Ha costado, pero los principales indicadores bursátiles de Wall Street han empezado a registrar nuevos máximos históricos durante la sesión del jueves. En concreto, el S&P 500 acaba la jornada en los 2.954,18 puntos, tras una subida del 0,95%, aunque habrá que esperar a que caiga más abajo, aproximadamente a la zona de las 2.927 unidades para volver a comprar renta variable estadounidense.
El mercado ha demostrado que, digan lo que digan, le gustan las políticas expansivas y que sólo los disparos al aire de Trump en su partiular guerra comercial impedían que los índices bursátiles reflejaran esa euforia.
Así, las bolsas compraron el acuerdo comercial hasta abril, vendieron en un mayo donde se instaló el pesimismo en torno al acuerdo comercial y han vuelto a comprar este mes con la esperanza de que la reunión del G20 de la próxima semana se salde con, al menos, un acercamiento de los dos grandes líderes del globo.
En las últimas sesiones, y gracias por un lado al ánimo conciliador mostrado por el presidente estadounidense y, por otro, al mensaje más dovish de la Reserva Federal -las probabilidades de que haya una bajada de tipos en la próxima reunión de julio son del 100%, según Bloomberg-, Wall Street ha rebotado con fuerza hasta batir sus últimos máximos históricos -los 2.945 puntos del S&P 500 al cierre del 30 de abril-.
Si el S&P 500 ha repuntado en torno a un 1% y ha llegado a alcanzar los 2.957 puntos intradía, aunque al final ha terminado en los 2.954,18 enteros, el Nasdaq 100 avanza un 0,92%, hasta los 7.738,05 puntos, y se queda a 1,5% de sus máximos históricos (los 7.851 puntos).
Por otro lado, el Dow Jones cierra la sesión con una subida del 0,94%, que lleva al índice a alcanzar las 26.753,17 unidades.
Riesgo de techo en la zona de los altos del año
"Como se suele decir una imagen vale más que mil palabras y es por ello que les recomendamos atender las dos hipótesis con las cuales trabajamos en Ecotrader de cara a las próximas semanas", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
"Pueden ver como en ambos casos esperamos que en próximas semanas se pueda formar una corrección que, dependiendo de si a corto plazo se superan o no los altos del año e históricos en el S&P 500, en los 2.955 puntos, tendremos información acerca de la profundidad que pueda tener una próxima caída en Wall Street", justifica el analista, que añade: "operativamente, somos partidarios de esperar esta corrección antes de volver a aumentar la exposición a bolsa".
Y, en principio, habría que esperar a esa "segunda pata bajista" de la que ha venido hablando Cabrero en las últimas semanas, "en la zona de mínimos del rebote que se marcaron hace dos semanas, como son los 2.727 del S&P 500 o los 6.935 del Nasdaq 100".
El impulso a la economía de la Reserva Federal
La Fed cumplió ayer con lo previsto y no tocó el precio del dinero. Pero la decisión no fue unánime: James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, se mostró partidario de recortar los tipos en 25 puntos básicos frente a los demás miembros del Comité Federal de Mercado (FOMC, por sus siglas en inglés) con derecho a voto.
Asimismo, el banco central estadounidense eliminó la palabra "paciencia" de su comunicado y dejó la puerta abierta a futuros recortes de los tipos de interés para sostener la expansión de la economía de EEUU, "teniendo en cuenta la ausencia de presiones inflacionistas", explican los analistas de Renta 4.
Todo ello, provocó que la rentabilidad del bono estadounidense a diez años cayera por debajo del 2%, nivel psicológico que hoy también deja atrás. Por tanto, el diferencial con el interés del bono a dos años se ha ampliado, por lo que la famosa curva de tipos está menos plana. ¿Y esto qué implica? Que el miedo de los inversores a una recesión global se disminuye.
Asimismo, este viernes el Banco de Japón ha decidido mantener su política monetaria ultraflexible. También ha sido el turno del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), que ha decidido mantener los tipos en el 0,75%. Y el Banco Central Europeo (BCE) ha publicado su boletín económico, en el que alerta de los efectos del aumento de la tensión comercial entre EEUU y China sobre la inversión.
El petróleo se dispara en la segunda jornada más alcista del año
Los futuros del petróleo Brent se revalorizan en torno a un 4,5% con respecto al miércoles, hasta alcanzar la zona de los 64,6 dólares por barril, en su jornada más alcista desde el pasado 9 de enero. De este modo, el crudo de referencia en Europa vuelve a niveles de mayo y acumula una rentabilidad del 20% desde enero.
En la misma línea se han comportado los futuros del West Texas, que rebotan alrededor de un 5,5%, hasta recuperar el nivel de los 56,7 dólares por barril, que eleva la rentabilidad del petróleo estadounidense al 25%, recuperando parte de lo perdido en las últimas semanas (llegó a ganar más de un 40% en su mejor momento del ejercicio).
El derribamiento de un dron estadounidense por parte de Irán añade tensión a las relaciones entre Estados Unidos y el Gobierno persa y hacer repuntar el petróleo, días después de que la Casa Blanca acusara a Teherán de incendiar dos barcos cargueros en el Golfo de Omán.
Además, el petróleo también acompañó las alzas vistas en la renta variable después de que la Reserva Federal señalase su disposición a bajar los tipos de interés por primera vez desde 2008, según informan desde Bloomberg.
El oro alcanza su precio más elevado en cinco años
Un lustro ha tenido que pasar para que el oro marcase un nuevo máximo, que ha establecido en los 1.388,9 dólares por onza hacia el cierre de la sesión en Wall Street. El metal precioso repunta cerca de un 3,3% con respecto al día anterior, lo que supone su mayor subida diaria en 2019, año en que acumula una rentabilidad que ya supera el 8%.
Por su parte, divisas como el euro sobrepasan durante la sesión los 1,13 dólares, pero terminan más cerca de los 1,129 dólares, con una subida próxima al 0,6% con respecto al miércoles y una depreciación anual del 1,5% frente al billete estadounidense. En cambio, la libra esterlina cede un 0,1%, hasta caer a la zona de cambio de 1,125 euros y gana un 1% en el año.