
El año 2019 será de ganancias para la bolsa española, según el patrón del efecto enero. Éste toma como referencia el comportamiento de un índice bursátil en el primer mes para profetizar lo que hará en el acumulado del año. En el caso del Ibex 35, ha adivinado casi el 63% de las veces desde su nacimiento cómo acabaría el año. Pero algunos inversores opinan que este patrón bursátil ha perdido sentido en la actualidad y, por tanto, no tiene "ninguna" fiabilidad.
El Ibex 35 ha cerrado el primer mes de este año con una revalorización acumulada del 6,05%, pasando de los 8.539,9 puntos con los que acabó 2018 a los 9.056,7 en los que cerró ayer.
Esto significa, según el conocido como efecto enero, que el principal selectivo bursátil español cerrará 2019 con ganancias en el acumulado anual.
Este patrón, que tiene como objetivo predecir el devenir de la bolsa, tiene actualmente una probabilidad de acierto de casi el 63% sobre el Ibex 35: su pronóstico ha sido acertado en 17 de los 27 años de la existencia del selectivo, desde su nacimiento como tal en enero de 1992.
En concreto, el efecto enero no se cumplió en 1992, 1994, 1995, 2001, 2003, 2009, 2011, 2015, 2017 y 2018. Sin ir más lejos, el Ibex 35 se revalorizó más de un 4% en el primer mes del año pasado, pero el resultado anual finalmente fue una caída de casi el 15%.
Y es que el efecto enero ha tenido previsiones más bien irónicas, como hace diez años, cuando la caída del 8,1% en enero pronosticaba un año bajista, y sin embargo 2009 acabó con una subida del 29,8%. O al revés, como en 1994, cuando el ascenso el primer mes fue del 9,5% y el descenso en el acumulado del año, del 14,6%.
En cambio y probablemente este sea uno de los principales argumentos de los gurús que se basan en este patrón, el efecto enero predijo la mayor caída anual que ha tenido hasta el momento el Ibex 35 (del 39,4%), en 2008, ya que en el primer mes de dicho año también se dio el descenso más fuerte de todos los eneros desde la existencia del índice.
El selectivo español se dejó más de un 12,8% ese mes. Algo que podría ser interpretado como un aviso de lo que se avecinaba: la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, desencadenante de la consiguiente crisis financiera global de los últimos años.
Entonces, ¿el efecto enero es fiable? Seguramente no, ya que conlleva un alto riesgo el predecir el comportamiento de la bolsa en 12 meses basándose tan solo en el primero.
De hecho, algunos expertos consideran que no tiene "ninguna" fiabilidad. Es el caso de Víctor Peiro, analistas de GVC Gaesco, que defiende que este patrón realmente no tiene un "parámetro claro", según declara a elEconomista.es.
¿Por qué enero?
Este experto defiende que el efecto enero ha perdido el sentido en los últimos años. "Tradicionalmente", era a principios de año cuando "los grandes bancos y fondos" llevaban a cabo la reestructuración de sus carteras. Algo que sí podía dar pistas de qué pasaría en la bolsa los meses venideros.
"El comportamiento de un mes no determina el comportamiento del resto del año"
Sin embargo, "ahora la gestión es mucho más activa", afirma Peiro, por lo que las decisiones de los inversores se reparten más que antes a lo largo del año. Por ello, en su opinión, las predicciones que pueda acertar el efecto enero son tan solo "mera casualidad".
"El comportamiento de un mes no determina el comportamiento del resto del año", insiste este analista de GVC Gaesco.
No obstante, sus previsiones coinciden (aunque sea casualmente) con las del efecto enero: estima que el Ibex 35 ganará "alrededor de un 10% y un 15%" al cierre de 2019.
Un mes lleno de noticias
Y es que la bolsa española, como el resto de mercados mundiales, ha vivido un mes de enero repleto de referencias y noticias relevantes.
El trámite en Reino Unido del acuerdo para el Brexit, la tregua comercial y negociaciones entre Estados Unidos y China, el shutdown en el país norteamericano, y un extenso etcétera.
Pero de entre todas ellas, Víctor Peiro destaca la confirmación de que "los bancos centrales van a seguir de cerca lo que haga la economía" a la hora de decidir sus políticas monetarias.
En su última reunión, la Reserva Federal estadounidense (Fed) insistió en su "flexibilidad" y paciencia en el futuro a la hora de subir (o no) los tipos de interés. Y también el Banco Central Europeo (BCE) anunció que consultará a partir de abril al mercado.
Por ello, el principal reto que afronta el Ibex 35 en lo que queda de 2019, según este experto, es "la evolución de los datos económicos", y especialmente "la marcha de la economía de China". Referencias que se tienen actualmente muy en cuenta por el temor a una nueva recesión económica global.
Solo el tiempo dirá si el efecto enero vuelve a acertar (o falla de nuevo) en su arriesgado pronóstico. La respuesta se sabrá el 31 de diciembre a las 14 horas, y entre medias pueden pasar muchas cosas.