha función y al mes lanzó Slingshot, una nueva aplicación móvil para compartir fotos y vídeos de forma efímera con espíritu adolescente. Tanto era así, que su funcionamiento no estaba claro, no llegó a cuajar y acabó fracasando.
Cuatro frentes para atacar a Snapchat
La ofensiva final de Zuckerberg contra Snapchat cristaliza en el 2016, casi en paralelo a la aparición de los rumores de una próxima salida a bolsa de la compañía de Spiegel.
Snapchat había ido creciendo estos años y, además de presumir de ser el rey del contenido efímero, se había coronado como la red social estrella en la que tomarse selfies con máscaras virtuales. Ante esto, Facebook decide reaccionar con la compra de MSQRD que posteriormente ha ido incorporando en varias soluciones de Facebook.
Otra de las características de la que Snapchat presumía era la posibilidad de agregar a usuarios a través del escaneo de un código, posibilidad que Facebook también replicó en Messenger en abril de 2016.
Sin embargo, el golpe definitivo de Facebook a Snapchat vino de la mano de Instagram. La aplicación fotográfica lanzó Stories en agosto del año pasado y su funcionamiento era igual que el de las publicaciones que en la app del fantasma. Instagram Stories ha resultado ser un éxito para la aplicación y más de 150 millones de usuarios (de 600 millones) usan ya este nuevo formato, frente a los 158 millones de Snapchat.
En paralelo al crecimiento de Instagram, Snapchat enfadó a los principales creadores con el fin de la reproducción automática, decisión que hizo descender el número de visualizaciones de los vídeos de influencers y anunciantes. Hecho que incentivó una migración a la app fotográfica de Facebook.
Esta presión de Instagram no la ha soportado Snapchat, que ha visto como sus visualizaciones se han hundido un 40% en paralelo al crecimiento de la alternativa de Facebook. Es más, en la propia documentación para su salida a bolsa, Snapchat advertía a los inversores que su función estrella estaba siendo copiada por la competencia, lo que le había hecho caer sus ingresos.
Tras el primer derechazo recibido con Instagram, Facebook volvió a golpear a Snapchat lanzando Messenger Day, la misma función de contenido caduco pero esta vez para su aplicación Messenger y sus 1.000 millones de usuarios activos.
Llega el órdago: Facebook y WhatsApp
Después de que Instagram haya hundido las visualizaciones de Snapchat gracias a sus Stories, Zuckerberg va un paso más allá y lleva la opción de contenido efímero a sus aplicaciones sociales más grandes: Facebook y WhatsApp.
Primero llegó a Facebook a través de los usuarios irlandeses, y después lo extendió a 8 países más (entre ellos España). Esta función de momento no está disponible en EEUU donde sí que se puede compartir contenido con caducidad a través de Facebook con Messenger Day.
Finalmente, WhatsApp es la última en plantar cara a Snapchat. Aunque introdujo una serie de características para personalizar las fotos, finalmente fue ayer con motivo del octavo aniversario, cuando la aplicación de mensajería de 1.200 millones de usuarios lanzó WhatsApp Status.
Esta característica permitirá a los usuarios de la aplicación compartir contenido temporal con sus contactos más cercanos, con lo que se podrá restringir las publicaciones a un círculo más pequeño que en Instagram y Facebook, pudiendo ser así la puntilla definitiva al actual de Snapchat, todo a una semana de su salida a bolsa.