
Después de que Donald Trump aceptara aprobar la prórroga presupuestaria sin recibir fondos para el muro fronterizo el pasado viernes, llega la hora de calcular los daños de los 35 días que el Gobierno se pasó cerrado por falta de dinero. Y, según la Oficina de Presupuestos del Congreso (OPC) de EEUU, el mes de pulso sobre el muro no ha salido barato: el PIB ha perdido 11.000 millones de dólares frente a un escenario en el que el Gobierno hubiera seguido funcionando.
En total, el PIB del cuarto trimestre de 2018 se vio reducido en 3.000 millones, y el del primer trimestre de 2019 restará 8.000 millones. La causa es que el Gobierno paralizó un gasto de 18.000 millones entre inversiones y pagos a funcionarios, que, a su vez, vieron reducido su consumo y tuvieron, en algunos casos, que echar mano de sus ahorros para subsistir.
El documento de la OPC estima que, de los 11.000 millones de dólares perdidos, 8.000 millones de dólares se recuperarán durante el año, según se hagan los pagos e inversiones aplazadas. Pero 3.000 millones, correspondientes a productividad perdida y oportunidades aplazadas, no se recuperarán jamás. Así, el PIB anual de EEUU será un 0,02% más bajo del estimado inicialmente.
La cifra estimada por la agencia gubernamental es casi el doble de la calculada por la agencia Standard and Poor's, que situaba el coste en 6.000 millones de dólares, en base a una estimación de unos 1.200 millones por semana. Entre los afectados, al menos 71 empresas que han entregado este mes documentos al regulador bursátil, la SEC, para solicitar su salida a bolsa, y que han visto su tramitación paralizada a la espera de que se solucionara el cierre del Gobierno.
Pese a todo ello, Trump mantiene la amenaza de iniciar otro cierre el próximo 15 de febrero si no consigue los fondos para construir el muro, una línea roja que los demócratas -con mayoría en el Congreso- insisten que no cruzarán. Ambos partidos enviaron a un grupo de diputados y senadores para debatir proyectos para reforzar la seguridad fronteriza, aunque se espera que el acuerdo se centre en reforzar la vigilancia de los pasos fonterizos ya existentes y mejorar el sistema judicial migratorio.
Otra posibilidad para salir de la encrucijada en la que se encuentra el presidente, con sus aliados exigiendo que construya el muro y numerosos senadores clave de su partido rechazando otro cierre del Gobierno, es la de declarar una emergencia nacional. En ese caso, podría usar fondos de Defensa para su construcción, aunque el asunto acabaría en los tribunales. Al menos, eso sí, permitiría a Trump pasar la patata caliente sin causar más daño a la economía ni sufrir coste político.