
La postura de España con la vacuna de AstraZeneca ha sufrido varios volantazos en las últimas semanas. Tras cancelar la vacunación por la aparición de varios casos sospechosos de tombosis venosa y anunciar posteriormente la reanudación con el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), el Ministerio de Sanidad ha decidido ahora proponer a las comunidades autónomas ampliar los grupos de edad a vacunar con estas dosis de los 55 a los 65 años.
Pero por el camino, la falta de comunicación y las dudas generadas por episodios que después se han considerado no vinculados con la vacunación han hecho desplomarse la confianza de los españoles en la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Así se desprende de la encuesta de YouGov realizada entre los días 15 y 18 de marzo, en plena crisis a nivel europeo por la fiabilidad del fármaco.
De acuerdo con los datos de la encuesta, España ha sido uno de los grandes países que más ha reducido su confianza en la vacuna: es el que ve bajas más el porcentaje de personas que la considera "segura" (de un 59 a un 38%) y el que aumenta en mayor medida el porcentaje de ciudadanos que la consideran "insegura" (de un 25 a un 52%).
Se trata de un problema más para una campaña de vacunación no exenta de problemas de distribución que, sumado a este parón de diez días en las dosis de AstraZeneca y las sombras en el papel de la Comisión Europea y su eficacia en la compra de vacunas, deja en el aire que se pueda cumplir el objetivo que se marcó el Gobierno de vacunar al 70% de la población adulta antes de que finalice el verano.
El problema de la confianza en las vacunas (no en una en concreto, sino a nivel global) no es del todo desconocido en nuestro país. Los primeros sondeos, antes de que se comenzase a suministrar, solo cifraban en un 32,5% de la población el porcentaje dispuesto a vacunarse inmediatamente. Esta cifra ha ido aumentando con el paso de los meses hasta un 82%, una cantidad aupada por el éxito de las inmunizaciones y la percepción de que los fármacos son seguros y sus efectos secundarios bastante asimilables.
La hoja de ruta parece clara, pues, en este momento. El Ministerio de Sanidad proseguirá con las actualizaciones de la Estrategia de Vacunación una vez se vayan realizando las coberturas completas a los primeros grupos de la lista. Si la vacunación con AstraZeneca transcurre con normalidad, se podrá doblegar este efecto de desconfianza hacia el fármaco.
Ello contribuiría a la recuperación del país y el efecto del plan de vacunación, que tendrá en el segundo semestre del año su prueba de fuego. En abril, mayo y junio recibirá un aumento importante del número de dosis (entre ellas las de Janssen, que necesitan un solo pinchazo) que, si son suministradas con eficacia, multiplicarán el número de vacunados y marcarán definitivamente si la pandemia se supera o no en nuestro territorio.