
Mientras desde el gobierno siguen hablando de sabotajes, ciberataques y montajes, y el funeral de los últimos forofos del sanchismo en que derivó el comité federal del PSOE, se limitaba a poner remiendos al fango de la corrupción sin propósito de enmienda, la realidad de los hechos y la percepción de la mayoría de los españoles confirman que el principal saboteador de sí mismo es un gobierno incapacitado para la gestión, inhabilitado para gobernar y sometido al chantaje de un prófugo de la Justicia.
Una situación que cada día se asemeja más al llamado tardofranquismo, es decir la última etapa de la dictadura franquista, caracterizada por la decadencia física y personal del dictador, la desunión de la clase política y la paralización administrativa, económica y social provocada por la incertidumbre sobre el futuro, a la que en el actual estado del tardosanchismo se unen la inseguridad jurídica y la corrupción. Y en esta espiral de mentiras y auto sabotajes, la medalla de oro se la lleva ese ministro Oscar Puente, que dicen de Transportes, tan activo en redes sociales para insultar y vituperar a la oposición y a compañeros como García-Page pero como callado y a la hora de pedir disculpas y dar explicaciones, tal vez porque ni las tiene ni le importan, cuando apenas llevamos seis meses de este 2025 y ya vamos por el quinto desastre ferroviario que han paralizado rutas clave del AVE y trenes regionales por robo masivo de cables averías eléctricas recurrentes y otras múltiples incidencias.
Todo un caos ferroviario sin que desde los operadores, Renfe y Adif, o desde el ministerio del "bello Puente", que se gasta el dinero en pagar para que le envían comentarios que le insultan por su físico, se haya respondido con la rapidez y la eficacia necesarias para evitar el calvario de decenas de miles de pasajeros atrapados noches enteras sin auxilio y en medio de la nada. ¿Tan difícil es habilitar servicios de autobuses y de catering para asistir a los viajeros y llevarlos a su destino evitando así, sufrimiento físico, angustia psicológica y pérdidas económicas a unos ciudadanos que pagan su billete, sus impuestos y a los que ni se les socorre ni se les informa? Parece ser que a los responsables políticos de estas entidades y del Ministerio las neuronas o la voluntad no les dan más que para adjudicar obras a amiguetes, gestionar mordidas y colocar a las amigas sexuales del ministro Ábalos y su sirviente Koldo.
Pero el caos no sólo afecta a los ferrocarriles. También el aeropuerto de Barajas sufría una jornada negra el primer día de la salida vacacional de julio, con la mitad de los controles de policía de la T4 vacíos, provocando colas interminables, retrasos y pérdida de vuelos para miles de pasajeros. Añadir a ello que más de la mitad de las carreteras españolas, el 52% se encuentran al borde del colapso presentando deterioros graves o muy graves como refleja un informe de la Asociación Española de la carretera en el que se denuncia que el déficit de conservación vial se eleva ya a 13.5000 millones de euros amenazando la seguridad y el bolsillo de los conductores. Por no hablar del apagón del pasado 28 de abril que dejó sin suministro de electricidad durante más de 10 horas a 55,7 millones de personas en España y Portugal, o de unos precios de la vivienda que duplican la media de la UE por el empecinamiento en el fanatismo ideológico y política sectarias. Pero de esto no habló en el Comité Federal del PSOE. Porque a ellos, como al "bello" Puente ni les importa, ni les interesa.
Una dejación de las obligaciones de gestión por parte del gobierno que se produce cuando el Estado sigue batiendo récords históricos de recaudación tributaria con casi 130.000 millones de euros de ingresos en los primeros cinco meses del año, 13.000 millones más que en 2024, y como muestran también los resultados de la campaña de renta de este año en la que Hacienda 6.950 millones de euros por IRPF, un 120% más que el año pasado, y otros 2,133 millones de euros por Patrimonio, un 8,5% más. Pues eso, que con Sánchez los españoles pagamos más impuestos que nunca y tenemos los peores servicios de la historia. Y lo sociedad española anestesiada.