Opinión

Inflación: ¿el mercado se estanca?

Serias dudas en las bolsas por el impredecible comportamiento de la inflación

Cuando las encuestas de actividad económica están en niveles récord, el desempleo retrocede según las tendencias, la inflación se acerca a su nivel óptimo -alrededor del 2% a largo plazo-, los beneficios empresariales -ya altos- sorprenden al alza, el banco central mantiene una posición ultra-acomodaticia y hay nuevos planes de inversión masiva a punto de concluir con éxito, ¿qué más se puede pedir? Desde luego que hay que apuntar a las estrellas, pero cuando se alcanzan, ¿qué encontramos más allá? Esta es la pregunta que el mercado se plantea sobre la economía estadounidense.

Como la respuesta no es obvia, el mercado se estanca. Así, las últimas sesiones de estas últimas semanas han experimentado notables altibajos, para una progresión finalmente casi nula. La cuestión no es tanto la de los beneficios futuros, que parecen asegurados para los próximos trimestres, sino la de los tipos, que está vinculada a la inflación. Si la inflación resultara pasajera, como afirma la Fed, podría ser indolora para el mercado; pero si fuera persistente, desencadenaría un endurecimiento monetario que afectaría a la renta variable.

Por ello, los banqueros centrales han intervenido para tranquilizar. En un coro casi unánime, han apostado que la Fed seguirá siendo acomodaticia durante mucho tiempo aún, dado que la elevada inflación en Estados Unidos está artificialmente vinculada a los efectos básicos y la congestión temporal, en cuanto a la oferta, y el desempleo sigue aún lejos de haberse reducido.

Aunque no estemos totalmente convencidos, podemos buscar en otro lugar otras configuraciones que se le parezcan y examinar lo que ha resultado de todo ello. En este caso, podemos encontrar pistas en otro país con estrellas. Pero se trata de un país con cinco estrellas en su bandera, en vez de cincuenta: China. En los últimos años, parece haber estado por delante del resto del mundo, experimentando antes que los demás episodios de inflación, recesión, repunte y, finalmente, normalización. En esto muestra el camino; al menos, el suyo.

Veamos la inflación. Experimentó allí una explosión, que ascendió a más del 5% a principios de 2020, efectivamente debida a un factor temporal -el precio de la carne de cerdo-, no como ocurre actualmente con el de los microchips (electrónicos, por supuesto). Desde entonces, la inflación ha vuelto a caer a menos del 1%. Asunto resuelto.

En el aspecto económico, China también entró en recesión antes que nadie a principios de 2020, y luego tuvo un repunte sostenido a partir del mes de abril de 2020. Desde entonces, la economía se ha estabilizado a un ritmo elevado, pero sin sobrecalentamiento. Y su política monetaria ha sido ligeramente acomodaticia en 2020, y después neutral, e incluso ligeramente restrictiva, sin causar desastres. El rendimiento del tipo chino a 10 años incluso ha alcanzado esta semana un mínimo del 3%, una señal de que el mercado de los tipos está totalmente tranquilo. Al contrario de lo que ocurre en el mercado estadounidense de tipos de interés, que es cierto que recientemente se ha calmado, pero ha tenido un comienzo de año caótico.

Por lo tanto, China bien puede ser el futuro de Estados Unidos, al menos en cuanto al escenario económico y la inflación. Es verdad que hay diferencias, que limitan el alcance de la comparación. En primer lugar, la inflación china estaba vinculada a un componente muy concreto -la alimentación- y no a múltiples factores como podría ser el caso de Estados Unidos.

De momento, hay un factor principal que también explica la inflación en el país americano: el coste de los vehículos. Pero si se añadieran los salarios, como sugieren algunos índices, la dinámica de precios cambiaría drásticamente. Además, durante esta última crisis China ha estimulado su economía mucho menos que Estados Unidos. Por último, la política monetaria china se ha mostrado mucho menos acomodaticia. Y, además, naturalmente, la estructura de la economía y la demografía de China son muy diferentes.

Eso no quita que el camino a una normalización satisfactoria ha demostrado su valía en China, y que, con algunas transposiciones, podría servir como precursor.

En cuanto al continente de 12 estrellas (¡para 27 países!), ¿hacia dónde va? Sorprendentemente, la zona con menos crecimiento e inflación ha visto cómo sus tipos han subido fuertemente en las últimas semanas: así, el tipo alemán a 10 años se ha acercado a -0,10% esta semana, procedente de -0,57% a principios de año. ¿Es una señal de que la "carrera a las estrellas" por fin va a empezar para ella? La ventaja es que no tiene que preocuparse por lo que puede haber detrás de las estrellas, pues primero tiene que alcanzarlas. ¡Vamos a desearle un buen lanzamiento!

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