El euribor se da la vuelta y por primera vez en seis años entra en terreno positivo. El principal índice de referencia hipotecaria anticipa a toda velocidad una subida de los tipos de interés en la zona euro ante la elevada inflación que puede superar el 7% este año, según el Banco Central Europeo (BCE), y se situó este martes en el 0,005%. En poco más de tres meses el euribor ha subido medio punto, después de mantenerse en terreno negativo desde mediados de 2016. Este avance del índice tiene un reflejo directo en el precio de las hipotecas variables, encareciendo a los clientes la cuantía a pagar. La hipoteca media cuesta 384 euros más al año frente al cierre del pasado diciembre, o dividida entre doce cuotas, 32 euros más al mes.
El cálculo está realizado sobre una hipoteca media en nuestro país, que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) corresponde a un importe financiado de 145.465 euros, a un plazo de amortización de 24 años y un diferencial del 0,92%.
No obstante, la mayoría de los clientes con una hipoteca a tipo variable irán viendo incrementada su cuota de forma gradual a medida que el banco vaya repreciando el crédito que, según la entidad, se hace cada seis meses o una vez al año, según conste en cada contrato hipotecario. Cabe destacar que el dato histórico que marcó ayer el índice es el primero en positivo de modo que la media del euribor en lo que va de abril aún se sitúa en negativo, en el -0,057%.
Desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE), señalan que la guerra en Ucrania y el carácter menos transitorio de la inflación estaría sirviendo como caldo de cultivo para que el BCE emprenda una maniobra hacia la normalización de su política monetaria. "Un hipotético escenario de subida de tipos de interés es lo que estaría descontando ya el euribor, que mantiene una evolución al alza desde principios de año", explican.
Retirada de estímulos
El BCE ya comunicó el pasado mes de marzo de forma abierta su intención de ir deshaciendo los estímulos puestos en marcha para afrontar la pandemia a partir de junio. Esta predisposición abre la puerta a un alza de los tipos de interés con el objetivo de corregir la inflación hasta situarla en el 2%, nivel óptimo para los bancos centrales. La zona euro es uno de los mercados que más va a tardar en subir tipos frente al paso ya dado en otros países como Reino Unido, Brasil, México o EEUU. La Reserva Federal estadounidense (Fed) subió las tasas a mitad de marzo un 0,25% (primer alza desde 2018) y prevé seis nuevas subidas a lo largo del año con el objetivo de lograr máximo empleo y situar la inflación en el 2%, frente al 7,9% en el que cerró febrero. Para la zona euro, el mercado de futuros espera al menos dos subidas de en torno al 0,3% de cara a final de este año, en octubre y diciembre.
Lo que parece un buen augurio para los márgenes financieros del sector bancario (especialmente para el español puesto que entre el 60% y el 70% de la cartera hipotecaria está referenciada a variable) también añade un punto de preocupación ante el temor de que pueda incrementar la mora. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ya ha apuntado en varias ocasiones en estas últimas semanas que una subida de los tipos de interés aumentará el coste financiero de las empresas y de las familias, teniendo más dificultades a la hora de afrontar sus obligaciones con los bancos. Ante este escenario, el organismo pide a las entidades ser prudentes en la gestión de su cartera crediticia y también en las provisiones porque aunque la mora sigue en uno de los niveles más bajos desde 2009 (la ratio cerró el pasado enero en el 4,32%), el ritmo de descenso se ha ralentizado en los últimos meses.

Línea similar expuso la semana pasada el que era hasta entonces presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán, que consideró que la situación económica actual acabaría retrasando el alza de tasas. "En la medida que tienes un impacto por la crisis de Ucrania que genera incertidumbre en el crecimiento y en la inflación es inevitable que la expectativa de los mercados sobre una subida de tipos se retrase en el tiempo. Lo normal es que, como banco central, tengas una mayor prudencia en esa situación", apuntó.
Cambio de tendencia
El sector financiero ya ha dado un paso adelante ante la proyección del alza del euribor y ha cambiado la estrategia de su oferta hipotecaria, abaratando los préstamos a variable y encareciendo los referenciados a fijo. Más del 60% de los nuevos contratos hipotecarios se hicieron a un tipo de interés fijo en el cuarto trimestre de 2021. Sin embargo, la AHE apunta a que en vista de la situación de tipos actual "es posible que la tendencia observada en el último lustro hacia esta modalidad de préstamos se suavice, al tiempo que cobren de nuevo impulso las operaciones a tipo variable".
Tras la última crisis económica y coincidiendo con el paso del euribor a negativo tanto clientes, huyendo de un sobreendeudamiento no controlado, como entidades, buscando rentabilidad, impulsaron la comercialización de hipotecas a fijo. En 2013, tan solo el 1,1% de los préstamos inmobiliarios que se firmaban eran bajo la modalidad a fijo y en la actualidad son el 62%.
El mercado inmobiliario salió reforzado tras la pandemia, en parte, por el mayor ahorro de familias y empresas ante el cierre de la economía. La banca concedió en 2021 más de 59.426 millones de euros para hipotecas, un volumen que es un 35% superior al de 2020 y no visto en la última década. De momento, 2022 ya ha arrancado mejor que el ejercicio pasado. En los dos primeros meses de este año las entidades han prestado 9.310 millones para la adquisición de viviendas, un 18,8% más que lo financiado en enero y febrero del año previo.
Previsión del euribor
Los analistas de Bankinter han mejorado, y mucho, la previsión de evolución del euribor en los últimos meses. Desde la casa de análisis de la entidad financiera prevén que el índice de referencia hipotecario acabe el año en positivo, hasta situarse en el 0,4% a diciembre de 2022. Para el ejercicio siguiente, a cierre de 2023, estiman que alcanzará el 0,8%. La previsión de estos mismos analistas hace tan solo seis meses antes era bien distinta. Bankinter apuntaba el pasado mes de septiembre que el euribor cerraría 2022 aún en negativo, concretamente en -0,4%, tendencia por debajo de cero que mantendría para 2023, cuando cerraría en -0,26%. Según la nueva proyección de los analistas del banco, el índice subirá casi un punto porcentual a lo largo de este ejercicio. Concretamente, el euribor se situó en el -0,501% a diciembre, lo que supondrá una mejora de 0,9 puntos. Cabe destacar que el consenso del mercado no realiza previsiones sobre la evolución del euribor.